jueves, 26 de enero de 2012

PARA LA POLITICA, ¿SOLO DINERO? Y LA DIGNIDAD ¿QUE?

por: Ing. MARIO JARAZ

Hay temas que pese a su complejidad deben ser abordados con total responsabilidad y honestidad.

Entre ellos existen algunos que tienen impacto primordial en el humor de los políticos porque se ha instalado en el pensamiento global de quienes aspiran a lograr espacios de trascendencia, que para ambicionar el éxito un valor primordial a tener en cuenta es la posibilidad económica.

Nadie puede negar que las campañas electorales son extremadamente costosas y estos costos aumentan permanentemente a medida que se van incorporando elementos con los cuales se espera poder seducir a los ciudadanos.

Asesores de imagen que opinan la mayoría de las acciones que deben tomar los candidatos, sean estas arreglos físicos, maneras de hablar, de vestirse y hasta sobre el contenido de los discursos y conversaciones; encuestadores que constantemente informan sobre el real posicionamiento de los candidatos en la sociedad, publicidad callejera, en medios de comunicación, panfletos, viajes, etc.etc. van conformando un cúmulo de gastos que van limitando la posibilidad de acceso a la disputa a muchos que, con condiciones intelectuales suficientes, sino disponen es estructuras muy preparadas para abordar todos los ítems que permitan presuponer el triunfo, sienten la imposibilidad de lograr los fondos necesarios para competir en igualdad de condiciones.

Estamos asistiendo a una discriminación importante que deberá ser corregida partiendo de articulaciones partidarias que tiene que ver con la conciencia ética de los integrantes del partido.

Pero además de esto que escuetamente exponemos, y que si todo sigue por el mismo rumbo que hasta hoy, sin dudas, continuará, existe un rubro del que nada se dice en público, que no se comenta en reuniones abiertas y si se lo hace es para acusar a los adversarios de aplicarlo, que según las circunstancias, llega a tener participación trascendente en los resultados.

En sectores de la sociedad con “necesidades básicas insatisfechas”, con alto grado de supervivencia asistida, educadas en el sistema del asistencialismo estructural y atemorizadas por la amenaza de ser sacadas del sistema, lo que la gente está entregando a cambio es su “libertad de elegir”, la posibilidad de expresar su deseo en forma totalmente libre y frente al acoso entre quién hoy está y quién mañana quiere estar, se presta al juego de “la oferta y la demanda” intentando conseguir algo más. Cada acto electoral le permite, lamentablemente, poner en “venta su voluntad”. Su participación en el juego es imprescindible, pero no es totalmente culpable.

Esta manera de relación entre políticos y necesitados ( a veces algunos no tan necesitados) se ha convertido en un “vicio” de muy difícil erradicación, porque si bien reconoce un origen totalmente válido, cual es el compromiso ético del gobierno (Bernardo Klisberg en: “Una Economía con rostro humano” ) de contribuir a mitigar las carencias elementales de los ciudadanos, especialmente cuando estas son alimenticias, el tiempo, el mismo, en lugar de obligarse a promover simultáneamente a estas asistencias, políticas de desarrollo integradoras que vayan incorporando a todos y cada uno de los habitantes a su rol de ciudadanos libres y aptos de lograr su propia subsistencia, admitió perversas lecturas del compromiso de convivencia que asumen todos los integrantes de un grupo social, que convirtieron un acto absolutamente obligatorio y prestigioso para quienes lo instrumentan y lo practican, en un instrumento atentatorio de la dignidad de seres humanos que por necesidad deben prestarse al juego.

Y entrar en este juego, también requiere, de parte de políticos con “escrúpulos cuanto menos frágiles”, de importantes sumas dinerarias. El deseo de asegurar el voto va imponiendo cada vez menos límites a las entregas y las promesas. Sin formular en este momento opinión sobre lo digno o indigno de la actitud de la persona que ofrece, resulta realmente preocupante observar que la palabra límite está perdiendo totalmente trascendencia.

¿Cuál es el límite? ¿Quién lo puede imponer?

Resulta evidente que la “Ambición personal” no es la más propicia.

Tengo el convencimiento que ideologías que hacen de la dignidad del hombre el centro de su accionar y una educación que revalorice principios que hacen a la propia existencia de las personas, son, junto a la convicción plena de la necesidad de abandonar prácticas obscenas para el decoro y la vergüenza humana, los elementos indispensables para erradicar del folklore de la actividad política actitudes de esta naturaleza.

No alcanza, no sirve, declamar grandes prohibiciones si en cada grupo de acción no existe el convencimiento de que es preciso cambiar. Los Partidos Políticos tienen en este aspecto un rol fundamental a cumplir.

¿Y nosotros los radicales?

La UCR debe dejar de utilizar maneras de conseguir votos que se contradicen con la ideología del Partido que declara permanentemente que “su lucha está centrada en la búsqueda del bien común y la dignidad del hombre”.

No puede ni debe la UCR participar junto a los demás partidos políticos en una desenfrenada carrera de ofrecimientos de bienes materiales a cambio de votos que desnaturalizan totalmente el principio del respeto de la libertad de pensamiento y acción.

No podemos los radicales seguir observando como la voluntad de las clases más necesitadas y numerosas, es un bien de cambio que se cotiza en el mercadeo de los votos al mejor postor y evitar que con el transcurrir del tiempo se continúen perfeccionando los métodos de dominación del poderoso en detrimento del necesitado.

No podemos seguir mirando hacia otro lado pretendiendo ignorar lo que a nuestro lado está pasando. No podemos seguir siendo cómplices.

¡Que nadie se haga el sorprendido frente a lo que estoy exponiendo!, porque todos sabemos que sucede, sucedió y si no tomamos la decisión de reivindicar en forma urgente determinados valores que hacen a la convivencia real en sociedad, seguirá sucediendo y todos seremos cómplices de esta nueva forma de esclavitud creada con el fin de alcanzar poder.

Muchos en voz baja dirán que si no utilizamos estos nefastos procedimientos nunca arribaremos al poder y de esta manera nos estaremos excluyendo de las luchas por las reivindicaciones de la sociedad.

Creo firmemente y estoy convencido que no.

Creo que una militancia activa y comprometida con otros valores, que se ocupe de difundir la alternativa distinta y concientizar a la gente sobre la posibilidad de transitar por caminos diferentes para alcanzar los objetivos primarios que hoy muchos le prometen, pero que, en realidad, lo están engañando. Creo que la gran mayoría de la gente, pese a estar hostigada por sus necesidades insatisfechas, por su desamparo y hasta en casos, por la ignorancia, conserva intacta su innata ambición de acceder a una vida mejor que es lo que se debe incentivar como posible y realizable. Se estará ayudando a cambiar… Se estará obligando a cambiar…

Es, sin dudas, una tarea extremadamente difícil, que requiere como primer argumento motivador la claridad del porque de la participación en política, acompañada por el enamoramiento a una ideología que a través de sus componentes brinda el convencimiento de que es factible la construcción de un mundo más justo, mejor y para todos y para lo cual resulta imprescindible el amparo de un partido político que sea capaz de cobijar sus inquietudes, dar respuesta a sus ansiedades y otorgarle la certeza de que la pertenencia otorga el beneficio del protagonismo.

¿Qué intento insinuar además? La imperiosa necesidad de recuperar para la política el insustituible beneficio de la tarea participativa y comprometida.

¿Cómo seguimos? Animándonos a decir todo lo que pensamos, todo lo que deseamos, lo que no nos gusta y lo que aspiramos, será la única forma de conseguir que nuestro Partido, la UCR, sea el espacio propicio para materializar el principio básico que justifica la participación en la política que es la preocupación y la ocupación por los problemas de nuestros semejantes y los propios. Como expresa uno de los mandamientos, que con gran calidad da razón de ser a la esencia de la política y a la participación en la misma cuando dice (no textualmente) “Amarás a tu prójimo como a ti mismo…”

Muchos parece que lo han olvidado…

Creo que es muy difícil, quizás imposible, pretender ser digno cuando se practica la indignidad…

En la política ¿hace falta dinero? Seguramente que sí, pero hará falta menos si nos animamos a cambiar muchas cosas.

Un conocido pasaje histórico dice: “…SI LO QUEREIS, NO SERA UNA LEYENDA…”

Chau. Hasta la próxima (si es que la hay…que se yo, pasan tantas cosas…)

P.D: En las elecciones P.A.S.O. realizadas el año pasado en mi provincia (Chaco) me presenté como precandidato a Diputado Nacional por primera vez en mi vida. Entre 7 candidatos salí último. Apliqué junto al grupo de auténticos radicales que me acompaño lo que en esta nota propongo, no nos dejamos torcer el brazo por ninguna causa y pese al resultado me sentí y siento muy bien…el año que viene haremos lo mismo y su práctica es exigencia básica para todos los que deseen participar en nuestro grupo.

Por las dudas, no nos copien…si seguimos igual, salvo una catástrofe nacional que no deseo, no podemos asegurar nada…

martes, 24 de enero de 2012

“CON ANIMO CONSTRUCTIVO…CONTRA NADIE EN PARTICULAR…A FAVOR DE TODOS…” -ASI LO PIENSO YO, Y LO DIGO…-

Ing. Mario Jaraz

Cuando no se practica la autocrítica, cuando no se propicia el debate serio y honesto, cuando se cree que la verdad pasa por la opinión de unos pocos - que son los de siempre- , cuando no se tiene la valentía de enfrentar las críticas y aceptar los errores cometidos y cuando la soberbia potencia la posibilidad de la continuidad eterna del manejo de la voluntad política de determinado sector de la sociedad, lo que se pierde es la noción de la realidad.

Cuando obcecadamente se da continuidad a una manera de actuar sin considerar los inconvenientes o resultados que dicha actitud hoy produce y ayer provocó, cuando las consecuencias de determinados actos son obviadas y se construye una situación ficticia que por su propia esencia y circunstancia provoca el auto engaño, quien así actúa corre el riesgo de convertirse en responsable principal, directo e indirecto de acciones promotoras de perjuicios que exceden el marco de lo personal y afectan al colectivo.

La actividad política tiene tiempos que se determinan en función a logros y fracasos, al cumplimiento o no de promesas, a la conducta y a la idoneidad con la que, quién obtuvo un espacio, pudo demostrar con hechos la aptitud ofrecida. Estos tiempos son los que van indicando y determinando los cuando no y los cuando sí, de lo que cada uno puede desear o aspirar.

El éxito en la política tiene diferentes visiones que podemos ubicar en dos campos: el subjetivo, que muestra lo que el protagonista siente o percibe, y el objetivo, que surge de las sensaciones que los receptores de las acciones puedan considerar. Estos dos estamentos de análisis posibilitan determinar con mayor certeza la validez de las mismas por cuanto la comparación se comporta como un parámetro apto para distinguir la realidad.

No es ilícito ni tampoco ilegitimo, el aspirar a ocupar diferentes cargos de representación partidaria y popular cuando se actúa en política, pero hay que tener plena conciencia que la participación en un partido político automáticamente te transforma en parte de un grupo que posee elementos identificables que sostienen la convivencia y provocan la pertenencia. El ser parte otorga beneficios y genera obligaciones, entre las cuales existen algunas de cumplimiento casi obligatorio para la consolidación de la coherencia interna y es el respeto que se debe tener por los demás integrantes. La exigencia es obrar no sólo respetando la gente, los principios, ideas y métodos que este posee, sino también bregar para que los objetivos que motivan la existencia partidaria sean cumplidos. La pretensión por ejercer en forma permanente la representación y el poder sin vulnerar los derechos y los deseos de los demás, reconoce para su aceptación, que la cadena de los aciertos predomine por sobre la de los errores, pero asimismo entender, y actuar en consecuencia para que el deseo de seguir siendo en forma continua no signifique un entorpecimiento al crecimiento de sus iguales, ni tampoco un impedimento para las aspiraciones que otros puedan formular.

Un partido político no puede crecer, funcionar y mucho menos cumplir con sus objetivos si lo que siempre se prioriza son los deseos de unos pocos.

La contrapartida a todo lo expuesto como negativo para el acrecentamiento del protagonismo del partido, es la participación y la rebeldía, expresada ésta en una fuerte exigencia doctrinaria y una firme postura por el retorno a formas de entender y practicar la política que difieren totalmente con algunos métodos que por reiterados hasta parecen normales.

¿Qué pretendo reflejar? Una realidad que debemos desterrar. Una manera de proceder que en nombre de la verdadera política, tenemos la obligación de expulsar de nuestro partido.

Debemos dejar de ser un partido que se comporta como feudo de unos pocos, privilegiando las aspiraciones de sólo algunos, para convertirlo en el Partido de Todos.

Hay que trabajar e implicarse en la lucha por la apertura real del Partido. Que quienes hoy se creen dueños entiendan que todos aquellos que siempre encontraron como límite el umbral de la puerta de entrada puedan superarlo y tener la posibilidad de de hacer uso de todos los derechos que el partido ofrece para participar, decidir, debatir, ser, acciones que, lamentablemente, por circunstancias fáciles de entender desde la ambición y difíciles de comprender desde la ética, siempre estuvieron vedadas para muchos que debieron soportar la prepotencia de algunos que las transformaron en patrimonio de unos pocos…

Hay provincias en las que ya se están barajando nombres y generando compromisos para las elecciones legislativas, nacionales y provinciales, del próximo año 2013 y para sorpresa de muchos que confían en nuestra capacidad de reacción, se observa que son los mismos nombres y apellidos que se escuchan desde hace ya varios años.

¡Qué tristeza! ¡Pobre Partido! No pudo y no lo dejaron generan nuevos dirigentes plenamente identificados y absolutamente capaces para ejercer su representación. No le permitieron prepararse para el futuro.

¿La bola de la ruleta cae siempre en el mismo número? Sólo cuando tiene algún desequilibrio muy pronunciado o simplemente cuando se la preparó con trampa.

Nadie es culpable si silenciosamente se lo deja hacer. Como decía el gran Tato Bores, “nadie se puede quejar si no se queja”, pero creo que hoy la circunstancia partidaria llama a un involucramiento más participativo que seguramente, con convicción y un alto sentido de pertenencia generará los cambios que la sociedad le reclama.

Animémonos y hagámoslo. Si hay propuestas mejores, olvídense de este escrito. No hay problemas.

Me dijeron: No nos podemos quejar, los radicales, en las internas, los apoyan. Está bien, que apoyen a quien quieran, tienen derecho, y yo también tengo derecho a decir que no me gusta.

Una cosa más.

El nuevo Presidente del Comité Nacional ha efectuado un llamado al retorno de los que se fueron, yo, humildemente le sugeriría que trate de brindar prioridad para “llamar a retornar a los que no se fueron”, que siguen y seguirán siendo radicales, pero que no se sienten contenidos porque lamentablemente algunos señores se encargaron de alejarlos a través de contradicciones en las interpretaciones doctrinarias y de forma de muy difícil explicación desde lo radical.

Es preciso rescatar el Partido para la Unión Cívica Radical. Es necesario devolver el partido a los radicales, porque ¡cuidado! Se están escuchando declamaciones muy bien construídas que están tratando de diagramar nuevas estrategias de posicionamiento para el partido, pero que están minimizando la opinión e importancia del verdadero salvador de la UCR: sus adherentes, afiliados y militantes que son los que nunca se fueron detrás de propuestas pseudo-superadoras y hoy sufren su presente.

Se hizo larga la nota. Los dejo hasta la próxima. Chau

domingo, 8 de enero de 2012

“CONTINUO DICIENDO…SIN MIEDO A EQUIVOCARME”


Escribió: MARIO JARAZ

La querida correligionaria Carmen Britto, al efectuar un comentario sobre la nota “Como en boliche…” que publiqué en Facebook y también en el blog www.mariojaraz.blogspot.com, me formula una pregunta a la que ella misma responde prácticamente con una afirmación, pero intencionadamente nos priva de su personal análisis, seguramente enriquecedor, para continuar luego incitándome, de alguna manera, a continuar inserto en esta temática que, aunque para algunos pueda parecer un pasatiempo para llenar horas de ocio, les aseguro significa para mi una enorme preocupación puesto que soy de los que siempre creí que el juego de las ideas es la mejor herramienta con que dispone el ser humano para la búsqueda de su bien estar y buen vivir.

No creo en los gestores y realizadores que sólo actúan al impulso de sus instintos. Creo en el condicionamiento de los actos por el razonamiento y el estudio, y aún en la emergencia, también se debe intentar recurrir a ellos para la adopción de las mejores acciones.

El escaso apego a la doctrina y objetivos del radicalismo que demostraron tener muchos funcionarios que accedieron al poder al amparo de la UCR, significó, indudablemente, renegar y hasta agraviar un elemento trascendente de la identidad. De ninguna manera puedo ignorar que muchos de ellos se sintieron condicionados y hasta presionados por un gobierno nacional que no le imponía límites a sus requerimientos de adhesión, pero también es preciso reconocer que en la mayoría de los casos, con el transcurrir del tiempo, esa actitud dócil no les sirvió para asegurar continuidad y hoy podemos observar que salvo aquellos de demostraron una sumisión casi absoluta, en su gran mayoría han sido desplazados, habiendo varios que sin importarles lo que su actitud significó en el debilitamiento del radicalismo, pretenden continuar liderando a la UCR.

Pero nada es totalmente absoluto. El apartamiento a los mandatos ideológicos partidarios por parte de varios (más de uno) de los principales dirigentes partidarios, funcionarios y diversos emigrados, no es de ninguna manera la causa exclusiva del estado en que hoy se encuentra la Unión Cívica Radical, pero estimo que ello tiene un grado de responsabilidad importante.

No se puede en política, y tampoco en otros órdenes de la vida, despreciar el análisis sobre lo que son, que buscan y que desean aquellos con los que uno se junta o pretende juntarse. El Partido Justicialista nunca despreció la posibilidad de las alianzas, uniones, agrupaciones, etc. con otros partidos, pero en ninguna oportunidad lo promovió cediendo el protagonismo, los espacios y mucho menos la conducción y esto es algo que ningún participante con algo de experiencia en política podía o puede ignorar. Un simple repaso a todas las ocasiones en que estas situaciones se dieron y el final que cada una tuvo, resultará elocuente para tomar conciencia de los efectos, y es bueno intentar intuir o imaginar, cual es el resultado cuando dichas asociaciones provocan concesiones de índole ideológico. Seguramente encontraremos allí el origen de muchos de nuestros males. La responsabilidad no es de ellos, los justicialistas, es de los radicales y otros más que no quisieron, no pudieron o no supieron entender la realidad y las consecuencias de las acciones que estaban abordando.

Pienso útil y necesario que en el radicalismo se formulen desafíos de acciones que superen la convocatoria a personas que se fueron y operaron con nuevas identidades doctrinarias en contra de los intereses del mismo, y se llame a protagonizar el diseño del nuevo tiempo muchos cientos o miles de adherentes, militantes y afiliados cuyos méritos no radican solo en el hecho de no haber renegado su pertenencia, sino además, en haber contribuido con su persistencia a consolidar la vigencia de una manera de entender la política.

La agenda de trabajo de la UCR no puede abstraerse de revisar profundamente cuales fueron las causas por las que la sociedad, en un porcentaje demasiado alto, porcentaje que incluye a radicales y a ciudadanos que siempre tenían una mirada especial hacia ella, decidieron no apoyarla. En esta revisión confluirán tres elementos: validez de los proyectos, sustento y factibilidad de concreción de los mismos y las personas que por diversos métodos fueron consagrados como los candidatos del Partido. El hurgar sin temores ni impedimentos en todas y cada una de las circunstancias nos dará la posibilidad de ir detectando todos y cada uno de los errores cometidos y el diseño y la forma que deberá adoptar la nueva propuesta para ser recibida con beneplácito por la ciudadanía. Esto podría sintetizarse diciendo que nos está faltando el imprescindible debate y discusión que cada tropezón debe tener del que no puede estar ausente la autocrítica de los autores que deben ser conscientes que el deseo de saber, preguntar y opinar de parte de todos y cada uno de los militantes y quizás la recriminaciones que determinadas acciones adoptadas promuevan, seguramente no provendrán del afán destructivo sino de la profunda preocupación que la situación genera.

Pasó suficiente tiempo desde el rotundo fracaso electoral y aún quienes tienen la responsabilidad de hacerlo no han despertado expectativas positivas por tratar de utilizar una metodología integradora de la totalidad de arco radical real, el arco silencioso pero lleno de identidad y sentido de pertenencia. El arco que nunca traicionó. Sin embargo si se invitó a aquellos que alguna vez fueron y después se fueron. (lindo juego de palabas). ¿Con que resultados? Tengamos paciencia…y confirmo algo que supe expresar en otra oportunidad: La Unión Cívica Radical no precisa un salvador, está sostenida por millones de radicales diseminados a lo largo y ancho del país, lo que necesita es reencontrarse, reencausarse y conducción…Todos nos estamos proponiendo para aportar, esperamos…

Sin haber terminado, voy a terminar y lo voy a hacer enumerando algunas pequeñas cuestiones que seguramente darán pié a la próxima:

- Rápidamente me dirán que no puedo catalogar de fracaso las elecciones cuando en diversas ciudades y poblaciones nuestros candidatos obtuvieron triunfos. ¿Esos triunfos tienen la suficiente envergadura como para disimular el verdadero papelón vivido por el partido a nivel nacional y en la mayoría de los lugares en los que participó?

- En un próximo escrito creo que debemos tocar la validez de la resolución adoptada en reunión nacional en la que se decidió respetar “la estrategias territoriales” en contraposición al carácter nacional de nuestro partido.

- ¿El radicalismo puede seguir conviviendo, sin luchar denodadamente, con los males endémicos que azotan desde antaño a nuestra sociedad?. Podemos admitir que se continúe hablando de igualdad de oportunidades cuando hay millones de ciudadanos que no beben agua potable, no tienen salud, no tienen… Nos dejaremos pisar por el tren de la historia…

Gracias. CHAU

P.D.: El comentario completo de Carmen Britto puede ser leído en el sector comentarios de la nota levantada en Facebook.

viernes, 6 de enero de 2012

Algunos comentarios de amigos

GRACIAS MARIO, LO MISMO PARA UDS. QUISIERA QUE SE CUMPLIERAN TÚS DESEOS, NO SABES CUANTO EXTRAÑO APTITUDES SOLIDARIAS, DE UNIDAD, DE CRITERIO REPUBLICANO, DE AMOR A LAS BANDERAS DEL PARTIDO Y DE LA NACIÓN. QUISIERA VOLVER A EMPEZAR, PERO ESTO NO ES POSIBLE, YA HEMOS CONSTRUIDO LAS BASES, BIEN O MAL, PERO EXISTEN. LOS QUE RECIBEN LA POSTA DEBERAN HACER QUE EL PARTIDO Y LAS IDEAS NO SE OLVIDEN, QUE NO NOS PASE LO QUE SUCEDIÓ CON LOS DEMÓCRATAS PROGRESISTAS EN SANTA FÉ. CREO QUE NUESTROS JÓVENES RECIBEN UN PARTIDO QUE ESTÁ EN TODO EL TERRITORIO DEL PAÍS, NECESITAMOS, QUIEN O QUIENES PUEDAN SACARLOS DE LAS CENIZAS PONIÉNDOSELO AL HOMBRO. HAY QUE JUNTARSE Y FORTALECER UN GRUPO A FALTA DE CONDUCTOR, QUEDA LA ORGANIZACIÓN QUE LO PUEDA SUPLIR. NO TE OLVIDES TODO LO QUE PASAMOS Y EL TRABAJO QUE TÉ DEMANDÓ, JUNTO A MUCHOS PATRIOTAS MANTENER LA UCR. NUEVAMENTE BUEN AÑO Y QUE SEAN TODOS MUY FELICES.-
Doctor CARLOS R.LE DONNE
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Yo lo lei y hasta el final.
Muy buen escrito.
Felicitaciones y feliz 2012!!!

Ing.Cristian Vernet

jueves, 5 de enero de 2012

“COMO EN BOLICHE DE PUEBLO: UN POCO DE CADA COSA…PERO HAY DE TODO…

“COMO EN BOLICHE DE PUEBLO: UN POCO DE CADA COSA…PERO HAY DE TODO…
…HAY QUE SABER (Y QUERER) BUSCAR”
Escrito por: MARIO JARAZ

La lectura de dos artículos publicados en Facebook me obligaron a situar frente a la compleja situación que enfrentamos quienes tratamos de vivir plenamente la Unión Cívica Radical.
Uno de ellos, producido por el apreciado amigo Carlos Lorinz, formula con mucha certeza un cuestionamiento a metodologías y procedimientos utilizados en el discurso, en los mensajes transmitidos y en la selección de las personas que nos deben representar, que no sólo produjeron rispideces en la relación entre correligionarios, sino que, por su falta de calidad, provocaron un efecto opuesto al buscado dando como resultado el rechazo de la sociedad a la que se pretendía seducir. Al decir Sociedad, involucro no solo a los independientes y gente de otras pertenencias partidarias, sino también a los radicales que con pesadumbre observaban el retroceso que todo ello significaba.
El otro artículo, leído a instancias de Flavio Luis Buccino en el blog de su amigo Gabriel Palumbo, lleva el nombre “Algunos Futuros para el radicalismo” encara la problemática ideológica del partido, las contradicciones de determinados actos y el “abandono de la representación popular que consiguió históricamente”. Este último tema, producto de la propia inoperancia, produjo, dice el artículo, “un claro empequeñecimiento de la democracia…”. Otro aspecto importante e impactante, aunque no novedoso, que toca el artículo es la visualización de los desvíos ideológicos que tuvieron sus dirigentes en la búsqueda de opciones que aproximaran al partido la posibilidad del éxito, desvío al que de alguna manera explica como consecuencia de la inconsistencia ideológica y de las incoherencias en la definición de su propia identidad a la que describe como un tránsito entre diferentes definiciones, que al tiempo de ser inconexas entre sí, muestran al partido como un agrupamiento incapaz de portar en el tiempo una línea de pensamiento con convicción y osadía y sí presto a subordinarse a los pareceres de dirigentes circunstanciales de mayor o menor envergadura. El relato continúa con una serie de apreciaciones de diferente naturaleza y culmina exponiendo la necesaria renovación de protagonistas si el deseo es mirar también el futuro.
Son dos artículos que presentan y nos ubican frente a dos temas sustanciales que deberán ser motivo de debates y definiciones. Conversaciones y conclusiones. Revisiones y cambios. Cuestionan el que somos y también el cómo somos. Nuestra esencia y nuestra forma de actuar. Nuestro ser y nuestro proceder.
¿Por dónde empezar? Ambos tópicos son extremadamente importantes para la búsqueda del retorno, con una circunstancia que nos facilita las condiciones del análisis.
A la cultura ciudadana que con gran habilidad instaló el peronismo, que responde a su propia visión de la política y las conductas que ella requiere, resulta obligatorio abstraerla de nuestros razonamientos para poder producir sin condicionamientos los elementos que nos posibiliten recuperar la identidad. Si no tenemos la capacidad de actuar con esta premisa como marco, incurriremos en el error de creer que estamos cambiando cuando lo único que habremos logrado es acentuar nuestra mimetización para con una corriente de pensamiento que no representa ni facilita nuestra manera de entender los fines de la política.
La UCR es, y lo podemos escribir con letras mayúsculas: EL PARTIDO DE LA LIBERTAD. El compromiso de la lucha permanente por la libertad es el primer eslabón de una larga serie de reivindicaciones de la condición humana que justificaron, en aquel lejano tiempo, su nacimiento y sus disputas. La actitud persistente de quienes por convicción no admitían que estas conquistas provoquen cambios en una sociedad que habían construido plagada de inequidades y la ausencia de límites en sus formas y métodos, hicieron que aún hoy, quienes aspiramos a una sociedad diferente, a cada instante, debamos comenzar planteando similares consignas.
El radicalismo fue, y debido a las circunstancias, debe seguir siendo el partido que con insistencia bregue por la problemática de los “desposeídos”. ¿Los desposeídos? Si, el radicalismo vino hacia la sociedad con el fin de restituir a aquellos menospreciados de lo que arbitrariamente les era desapropiado. Surgió para implementar normas que recuperen para los hombres los atributos que por su propia esencia y su condición de ciudadanos les pertenece. Llegó para derrotar la ignorancia y ayudar a todos a conocer los elementos que les permitan volar en la demanda de su destino.
En el uso de la Libertad el radicalismo reconoce la existencia y las diferencias de aptitudes que invisten a cada ser humano, pero asume con cada idea, con cada gesto, el compromiso de minimizar los efectos que estas diferencias puedan provocar en la dignidad de cada uno.
No es casual esta sintética enumeración porque ellas son parte del sustento de la ideología radical y la convicción con que seamos capaces de actuar con el fin de colocarlos como objetivo superior de la política, marcarán las diferencias entre los diversos partidos, que algunos, desde el desconocimiento, pretenden intencionadamente ignorar.
La participación real en la política, la que requiere un involucramiento total, la que también se sostiene y presenta como requisito básico la aceptación de un principio enunciado por uno de los 10 Mandamientos, aquel que nos indica la necesidad de “amarás al prójimo como a ti mismo”, demanda conocimientos ideológicos y solidez conceptual.
Esta solidez ideológica y conceptual que nos obliga a saber que el trabajar en pro de la inserción social plena de los desposeídos, no significa la gestión por el suministro del sustento diario de los mismos, acción que el Estado por una cuestión ética, en nombre de su sociedad debe proveer, sino la ocupación permanente por el diseño y concreción de políticas que le permitan a todos y cada uno de los ciudadanos de la República el acceso real a sus derechos y al cumplimiento de sus obligaciones. Esta posibilidad los habilitará a beneficiarse con lo que mucho se declama y poco se provoca que es la Igualdad de Posibilidades.
Esta facultad representa en sí misma un verdadero incentivo. Cuando la búsqueda de la superación sólo depende de la voluntad y el esfuerzo que cada uno sea capaz de aportar, desaparecen los salvadores y tutores que en nombre de falsos atributos juegan un rol perverso en la construcción de la vida de cada persona.
¿Meras definiciones? ¿Simples frases inconexas? ¿Para qué?
Simplemente para demostrar, con sólo algunos elementos conceptuales que lo componen, que el Radicalismo ALGO ES. Que tiene sustancia, que posee IDENTIDAD propia y que sus elementos, de ser transmitidos y cumplidos, representan ARGUMENTOS más que válidos para captar adhesiones en un mundo donde el valor del otro es un signo monetario y su destino un problema particular del mismo.
El radicalismo NO ES UNA ETIQUETA (Lo explicó con gran sapiencia Moisés Lebensohn) cuya posesión indica determinada calidad. El Radicalismo es un partido cuyo gran objetivo, “EL BIEN COMUN”, no admite negociaciones ni concesiones.
Podemos orgullosamente los radicales exponer nuestra pertenencia. Porque somos RADICALES somos PROGRESISTAS. Porque buscamos denodadamente la Libertad y la Igualdad, porque bregamos por transformar en realidad la Igualdad de Oportunidades, porque queremos la plena vigencia de los Derechos Individuales, los Derechos Colectivos y los Derechos Sociales. Somos Progresistas porque propiciamos “avanzar hacia la más amplia e igualitaria participación y cogestión posible de los individuos en el proceso de organización social e institucional” como forma de asegurar la vigencia plena de la Ley y su aplicación a todos por igual, porque con este concepto estamos asegurando la “decisión individual autónoma”. Somos PROGRESISTAS porque como define el Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas “…Su eje es la idea típicamente moderna del progreso, entendido como mejoramiento creciente y general, es decir en todos los planos de la existencia, de la humanidad entera...El presente, colocado en esta perspectiva temporal, no sólo es más valioso que el pasado, sino anuncia un movimiento incesante hacia lo mejor…”
Mucho queda aún en “el tintero” que se debe seguir desarrollando con pasión porque son parte de un ideario que permanentemente coloca al hombre y su ámbito en el centro de la actividad Política. Hay elementos fundacionales que nos ubican dentro de la concepción SOCIAL DEMOCRATA del mundo como también de la concepción del HUMANISMO LAICO que afirma que “…no hay respuestas físicas ni definitivas, que las sociedades son dinámicas y están abiertas al cambio y que la función de aquellos que quieren contribuir a mejorar la condición del hombre en cualquier sociedad no debe ser otra que explorar y descubrir nuevos caminos y alternativas mediante el uno continuado de la razón teórica y práctica…”.
Todo esto es Radicalismo, como la concepción que tenemos del PODER, que también nos diferencia profundamente de otras doctrinas políticas.
Todo lo que fuimos, todo lo que somos, no fue por intentar aprovechar de alguna oportunidad propicia para decir que somos tal o cual cosa que estaba de moda o podía posicionarnos favorablemente como hicieron y hacen algunos, sino que adoptamos ideas que por su trascendencia, su importancia y su calidad se convirtieron con el transcurrir del tiempo en una forma de vivir la vida honrando la esencia humana.
Tuvimos (¿tenemos?) dirigentes que creyeron lo que en un tiempo se dijo: Llegó “El Fin de las Ideologías”, avisémosles que era mentira.
Pero…para no hacer demasiado largo el presente, puesto que el tema da para mucho, espero que este sea el comienzo de un diálogo que no tiene otra intención que la de generar un debate serio, responsable y enriquecedor para todos.
PERDONEN LA EXTENSIÓN, PERO COMO CASI SIEMPRE OCURRE: “HAY COSAS DEL CORAZON QUE LA RAZON NO PUEDE ENTENDER NI MANEJAR” CHAU
P:D: Seguiré (aunque nadie comparta o nadie lea…)