lunes, 23 de julio de 2012

“PARA EMPEZAR A CAMBIAR… SI ES QUE QUEREMOS LLEGAR”


Por: Ing. Mario Jaraz

Mientras la gente, la sociedad, los municipios, las provincias, el país se siguen debatiendo en un maremágnum de problemas debido a una crisis que desde el gobierno nacional,  y algunos sectores que los acompañan,  no se quiere reconocer, la Unión Cívica Radical, o para decirlo con más claridad, un grupo de dirigentes de la UCR  de primer nivel, se encuentra en otra sintonía. No emite señales indicativas de de cual es el rumbo elegido para lograr que el partido vuelva a ser protagonista y verdadera opción de gobierno pala sociedad.
Se sigue dando vueltas con candidaturas, luchas internas y atendiendo la agenda que el gobierno le propone para ver de qué modo,  a partir de ella, lograr trascendencia o lograr conservar el rótulo de “opositor”.
Los medios de comunicación, que tampoco son los indicados para determinar cómo debemos construir nuestra estrategia ni insinuarnos cuál es la que entienden más adecuada, reflejan a diario esta triste imagen y solo comunican lo que surge de las actitudes que asumen: incoherencia política, ideológica y de acción.
Así no quisiéramos estar, pero así estamos y más allá de lo natural que es el cometer errores, cuando la coyuntura agredió la identidad,  la actitud debe ser el reparar el problema y no permitir la deformación de aquella.
Absolutamente nadie puede quitarle al Señor Cobos su deseo de presentarse como candidato a Diputado Nacional, como tampoco nadie puede prohibírselo, pero estoy seguro que nosotros, los radicales deberíamos ser un poco más exigentes en la elección de nuestros representantes si queremos mejorar nuestras posibilidades como partido al que la sociedad le está reclamando fundamentalmente, entre otras cosas,  especialmente un retorno a las fuentes de conducta que la identificaban.
Nadie puede quitarle al Señor Cobos el mérito de haber sido Vice presidente de la Nación, pero tampoco nadie puede olvidar que lo hizo con una fórmula del Frente Para La Victoria, (¿neoperonismo, falso progresismo, línea interna del justicialismo, kirchnerismo, ...?) acompañando a la Actual Presidente de la Nación, apoyando, promoviendo y compartiendo un plan de acción y de gobierno ajenos a los principios radicales, siendo partícipe, por su acercamiento y acompañamiento de las acciones del entonces Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, que tenía como fin primero destruir a la UCR.
 ¿De todo tenemos que olvidarnos? ¿Por qué?
Tampoco olvido que fue el Tribunal de Disciplina de la UCR, el que le levantó la sanción, supuestamente ejemplificadora,  que anteriormente le había aplicado,  en un fallo orquestado entre "gallos y medianoche" a instancias de algunos dirigentes que ansiaban,  en ese tiempo,  encontrar al "iluminado" que pudiera venir a cubrir un espacio de liderazgo que por ineptitud, errores o falta de las condiciones naturales para serlo, no se había podido llenar. Varios pretendieron vestirlo de héroe y la actitud de sumisión  a sus deseos y decisiones, que muchos  asumieron mientras continuó estando en el gobierno, fue una lamentable muestra del desprecio a una histórica línea de acción radical que siempre priorizó la vigencia de los principios como camino hacia el fortalecimiento del partido y su identidad frente a coyunturas que podían significar un posible acercamiento al éxito.
No estoy planteando una campaña en contra de las pretensiones del Ing. Cobos, sino que su actuación política, por la trascendencia que la misma tuvo, es un buen elemento para analizar la increíble ambigüedad en la que se  desenvuelve a la UCR.
Se estaba ratificando, en ese momento,  como la cultura peronista instalada en gran parte de nuestra sociedad,  se introducía cada vez con más consistencia dentro de las filas de la dirigencia de nuestro partido que desesperadamente buscaba caminos para acceder al poder, sin brindarle importancia ni a  cuales fueran ellos, que calidad ostentaban, si eran compatibles con nuestra propia esencia, si el transitarlo nos aseguraba la posibilidad de aplicar todo aquello que el radicalismo entiende como imprescindible para direccionar al País y la Sociedad por el camino de la realización. Eran tiempos en los que  las concesiones  realizadas hasta nos intimaban también al desconocimiento de nuestros propios símbolos, emblemas y fortalezas. Una de las  consecuencias directas de la incoherencia con que se estaba manejando el partido, y  que aún hoy  no se corrige,     fue la transformación del gran partido nacional en una confederación de partidos provinciales. Con el fin de evitar posibles enfrentamientos se determinó, erróneamente según mi visión, en que se debían respetar las estrategias territoriales.
Los fracasos electorales y especialmente el retiro del apoyo de la masa “radical”, no solo fue un castigo a las equivocaciones,  sino también un fuerte llamado a la reflexión y el cambio de actitudes. Un pedido de respeto   de los militantes y adherentes  hacia su propia inteligencia, porque  no querían más continuar teniendo que aceptar fórmulas experimentales que lo único que conseguían era acentuar un retroceso del partido, que lo llevó a tener diagnóstico de desaparición, y la ausencia de  “verdaderos radicales” en espacios de trascendencia para aportar a la República soluciones reales.
Pero parece que nada cambia. Ya transcurrieron más de 7 meses desde que los mismos pusieron en marcha el “nuevo experimento” en la dirigencia del Comité Nacional y todo parece seguir igual. No queremos que fracasen, queremos que se den cuenta que se deben hacer otras cosas para que la UCR recupere el espacio de opción de gobierno que históricamente siempre tuvo en la sociedad. Espacio que no fue ganado a través de una campaña publicitaria sino de acciones generadas por Radicales que cuando llegaron al poder se esforzaron por ser más Radicales porque esto si les aseguraba acertar en sus decisiones.
Celebro la presentación del proyecto del Senador Morales del proyecto de ley sobre la necesidad de recuperar los Ferrocarriles aún sin conocerlo, pero también quiero que el partido debata y tome postura sobre temas tan importantes y conflictivos como la Coparticipación Federal, la seguridad, la educación, los subsidios, el Indec, la necesidad de rever o reestudiar si está bien o no que las regalías petroleras sean exclusivamente para las provincias en cuyo subsuelo se encuentra este artículo tan influyente y los réditos que al Estado le deja la producción de cereales, en los últimos tiempos especialmente la soja, se repartan entre todas las provincias del país.
Deseo que se debata y elaboren proyectos sobre todos y cada uno de los temas que afectan la libertad, la igualdad y la equidad. Me gustaría que sea nuestro partido el que promueva el debate sobre las reformas del Código Civil que propone el Poder Ejecutivo.
No pretendo con estas propuestas de debate de temas  en el Partido transgredir lo que la Constitución Nacional dispone en el sentido de que el pueblo no debate ni gobierna sino a través de sus representantes, ni invadir el campo de los legisladores, pero estoy plenamente convencido de que es una necesidad imperiosa hacerlo para que nuestros representantes expresen el pensar de todos los radicales y no  posturas individuales que en algunas oportunidades no reflejan el sentir general ni encuentran fundamentos en la ideología del partido.
Pretendo que nos animemos a cambiar la forma de hacer política. Que las decisiones se compadezcan con el pensar de un partido que  siente a sus militantes y adherentes como comprometidos generadores de ideas.
Este simple escrito no es un  cuestionamiento al Ing. Julio Cobos por el mismo, ya que confieso que El Ing Cobos es una  persona a la que no conozco y con la que en una sola oportunidad,  siendo yo  Vicepresidente 1º del Comité Nacional de la UCR y el Gobernador de la Provincia de Mendoza, ante la actitud que asumiera de ignorar la pertenencia de su Gobierno  al partido, le solicité,  en una muy corta conversación telefónica, una entrevista personal que nunca se concretó, lo que pretendo es que frente al momento que está viviendo nuestro país, la ya muy próxima posibilidad  de producir cambios en la composición de los Poderes Legislativos de la Nación y casi todas las Provincias, tomemos conciencia plena y responsablemente miremos y analicemos, todos y cada uno de nosotros, las acciones que protagonizamos como grupo político e individualmente, asumamos nuestras culpas, sean estas por acción o por omisión, y entre todos, repito: entre todos, llevemos adelante las correcciones que fueran preciso formular y honremos a nuestros antecesores tratando de parecernos un poquito más a lo que debe ser un integrante de la Unión Cívica Radical.
Animémonos y asumamos la realidad de que no estamos funcionando bien y que no estamos logrando despertar expectativas. Solo esta actitud nos posibilitará cambiar el rumbo. Ignorar, enojarse, denostar, cerrarse en una única visión, no son las actitudes más propicias para al partido.  
Solo intento aportar mirando la realidad, trato de no engañarme, quiero contribuir a despejar la verdadera política radical  que últimamente obviamos.
Puedo estar equivocado en algo o en todo, pero hay algo que me mueve y es la necesidad de asumir la verdad, que como alguien dijo: “La verdad no es buena ni mala, solo es la verdad”.         

sábado, 7 de julio de 2012


“EL RUMBO DE LA UNION CIVICA RADICAL”
Por: Ing. Mario Jaraz

A través de la  lectura de un comunicado de la Dirección de Prensa del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical he tomado conocimiento de la decisión adoptada en una reunión nacional organizada por el mismo, a la que no fui convocado pese a ser integrante del Plenario del Comité Nacional en representación de la Provincia del Chaco, en el sentido de que la responsabilidad de las elecciones de Legisladores a realizarse durante el año 2013 son responsabilidad exclusiva de cada uno  los Distritos provinciales. Esta resolución es coincidente con declaraciones que anteriormente  formulara el Presidente del Comité Nacional a los medios de comunicación,  exponiendo su parecer.
Disiento con esta determinación y la ratificación de ese pensamiento me llevaron a exponer algunas reflexiones que espero sean útiles en este momento tan particular que vive nuestro partido. 
Hay cosas que suceden en los partidos políticos que resultan realmente insólitas y muy difíciles de entender.
Es evidente que uno de las cosas que muy pocas veces realizan  quienes dirigen los partidos políticos o actúan representándolo,  es el  análisis  de su actuación individual con relación al rol que está cumpliendo como consecuencia de su participación en la  política,  la incidencia que la misma ha tenido en el funcionamiento del partido y como consecuencia,  cual fue el impacto que las mismas tuvieron en la sociedad, sobre todo en aquel segmento que,  más allá de los que siempre han adherido al partido, habían generado algún tipo de expectativa positiva.
La falta de voluntad por revisar las acciones, tanto personales como del conjunto,  puede ser considerada como una falta de consideración y respeto por el pensamiento de los  demás pero también una  conducta poco dispuesta a la generación de cambios, correcciones o rectificación de rumbos que de alguna manera pudieran suponer algún tipo de desplazamiento de los lugares de privilegio.
El instrumento a partir del cual,  desde fuera de las estructuras, la sociedad se expresa sobre la bondad y calidad de las actuaciones individuales y de los partidos políticos que los agrupan, son sin dudas los actos electorales. Sus números son siempre elocuentes transmisores del sentir general de la gente y los mismos no pueden ser ignorados al momento de tratar de entender los porque de los rechazos sufridos.   
Pero lamentablemente, ni la contundencia de los resultados electorales adversos que la UCR está padeciendo en los últimos años parecen tener la  suficiente fuerza  como para promover acciones que indiquen la necesidad de profundizar en la búsqueda de  las causas y los porque,    que determinaron tan baja  cantidad de aceptaciones.
Lo normal es la utilización de escusas pre armadas cuyo único móvil es encontrar causas exógenas que argumenten  que la derrota, cuando se está en la oposición, fue provocada por el indiscriminado uso que se hace desde el oficialismo de las estructuras y el dinero del gobierno, y cuando la situación es a la inversa, que los resultados se deben especialmente a un heterogéneo agrupamiento de fuerzas políticas  confabuladas con diferentes corporaciones que siempre apuestan al fracaso de los gobiernos como manera de acentuar su poderío.
Pero pocas veces, o casi nunca, podemos conocer conclusiones surgidas de grandes y abiertos debates que entre otros testimonios   incorporen también a  los errores cometidos, muchos de ellos graves, como causantes de las debacles sufridas.
Perdemos, pero observando la conducta de nuestros dirigentes, da la impresión que la culpa la tuvieron los votantes por no haber sabido elegir. Nosotros no nos equivocamos en nada. Ni en los planteos, ni en las alianzas, ni en los agrupamientos, ni en las personas que nominamos, etc.
Resulta asimismo alarmante  observar que el    silenciar los errores deja abierto el espacio para que los “capitanes de las derrotas” como se los llama vulgarmente,  continúen actuando con total abuso frente a  militantes y adherentes, y sigan usufructuando de los cargos de relevancia sin ningún tipo de pudor.
Ningún dirigente político cree en la necesidad de brindar explicaciones de sus actos. Resultan hasta agresivas las actitudes que asumen cuando desde algunos espacios se los llega a   inquirir o cuestionar por sus actos.
Además no es la coherencia ideológica una señal distintiva de sus labores. La necesidad del triunfo y el acceso al poder, como objetivo exclusivo del accionar político,  pareciera ser el callejón en  el cual encuentran espacios las incongruencias, la desviación ideológica y las increíbles e inconsistentes explicaciones.
¿Por qué esta introducción?
Porque no entiendo más a los dirigentes de mi Partido, la Unión Cívica Radical. Un partido grande, con una real  cobertura nacional, claro en su ideología y objetivos, sostenido por un amplísimo sector de la sociedad, que está siendo convertido, por obra y gracia de las continuas decisiones de su dirigencia,  en una simple confederación de   partidos provinciales, en  la que cada uno practica el juego que le parece más le conviene sin importarle que esta situación provoque en el  Partido la disolución de su envergadura, una profunda fragmentación    y la pérdida de credibilidad por parte de la sociedad.
Este escenario atomizado que se presenta en lugar de propiciar el fortalecimiento del federalismo promueve la indisimulada confrontación entre los diferentes intereses provinciales que desplaza del debate la  imprescindible tarea de la política radical,  y por ende de sus representantes, de luchar y bregar constantemente por un país de iguales y para todos. El alto sentido del Federalismo que siempre promovió el radicalismo conlleva consigo como elemento innegociable    la subordinación de lo particular a lo general.  Un verdadero partido nacional no puede exhibir posturas parciales,  contradictorias entre sí, en su concepción y en la determinación de las prioridades para poder  desterrar las desigualdades  provinciales existentes.  
Con la medida adoptada estamos predisponiendo a que nuestros dirigentes promuevan  en sus provincias, asociaciones de partidos con el único fin de lograr el triunfo,   aunque ello signifique el otorgamiento de concesiones, hasta doctrinarias,  impensadas para otros tiempos. Pareciera que alguien se olvidó de aquella máxima de don Hipólito Irigoyen que expresaba que no importaba cuantas elecciones se perdían si la causa era la conservación de los principios.  
Estamos fomentado la aparición de contradicciones indisimulables pero muy molestas entre decisiones adoptadas en distintas provincias.   
No estoy hablando desde lo abstracto, sino desde las consecuencias reales que una conducta como la que nuevamente se propone,  provocara  en diversas oportunidades en los últimos años.
Con gran dolor y sin ánimo de ofender a nadie, podemos decir que la imagen que  llegamos a percibir es la de dirigentes buscando espacios, o personas,  dispuestas a llevar a la UCR y a ellos mismos como complemento de otros proyectos, generalmente diferentes, ofreciendo a cambio una trayectoria partidaria ayer señera y dominante.
¿Y entonces, porque se insiste? ¿Dónde queda la dignidad de la UCR, otrora realmente un gran partido nacional convertido hoy en un reducto contestatario totalmente segmentado? Sin detallar actitudes personales causantes de enormes perjuicios al partido operando desde otros espacios al que acudieron comprados por el aroma a poder que se les ofrecía y hoy deseando ser referentes en un retorno provocado por los rechazos personales de actitudes que por ignorancia o petulancia, en nombre de las ambiciones personales, no se podían ni debían ser desconocidas.
Todavía hoy está la UCR sufriendo las consecuencias de las conductas erráticas y pendulares de muchos de sus principales dirigentes que llevaron al partido a tener que soportar el descreimiento de la sociedad y a determinados personajes a luchar para intentar disimular el ridículo del que intentan volver.
No es preciso relatar en detalle lo inconveniente que resultaron las asociaciones con  Lavagna y De Narvaez, entre otras, porque son conocidas por todos, pero especialmente porque los resultados obtenidos en las elecciones   nos eximen de agregar argumentaciones.
Fuimos muchos los que, tratando de aportar para el partido, intentamos explicar lo inexplicable y muchos somos los que no comprendemos en nombre de que se insiste en metodologías que para lo único que sirvieron fue para desprestigiar a nuestro Partido y ubicarlo en un sitio no acorde a los valores que ostenta, del cual la única manera que existe para rescatarlo, es a partir del retorno a todo lo que realmente es la UCR por historia, por capacidad de ser presente, escapando de la imagen de un simple grupo faccioso que vive exclusivamente buscando espacios de poder para algunos de sus “capos”, que cuando suelen llegar, no saben realmente para que están y solo se suman resignadamente a tratar, intentando colocarse en el rol de opositores, la agenda que otros le proponen.
Cambiar de actitud debe ser la consigna, pero para convencerse de que ese es el camino, es imprescindible saber que se es….
 

  

jueves, 5 de abril de 2012

¡QUIERO SER PRESIDENTE DE LA NACION! (Desde el Chaco – en un convulsionado partido)

Por: Ing. Mario Jaraz

¡Quiero ser Presidente de la Nación! es una frase que, si proviene de boca de algún casi desconocido participante de la política o de un ciudadano no activista de ningún Partido Político, seguramente provocará en quienes la escuchen, especialmente dentro del muy particular mundo de la política, actitudes que irían desde la sorpresa hasta la confusión, del asombro a la turbación y seguramente no serían ajenos adjetivos calificativos como: “está loco”, “es un tarado”, “es un inconsciente”, y también algún análisis tratando de desentrañar el “que se traerá entre las manos”.

La comunidad en general, si el dicente se encuadra dentro de las características enunciadas, pasado el primer instante de extrañeza, tomaría la frase como una de las tantas que comúnmente pronuncian, con poca seriedad y sensatez, señores dirigentes y aspirantes a serlo.

Querer ser Presidente de la Nación no es ni ilegal, ni ilegítimo, ni tampoco significa un atentado contra los Derechos de los demás Ciudadanos, pese a lo cual, muy pocas son las personas que han osado pronunciar su interés en serlo. Parecería ser que existe una autocensura para expresar la aspiración al más alto cargo político que un país democrático puede ofrecer a sus habitantes. Creo que muchos, especialmente quienes actúan en política, íntimamente tienen el deseo o el sueño de llegar a ser Presidente de la Nación, pero un razonamiento serio indica que además de las condiciones intelectuales, éticas y morales, que quizás muchos puedan pensar poseer, existen otra serie de factores sumamente importantes y de extrema significación que tienen gran incidencia en la posibilidad de que el deseo se transforme en realidad, como ser la viabilidad económica de hacer frente a los gastos que la misma insume y que tienen que ver con la necesidad de concretar acciones propagandistas y de difusión que logren despertar en la sociedad, en primera instancia, la curiosidad, y luego el apoyo. La mirada seria de estos inconvenientes, que hasta podríamos catalogar de vallas que se encuentran en el camino, son sin dudas parte de las argumentaciones que indudablemente inhiben a muchos a expresar y luchar con total libertad por la posibilidad de ser. Pero la realidad es más fuerte, y es por eso que son muy pocos los que pese a quererlo son capaces de exponerse y hasta exigir su nominación como candidato.

Los partidos políticos, estructuralmente, son las organizaciones propicias para instrumentar y llevar a cabo todas estas acciones, pero ni en estos escenarios existen hombres que admitan con total claridad y honestidad el estar trabajando y participando para ser Candidato a Presidente de la Nación.

Más allá de que en diversas oportunidades, situaciones especiales catapultaron a figuras inesperadas a luchar por ese máximo galardón y hasta llegar a ostentarlo, son más, muchos más, los que por respeto a la investidura, por temor y falta de estrategia, culminaron su carrera política sin haber ni siquiera insinuado su ambición a poder competir por ese espacio tan importante.

Estas frustraciones individuales obligaron a los partidos políticos a la instrumentación de procedimientos de selección que no siempre brindaron las mejores propuestas y siempre quedó viva la discusión sobre cuales debían ser las características que convenía priorizar, colocándolas como exigencias mínimas para poder aspirar al puesto, sin que ello pueda ser interpretado como el cercenamiento del derecho de algunos, sino por el contrario el alto grado de compromiso y responsabilidad del partido político y sus integrantes para con la sociedad en general.

Resulta una utopía, de imposible cumplimiento, la construcción del candidato ideal, una fantasía que solo nos conduce a la frustración, porque la imperfección propia del ser humano impone una limitación en la construcción del perfil óptimo que no debe abrumar nuestro espíritu, sino que, por el contrario debe potenciar nuestro afán de insistir en la búsqueda de lo mejor.

Podemos preguntarnos entonces, con el grado de ingenuidad que a la pregunta cada uno pretenda endilgarle, porque si somos tan cautelosos, responsables y exigentes para nominar o nominarnos candidatos al cargo de Presidente de la Nación, somos tan permisivos, tolerantes, complacientes y flexibles cuando se deben designar los candidatos a ocupar los otros cargos con los que se componen los diversos poderes del Estado.

¿Somos realmente conscientes de la importancia que tienen los Senadores Nacionales, los Diputados Nacionales y Provinciales, los Intendentes, los Concejales en el manejo del Estado?

La necesaria actitud exigente se complica porque en los partidos políticos se han instalado varias falsedades.

Una de ellas, que según muchos debemos admitir como cierta, es la que dice que la participación en la política es una carrera por la ocupación de los cargos electivos, que determina una serie de estaciones que comienza en las participaciones barriales, donde se empieza como activista y se puede terminar como referente o puntero del barrio. La estación siguiente sería la ocupación de algún espacio en la comisión del distrito, luego en la de la población o ciudad en la que viva, para culminar las estaciones internas siendo parte del Comité Provincial y Convención Provincial en primera instancia y posteriormente delegado al Comité Nacional y/o la Convención Nacional.

La próxima estación, en la que ya aparecen los cargos electivos de gobierno, es la de ser Concejal Municipal, para luego, y conforme a los méritos cosechados, fundamentalmente internos y en menor medida externos, aspirar a ser Intendente.

Luego viene en la grilla la posibilidad de llegar a un cargo de diputado provincial y alguno a la Gobernación o Vice Gobernación Provincial.

A Diputados Nacionales normalmente acceden aquellos que ocuparon cargos dentro de del Poder Ejecutivo Provincial, cuando se accedió a él, o bien para aquellos que mejor congenian con quienes lideran y dirigen el Partido, y los cargos de Senadores Nacionales, frente a la preeminencia de valoración que obtuvieron con relación a los Diputados Nacionales, están reservados para algunos casos muy especiales de militancia o bien como la estación posterior para quienes llegaron a los más altos cargos del Poder Ejecutivo Provincial.

Debemos admitir que somos parte de la culpa. Si nada otorga certeza, si los éxitos se transformaron en derrotas, si los participantes normalmente no son protagonistas relevantes de proyectos de cambio para nuestra provincia y nuestra sociedad, ¿Por qué aceptamos tan pasivamente las cosas como se están dando? ¿Por qué continuamos siendo permisivos poniendo en riesgo la posibilidad de un futuro distinto y mejor? ¿Por qué dejamos que las cosas lleguen a los límites? ¿Por qué algunos hoy pretenden aparecer como lo nuevo, cuando fueron parte de este evidente retroceso que vivió nuestro partido? ¿Por qué hemos dejado de ser rigurosos con comportamientos acordes a nuestra ideología partidaria, porque y porque? Allí, en el análisis de nuestras conductas podremos encontrar nuestra parte de culpa

Seguramente que no todos fueron culpables. Siempre hay excepciones, pero estas son las que confirman las reglas.

Hay verdades y falsedades muy arraigadas en la vida de los partidos políticos.

Una de esas verdades, y quizás la que más influencia ejerce en la posibilidad de que los partidos ofrezcan nombres diferentes ante cada elección, es que siempre el que esta, el que ocupa un cargo, por su exposición pública y sus posibilidades de responder aunque sea mínimamente a determinadas requisitorias de la gente, es quien tiene mayores posibilidades de ser reelecto o bien de acceder a un cargo de jerarquía superior, frente aquellos que tienen legítimas aspiraciones a ocuparlos pero solo poseen los atributos de sus propios conocimientos y vocación de servicio, y como la rotación, sinónimo de cambio y respeto, no es una norma muy aplicada, acción puesta en práctica en complicidad con las autoridades partidarias, como la cantidad de cargos es muy inferior frente a los que los requieren, siempre el cierre de las listas, que repiten y repiten nombres, deja militantes enojados, dolidos y frustrados que no se darían si la cristalinidad bañara nuestros procedimientos.

Hay preguntas que no necesitan respuestas porque los hechos que suceden y sucedieron son de por si demasiado elocuentes, pero que si ratifican una falsedad impuesta perversamente.

El haber sido un buen dirigente barrial es antecedente suficiente para ocupar un cargo de Concejal? Haber cumplido eficientemente como Concejal, es signo suficiente como para asegurarlo como buen Intendente, y haber sido un buen Intendente otorga méritos como para desear o aspirar o ser nominado como candidato a Gobernador??

Un buen Gobernador o Vice Gobernador nos da la certeza de que estaremos ante un excelente Senador o Diputado Nacional??

Comprometámonos en exigir que se destruya la falsedad. Nada es seguro, y el drama fundamental de los Partidos Políticos es el apoderamiento que han efectuado de los cargos aquellos que tuvieron la posibilidad de llegar primeros a algunas de las estaciones que marcamos. Ellos siempre encontrarán justificaciones para sus exigencias, si queremos revivir el partido está en nosotros no aceptarlas.

En la actualidad algunos partidos políticos generan ámbitos permanentes de formación y de capacitación en los más diversos rubros que hacen a la vida del Estado porque han entendido que estos son una herramienta idónea, tanto como complemento de los atributos personales propios del bagaje de cada cual, como también de gran utilidad para la determinación de quienes deben ocupar los cargos de candidatos

Esto no es una negación a la capacidad individual y características personales que seguramente cada uno aportó para poder llegar a cargos electivos y construir su propia carrera política, pero tampoco nadie puede negar que la obstinación y persistencia de muchos de ellos por seguir, obviando la rotación, norma elemental de convivencia de los partidos políticos, es la causa que en más de una oportunidad sumió al partido en grandes crisis internas y baja de valoración por parte de la sociedad, y esto tampoco les importó.

En este momento la Unión Cívica Radical del Chaco está atravesando un proceso del que es muy difícil predecir el final, como tampoco de las consecuencias del mismo que, seguramente, no serán neutras. Convergencia Social sufrió un resquebrajamiento producto de un grupo de dirigentes que decidió crear Nuevo Espacio, centrando su disidencia con la metodología con la que se elegían los candidatos dentro del partido y la falta de diálogo y debate en que se había sumido a la UCR. Dice el refrán popular: “nunca es tarde…”, pero bueno, tengamos paciencia y esperemos a ver que ofrece cada uno a la militancia y los adherentes con el fin de ganar la supremacía partidaria. Veremos como se maneja cada uno al momento de las decisiones, porque hoy todos tienen aspiraciones, todos quieren ser, todos quieren valorizar su participación.

Si los rumores y expresiones periodísticas que diariamente surgen, son ciertas, pronto veremos instalados en cada comité el cartel: “GRAN MASA DE RADICALES, TRANQUILIDAD Y ABSTENERSE. TODOS LOS CARGOS YA TIENEN PROPIETARIOS. DE UN LADO Y DEL OTRO VOLVERAN LOS ETERNOS PRIVILEGIADOS A OCUPARLOS. GRAN MASA DE RADICALES TRABAJEN PARA NOSOTROS Y VOTEN…”

En síntesis, como yo y muchos, muchos más, no dijimos: Quiero ser Presidente de la Nación y no estamos entre los privilegiados, como tenemos la aspiración a ser dirigido por los mejores, debemos aprender, definitivamente, que debemos ser más rigurosos, inflexibles e implacables en el momento de aceptar y juzgar las actuaciones de quienes ocupan los cargos, para castigarlos con la herramienta que nos entrega la democracia para corregir los errores y las conductas erradas. No nos dejemos convencer con nuevas falsedades, el voto, es individual, es nuestro, si queremos recuperar la UCR direccionémoslo como corresponde…

martes, 27 de marzo de 2012

“DESPUES DE LA CRISIS” -El nuevo escenario de la Unión Cívica Radical- Chaco

Por Ing. Mario Jaraz

Las cartas ya están jugadas… Luego de la crisis se presenta en la Unión Cívica Radical del Chaco, El Nuevo Escenario.

Nadie puede negar que se produjo una crisis. Súbitamente, frente a una situación impensada, la gente se encontró caminando por la fina línea que le requería decir “soy de aquí” – “soy de allá”.

Nadie pudo mantenerse indiferente.

Es interesante leer lo que dice el Diccionario Consultor Político al definir la “crisis”: ”… representa un punto en el desarrollo de los acontecimientos en que se produce una alteración del curso normal de estos…Se producen en un momento de transición de menores o mayores consecuencias, pero siempre van unidas a un cambio inminenteCambio que es una condición inherente al ser humano y a la sociedad, por estar estos en permanente proceso de cuestionamiento constituyen los momentos culminantes de un ciclo que termina para dar lugar a otro que se inicia…”. Podemos completar con lo que menciona el Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas escrito por Torcuato S. Di Tella cuando trae a colación lo que expresara el filósofo Burkhardt: “… la crisis es un signo auténtico de vida, un recurso de la naturaleza, al modo de una fiebre…”

No olvidemos tampoco el viejo refrán popular, muchas veces usado como potenciador frente al desaliento y la resignación: “Toda crisis representa la posibilidad de un nuevo comienzo…”

Hoy, luego de la conmoción inicial y aún cuando seguramente todavía el tránsito de adherentes de uno a otros sector, no ha terminado, resulta indudable que la situación de crisis está pasando y es dable observar una “bienvenida movilización muy beneficiosa para la UCR.

Debemos festejar una excelente consecuencia: El partido, casi integralmente, ha recuperado su capacidad de movilizarse, juntarse, discutir y disentir.

Está llegando el tiempo dejar de lado la histeria, el miedo y entender que hay hechos que si bien pueden superar nuestros propios anhelos, a la vez, también son capaces de despertar y promover nuevos sueños y esperanzas y emociones.

Superado el momento del primer impacto, llega el tiempo del análisis, el razonamiento y la mirada más tranquila. Surgen las iniciales conclusiones, que aunque no definitivas, dado que la dinámica de los movimientos políticos puede causar nuevos e impredecibles cambios, y la observación de las traslaciones y el humor van permitiendo vislumbrar el nuevo panorama. La situación ya manda a que cada grupo, aunque no exponga a fondo su estrategia, intensifique su juego.

“Convergencia Social”, frente a la situación de ruptura a la que ha debido enfrentarse, está movilizando a sus adherentes con el fin de que las consecuencias de la realidad no la lleven a perder la posición de liderazgo que hasta el momento ostentan en el seno del partido. Aún cuando subsiste un resentimiento crítico ante los hechos por estimar que nadie sopesó los posibles efectos negativos de las acciones promovidas, no sólo en lo interno sino también en relación a la sociedad, funda su optimismo en la todavía fuerte presencia de su indiscutido líder, el Dr. Angel Rozas y en el rescate de las acciones positivas de los gobiernos provinciales ejercidos. La verdadera autocrítica promotora de ajustes y correcciones metodológicas, que muchos desean y muy pocos se animan a reclamar con vehemencia, hasta hoy es sólo un enunciado o declamación no puesta en práctica, pero el entusiasmo con que muchos dirigentes están abocados al trabajo permiten avizorar un futuro promisorio fundamentalmente porque existe el convencimiento de la vigencia de las nunca cuestionadas bases programáticas que no sólo dieron origen al movimiento sino que posibilitaron protagonizar gobiernos positivos para la provincia en tiempos muy dificultosos para la vida de la República.

Los Intendentes de Resistencia, Sáenz Peña y Barranqueras, Aida Ayala, Gerardo Cipolini y Alicia Azula, continúan dando pasos tendientes a consolidar el movimiento que han denominado “Nuevo Espacio”. El nombre elegido para distinguirlo de Convergencia Social permite suponer que serán presentadas a la consideración, tanto de radicales como de toda la sociedad, las ideas, normas, métodos y proyectos que al tiempo de brindarle una identidad propia, le otorguen y marquen especialmente una diferencia muy evidente con el movimiento del cual optaron emigrar. Sería hipocresía no reconocer que hasta el momento han recogido un número apreciable de adherentes como también lo sería tratar de ignorar que han despertado una considerable curiosidad e interés entre la gente.

No debemos olvidar que existen otros movimientos que con distintos tácticas y objetivos conviven dentro de la Unión Cívica Radical del Chaco. Entre ellas una de las más importantes es la “Lista Roja”, otrora Lista Naranja, que sin promover acciones muy promocionadas, seguramente estarán a la expectativa, observando los acontecimientos, con el fin de diagramar operaciones que les permitan conservar y acrecentar espacios.

Este nuevo escenario llama a unos a ratificar y o rectificar rumbos, a otros a intentar consolidarse y quizás a muchos a pretender forjarse un lugar que les permita expresar con total libertad su propio radicalismo, ya que no es propiedad de ninguno en particular, pero que posee bases ideológicas y principistas de las cuales ninguno puede apartarse si desea continuar llamándose “radical”. Entre ellas todos deben estar perfectamente informados que la UCR vio la luz al impulso de la búsqueda del bien común para todos y cada uno de los habitantes de nuestro País, lo que por sí sólo genera un enorme compromiso de acción y pensamiento en pro de la construcción y fortalecimiento de una República de hombres libres e iguales, solo posible a partir de la vigencia plena de una Democracia permanentemente custodiada y perfeccionada.

En este camino se encuentran las diversas estaciones que en el transcurrir del tiempo le va brindando a la sociedad para efectuar las correcciones que se precisen , la rectificación de errores o ratificación de decisiones y los cambios de rumbo que estime la sociedad convengan realizar, una de las cuales es la oportunidad que para el año 2013 otorga para los que pensamos diferente al partido gobernante, tanto en el país como en la mayoría de las provincias, de romper, o cuanto menos debilitar la fuerte hegemonía parlamentaria, que tanto en el Congreso Nacional como en los de muchas Provincias a logrado el Justicialismo, ya que estamos convencidos que el equilibrio de fuerzas entre los diversos Poderes del Estado resulta indispensable para que se puedan proveer las mejores decisiones para la gente. Una virtud que diferencia a un buen dirigente es la determinación de las prioridades, y esta sin dudas en una enorme prioridad.

Nuestra Provincia deberá elegir el próximo año, por vencimiento de mandatos, Tres Senadores Nacionales, Cuatro Diputados Nacionales y Dieciséis Diputados Provinciales, además de autoridades partidarias, nacionales y provinciales, y como en la nuestra, con diferentes números, lo mismo sucede en las demás provincias argentinas.

No negamos el derecho ni podemos prohibir que algunos estén discutiendo y tratando de dilucidar quién y cómo se deberá elegir el candidato o candidata de la UCR para el cargo de Gobernador de la Provincia para las elecciones del año 2015, pero desde lo estrictamente político, desde lo conceptual , racional y fundamental creemos que además de trabajar en lo que cada movimiento al que individualmente pertenecemos nos requiere, lo que obligatoriamente deberíamos hacer, todos, es dedicarnos simultáneamente a estudiar y trabajar con ahínco y convicción las problemáticas que envuelven hoy al país y la provincia, para dentro del marco de nuestra propia línea de pensamiento, diagramar las más precisas soluciones a proponerle a la gente. Es a ella a la que debemos convencer que nuestras propuestas son las mejores y persuadirlos que nos apoyen porque tenemos hombres suficientemente capacitados como para luchar por sus concreciones. A la Gente es a la que debemos seducir para que en las elecciones legislativas, nacionales y provinciales, del año 2013 nos voten, porque no debemos defraudar a la República (y por lógica traslación a toda la gente), priorizando exclusivamente las cuestiones internas y personales.

Sería coherente para con la historia partidaria, conveniente para el País y la materialización de un acto de responsabilidad frente a la sociedad, que desde nuestras diferencias y divergencias tratemos de encontrar una forma que satisfaga a todos para diseñar las mejores ideas, elegir los hombres y mujeres más aptos para el momento y trazar las mejores estrategias para lograr el éxito en las próximas elecciones legislativas del año 2013. Por internas, por consenso, pero permitiendo la participación más amplia y las posibilidades más cristalinas asegurando la alternancia como principio innegociable, pero es preciso que, como radicales, lo hagamos.

El escenario Radical es diferente. Recuperar para el militante, el adherente, el afiliado y todo aquel que comparta la ideología y el sentir radical, el protagonismo y la participación activa, representa una opción de lucha que requiere convicciones, decisión, identidad y osadía. Cada cual puede elegir su lugar, pero ninguno tiene derecho a flaquear o especular en beneficio propio, porque pertenecer tiene el costo del esfuerzo pero otorga el beneficio de la realización personal y social tal como la soñaron y pusieron en práctica aquellos hombres del radicalismo que entendían, y porque no, muchos entienden, que la POLITICA, con mayúsculas, es el mejor instrumento para Cambiar la Realidad, partiendo de la defensa innegociable de la Libertad, la Igualdad y la Dignidad de todos y cada uno de nosotros.-

En lo personal puedo decir con total tranquilidad y honestidad: Se lo que soy, sé de dónde vengo, se donde estoy y sueño y trabajo para llegar a donde voy. Quienes me conocen y me aprecian, también lo saben…hay cosas de la vida que no aprendí y espero nunca aprender…

lunes, 20 de febrero de 2012

“UNION CIVICA RADICAL” -Sin miedos, hay que volver a empezar…- “UNION CIVICA RADICAL” -Sin miedos, hay que volver a empezar…- “UNION CIVICA RADICAL


Por Mario Jaraz

Cuando en el mes de diciembre del 2011, en un plenario de delegados de toda la república la Unión Cívica Radical debía elegir el nuevo Presidente del Partido, una propuesta surgida de dirigentes que ocupaban cargos de preponderancia dentro de la mesa del Comité Nacional que finalizaba su mandato, varios de ellos enfrentados entre si, como de otros organismos partidarios y de representación, juntamente con algunas líneas internas y algunos caracterizados militantes, fue impuesta a la mayoría de los delegados luego de una tarea de convencimiento basada fundamentalmente en que era necesario proceder a una renovación de personas, en lo posible con alguna actividad preponderante ante la sociedad, poseedoras de nuevas ideas y nuevos conceptos.

El personaje elegido era el Ingeniero Barletta, poseedor de antecedentes importantes dentro del ámbito de su actividad pública ya que entre otras cosa había sido rector de la Universidad Nacional del Litoral, Intendente de la Ciudad de Santa Fe y precandidato en las elecciones internas a candidato a Gobernador de la misma provincia en las que fue derrotado por el candidato propuesto por el entonces Gobernador Binner. A los propulsores de la idea no les importó que para lograr que fuera Presidente de la UCR debía superarse el inconveniente de que no era delegado por su provincia al Comité Nacional, lo que se lograron forzando y provocando situaciones de una manera harto criticable que aún hoy son cuestionadas por muchos.

Lograron el objetivo y el Ingeniero Barletta fue consagrado Presidente de la Unión Cívica Radical nacional. Comenzaron discursos muy elocuentes que hablaban de modernización, de cambios, de recuperar presencia, pero cuando se analizan los argumentos que fundamentaban las acciones se comenzaba a distinguir una muy reiterada crítica a prácticamente todo lo realizado en los últimos veinticinco años por los radicales actuantes no únicamente en la esfera partidaria sino también cuando ejercieron diversos cargos de gobierno.

Esta mención no significa un cuestionamiento a su derecho a realizarla, aún cuando para muchos la misma estaba totalmente equivocada desde lo conceptual, más allá de su similitud con la que normalmente se formula desde la más dura oposición al radicalismo. No tengo dudas que desde su nuevo cargo debería haberse ocupado de construir su imagen para toda la comunidad nacional, incluidos los radicales, abordando temas menos conflictivos para la sensibilidad de muchos radicales, temas convocantes y no olvidar que todavía el partido, más allá de haber perdido elecciones, tomado decisiones erróneas, de muchas equivocaciones y presentar flancos débiles en varias de las decisiones adoptadas, estructuralmente está vivo y con posibilidades reales y concretas no sólo de sobrevivir, sino de recuperar su importancia y valoración, si se efectúan las correcciones precisas y se acentúa su compromiso para con la sociedad consolidando principios e ideales que continúan vigentes frente a la inoperancia de los otros sectores políticos actuantes y el abandono que de algunos radicales que tuvieron responsabilidades de poder.

Resulta evidente que no se había comenzado bien.

Pero seguimos peor y lo digo en primera persona porque el Ing. Barletta es el presidente de mi partido y de todos los radicales y no de su partido personal.

Seguimos peor, porque la otra causa por la cual ocupamos grandes espacios en los medios de comunicación y que esta, lamentablemente, provocando una posible y no deseada fractura que se insinúa, y que no sirve nada más que para darle argumentos a aquellos que nos critican aduciendo que la UCR se ha convertido en una agencia de colocación de amigos y tráfico de influencias, es el intento o el desplazamiento de radicales. Es la puja por espacios muy especiales y de influencia. Se comenzó buscando, ¿o concretando?, el desplazamiento del Dr. Leandro Despouy, para luego…

No estoy ejerciendo en este momento una defensa del Dr. Despouy, pese a que reconozco lo que su prestigio le aporta a nuestro partido, me rebelo porque me parece que estamos equivocando los tiempos. ¿El desplazamiento de Despouy va a cambiar la situación del partido? ¿Este es el problema fundamental que debemos afrontar para recuperarnos? Seguramente detrás de esta acción hay algo escondido que no se cuenta y si no la hay es necesario que se diga la verdad porque hoy nadie cree que renunció, que lo que se pretende hacer es un homenaje, que ya cumplió su mandato, etc.etc. ¡Por favor! Respeten nuestra inteligencia, que quizás no tenga el nivel de la de ustedes, pero tan ilusos y estúpidos no somos.

Estoy escribiendo en plural. ¡Me delató el subconsciente! Esto no es obra sólo del Señor Presidente, junto a él hay otros, también en puestos muy encumbrados, que avalan, propician y colaboran en estas acciones.

Se está perdiendo tiempo. Ya pasaron más de dos meses. Ya faltan dos meses menos para las elecciones legislativas del año 2013 que nos brinda a todos los partidos de la oposición la posibilidad de intentar un mejor posicionamiento numérico y porque no la ruptura de la hegemonía de poder del hoy partido gobernante. Y en estos más de dos meses los radicales estuvimos hablando mal de nosotros mismos, estamos discutiendo y peleándonos entre nosotros y lo que es peor, promovido todo esto por nuestros dirigentes. ¿Por qué?

¿Así pensamos seducir a la sociedad para recuperar su favor?

También estamos, según cuenta nuestro actual presidente partidario, insistiendo en un pedido de audiencia con la Señora Presidente de la Nación. Pregunto ¿Para qué? ¿No escucharon sus declaraciones cuando dijo que a todo aquel que quiera, desde lo político, darle consejos o formularle propuestas de cambio a sus acciones, que se afilie a un partido político, que sea candidato, que gane elecciones y entonces cuando le toque gobernar que haga lo que desee (no es textual, pero en lo conceptual no hay errores). ¿O deseamos ofrendarle algo…?

Que se yo, prefiero no suponer, y aunque siendo delegado titular al Comité Nacional por la Provincia del Chaco, habiendo concurrido a la reunión realizada, me retiré de la misma porque estaba y estoy seguro que el radicalismo, entre los delegados elegibles tenía y tiene personas de méritos más que suficientes para cumplir con eficiencia en este momento muy difícil que vive el partido, deseo expresar que mis críticas no tienen nada que ver con el Ing. Barleta persona, a quién no conozco personalmente, sino con la forma en que está conduciendo, junto a otros que seguramente comparten su manera de actuar, el partido, que es lo que me preocupa y desvela.

Opino que hay tiempo de rectificaciones. Es demasiado lo que está en juego. Que es necesario que se reúna con urgencia el plenario, solicite la renuncia de la mesa de conducción y proceda a la elección de la nueva conducción.

Si no tenemos miedo y el partido es lo importante, estamos a tiempo, si no queremos hacerlo, cualquiera fuera la causa o circunstancia, ¡Ojalá todo vaya bien! Aunque yo no lo crea y hoy este criticando.-

jueves, 26 de enero de 2012

PARA LA POLITICA, ¿SOLO DINERO? Y LA DIGNIDAD ¿QUE?

por: Ing. MARIO JARAZ

Hay temas que pese a su complejidad deben ser abordados con total responsabilidad y honestidad.

Entre ellos existen algunos que tienen impacto primordial en el humor de los políticos porque se ha instalado en el pensamiento global de quienes aspiran a lograr espacios de trascendencia, que para ambicionar el éxito un valor primordial a tener en cuenta es la posibilidad económica.

Nadie puede negar que las campañas electorales son extremadamente costosas y estos costos aumentan permanentemente a medida que se van incorporando elementos con los cuales se espera poder seducir a los ciudadanos.

Asesores de imagen que opinan la mayoría de las acciones que deben tomar los candidatos, sean estas arreglos físicos, maneras de hablar, de vestirse y hasta sobre el contenido de los discursos y conversaciones; encuestadores que constantemente informan sobre el real posicionamiento de los candidatos en la sociedad, publicidad callejera, en medios de comunicación, panfletos, viajes, etc.etc. van conformando un cúmulo de gastos que van limitando la posibilidad de acceso a la disputa a muchos que, con condiciones intelectuales suficientes, sino disponen es estructuras muy preparadas para abordar todos los ítems que permitan presuponer el triunfo, sienten la imposibilidad de lograr los fondos necesarios para competir en igualdad de condiciones.

Estamos asistiendo a una discriminación importante que deberá ser corregida partiendo de articulaciones partidarias que tiene que ver con la conciencia ética de los integrantes del partido.

Pero además de esto que escuetamente exponemos, y que si todo sigue por el mismo rumbo que hasta hoy, sin dudas, continuará, existe un rubro del que nada se dice en público, que no se comenta en reuniones abiertas y si se lo hace es para acusar a los adversarios de aplicarlo, que según las circunstancias, llega a tener participación trascendente en los resultados.

En sectores de la sociedad con “necesidades básicas insatisfechas”, con alto grado de supervivencia asistida, educadas en el sistema del asistencialismo estructural y atemorizadas por la amenaza de ser sacadas del sistema, lo que la gente está entregando a cambio es su “libertad de elegir”, la posibilidad de expresar su deseo en forma totalmente libre y frente al acoso entre quién hoy está y quién mañana quiere estar, se presta al juego de “la oferta y la demanda” intentando conseguir algo más. Cada acto electoral le permite, lamentablemente, poner en “venta su voluntad”. Su participación en el juego es imprescindible, pero no es totalmente culpable.

Esta manera de relación entre políticos y necesitados ( a veces algunos no tan necesitados) se ha convertido en un “vicio” de muy difícil erradicación, porque si bien reconoce un origen totalmente válido, cual es el compromiso ético del gobierno (Bernardo Klisberg en: “Una Economía con rostro humano” ) de contribuir a mitigar las carencias elementales de los ciudadanos, especialmente cuando estas son alimenticias, el tiempo, el mismo, en lugar de obligarse a promover simultáneamente a estas asistencias, políticas de desarrollo integradoras que vayan incorporando a todos y cada uno de los habitantes a su rol de ciudadanos libres y aptos de lograr su propia subsistencia, admitió perversas lecturas del compromiso de convivencia que asumen todos los integrantes de un grupo social, que convirtieron un acto absolutamente obligatorio y prestigioso para quienes lo instrumentan y lo practican, en un instrumento atentatorio de la dignidad de seres humanos que por necesidad deben prestarse al juego.

Y entrar en este juego, también requiere, de parte de políticos con “escrúpulos cuanto menos frágiles”, de importantes sumas dinerarias. El deseo de asegurar el voto va imponiendo cada vez menos límites a las entregas y las promesas. Sin formular en este momento opinión sobre lo digno o indigno de la actitud de la persona que ofrece, resulta realmente preocupante observar que la palabra límite está perdiendo totalmente trascendencia.

¿Cuál es el límite? ¿Quién lo puede imponer?

Resulta evidente que la “Ambición personal” no es la más propicia.

Tengo el convencimiento que ideologías que hacen de la dignidad del hombre el centro de su accionar y una educación que revalorice principios que hacen a la propia existencia de las personas, son, junto a la convicción plena de la necesidad de abandonar prácticas obscenas para el decoro y la vergüenza humana, los elementos indispensables para erradicar del folklore de la actividad política actitudes de esta naturaleza.

No alcanza, no sirve, declamar grandes prohibiciones si en cada grupo de acción no existe el convencimiento de que es preciso cambiar. Los Partidos Políticos tienen en este aspecto un rol fundamental a cumplir.

¿Y nosotros los radicales?

La UCR debe dejar de utilizar maneras de conseguir votos que se contradicen con la ideología del Partido que declara permanentemente que “su lucha está centrada en la búsqueda del bien común y la dignidad del hombre”.

No puede ni debe la UCR participar junto a los demás partidos políticos en una desenfrenada carrera de ofrecimientos de bienes materiales a cambio de votos que desnaturalizan totalmente el principio del respeto de la libertad de pensamiento y acción.

No podemos los radicales seguir observando como la voluntad de las clases más necesitadas y numerosas, es un bien de cambio que se cotiza en el mercadeo de los votos al mejor postor y evitar que con el transcurrir del tiempo se continúen perfeccionando los métodos de dominación del poderoso en detrimento del necesitado.

No podemos seguir mirando hacia otro lado pretendiendo ignorar lo que a nuestro lado está pasando. No podemos seguir siendo cómplices.

¡Que nadie se haga el sorprendido frente a lo que estoy exponiendo!, porque todos sabemos que sucede, sucedió y si no tomamos la decisión de reivindicar en forma urgente determinados valores que hacen a la convivencia real en sociedad, seguirá sucediendo y todos seremos cómplices de esta nueva forma de esclavitud creada con el fin de alcanzar poder.

Muchos en voz baja dirán que si no utilizamos estos nefastos procedimientos nunca arribaremos al poder y de esta manera nos estaremos excluyendo de las luchas por las reivindicaciones de la sociedad.

Creo firmemente y estoy convencido que no.

Creo que una militancia activa y comprometida con otros valores, que se ocupe de difundir la alternativa distinta y concientizar a la gente sobre la posibilidad de transitar por caminos diferentes para alcanzar los objetivos primarios que hoy muchos le prometen, pero que, en realidad, lo están engañando. Creo que la gran mayoría de la gente, pese a estar hostigada por sus necesidades insatisfechas, por su desamparo y hasta en casos, por la ignorancia, conserva intacta su innata ambición de acceder a una vida mejor que es lo que se debe incentivar como posible y realizable. Se estará ayudando a cambiar… Se estará obligando a cambiar…

Es, sin dudas, una tarea extremadamente difícil, que requiere como primer argumento motivador la claridad del porque de la participación en política, acompañada por el enamoramiento a una ideología que a través de sus componentes brinda el convencimiento de que es factible la construcción de un mundo más justo, mejor y para todos y para lo cual resulta imprescindible el amparo de un partido político que sea capaz de cobijar sus inquietudes, dar respuesta a sus ansiedades y otorgarle la certeza de que la pertenencia otorga el beneficio del protagonismo.

¿Qué intento insinuar además? La imperiosa necesidad de recuperar para la política el insustituible beneficio de la tarea participativa y comprometida.

¿Cómo seguimos? Animándonos a decir todo lo que pensamos, todo lo que deseamos, lo que no nos gusta y lo que aspiramos, será la única forma de conseguir que nuestro Partido, la UCR, sea el espacio propicio para materializar el principio básico que justifica la participación en la política que es la preocupación y la ocupación por los problemas de nuestros semejantes y los propios. Como expresa uno de los mandamientos, que con gran calidad da razón de ser a la esencia de la política y a la participación en la misma cuando dice (no textualmente) “Amarás a tu prójimo como a ti mismo…”

Muchos parece que lo han olvidado…

Creo que es muy difícil, quizás imposible, pretender ser digno cuando se practica la indignidad…

En la política ¿hace falta dinero? Seguramente que sí, pero hará falta menos si nos animamos a cambiar muchas cosas.

Un conocido pasaje histórico dice: “…SI LO QUEREIS, NO SERA UNA LEYENDA…”

Chau. Hasta la próxima (si es que la hay…que se yo, pasan tantas cosas…)

P.D: En las elecciones P.A.S.O. realizadas el año pasado en mi provincia (Chaco) me presenté como precandidato a Diputado Nacional por primera vez en mi vida. Entre 7 candidatos salí último. Apliqué junto al grupo de auténticos radicales que me acompaño lo que en esta nota propongo, no nos dejamos torcer el brazo por ninguna causa y pese al resultado me sentí y siento muy bien…el año que viene haremos lo mismo y su práctica es exigencia básica para todos los que deseen participar en nuestro grupo.

Por las dudas, no nos copien…si seguimos igual, salvo una catástrofe nacional que no deseo, no podemos asegurar nada…

martes, 24 de enero de 2012

“CON ANIMO CONSTRUCTIVO…CONTRA NADIE EN PARTICULAR…A FAVOR DE TODOS…” -ASI LO PIENSO YO, Y LO DIGO…-

Ing. Mario Jaraz

Cuando no se practica la autocrítica, cuando no se propicia el debate serio y honesto, cuando se cree que la verdad pasa por la opinión de unos pocos - que son los de siempre- , cuando no se tiene la valentía de enfrentar las críticas y aceptar los errores cometidos y cuando la soberbia potencia la posibilidad de la continuidad eterna del manejo de la voluntad política de determinado sector de la sociedad, lo que se pierde es la noción de la realidad.

Cuando obcecadamente se da continuidad a una manera de actuar sin considerar los inconvenientes o resultados que dicha actitud hoy produce y ayer provocó, cuando las consecuencias de determinados actos son obviadas y se construye una situación ficticia que por su propia esencia y circunstancia provoca el auto engaño, quien así actúa corre el riesgo de convertirse en responsable principal, directo e indirecto de acciones promotoras de perjuicios que exceden el marco de lo personal y afectan al colectivo.

La actividad política tiene tiempos que se determinan en función a logros y fracasos, al cumplimiento o no de promesas, a la conducta y a la idoneidad con la que, quién obtuvo un espacio, pudo demostrar con hechos la aptitud ofrecida. Estos tiempos son los que van indicando y determinando los cuando no y los cuando sí, de lo que cada uno puede desear o aspirar.

El éxito en la política tiene diferentes visiones que podemos ubicar en dos campos: el subjetivo, que muestra lo que el protagonista siente o percibe, y el objetivo, que surge de las sensaciones que los receptores de las acciones puedan considerar. Estos dos estamentos de análisis posibilitan determinar con mayor certeza la validez de las mismas por cuanto la comparación se comporta como un parámetro apto para distinguir la realidad.

No es ilícito ni tampoco ilegitimo, el aspirar a ocupar diferentes cargos de representación partidaria y popular cuando se actúa en política, pero hay que tener plena conciencia que la participación en un partido político automáticamente te transforma en parte de un grupo que posee elementos identificables que sostienen la convivencia y provocan la pertenencia. El ser parte otorga beneficios y genera obligaciones, entre las cuales existen algunas de cumplimiento casi obligatorio para la consolidación de la coherencia interna y es el respeto que se debe tener por los demás integrantes. La exigencia es obrar no sólo respetando la gente, los principios, ideas y métodos que este posee, sino también bregar para que los objetivos que motivan la existencia partidaria sean cumplidos. La pretensión por ejercer en forma permanente la representación y el poder sin vulnerar los derechos y los deseos de los demás, reconoce para su aceptación, que la cadena de los aciertos predomine por sobre la de los errores, pero asimismo entender, y actuar en consecuencia para que el deseo de seguir siendo en forma continua no signifique un entorpecimiento al crecimiento de sus iguales, ni tampoco un impedimento para las aspiraciones que otros puedan formular.

Un partido político no puede crecer, funcionar y mucho menos cumplir con sus objetivos si lo que siempre se prioriza son los deseos de unos pocos.

La contrapartida a todo lo expuesto como negativo para el acrecentamiento del protagonismo del partido, es la participación y la rebeldía, expresada ésta en una fuerte exigencia doctrinaria y una firme postura por el retorno a formas de entender y practicar la política que difieren totalmente con algunos métodos que por reiterados hasta parecen normales.

¿Qué pretendo reflejar? Una realidad que debemos desterrar. Una manera de proceder que en nombre de la verdadera política, tenemos la obligación de expulsar de nuestro partido.

Debemos dejar de ser un partido que se comporta como feudo de unos pocos, privilegiando las aspiraciones de sólo algunos, para convertirlo en el Partido de Todos.

Hay que trabajar e implicarse en la lucha por la apertura real del Partido. Que quienes hoy se creen dueños entiendan que todos aquellos que siempre encontraron como límite el umbral de la puerta de entrada puedan superarlo y tener la posibilidad de de hacer uso de todos los derechos que el partido ofrece para participar, decidir, debatir, ser, acciones que, lamentablemente, por circunstancias fáciles de entender desde la ambición y difíciles de comprender desde la ética, siempre estuvieron vedadas para muchos que debieron soportar la prepotencia de algunos que las transformaron en patrimonio de unos pocos…

Hay provincias en las que ya se están barajando nombres y generando compromisos para las elecciones legislativas, nacionales y provinciales, del próximo año 2013 y para sorpresa de muchos que confían en nuestra capacidad de reacción, se observa que son los mismos nombres y apellidos que se escuchan desde hace ya varios años.

¡Qué tristeza! ¡Pobre Partido! No pudo y no lo dejaron generan nuevos dirigentes plenamente identificados y absolutamente capaces para ejercer su representación. No le permitieron prepararse para el futuro.

¿La bola de la ruleta cae siempre en el mismo número? Sólo cuando tiene algún desequilibrio muy pronunciado o simplemente cuando se la preparó con trampa.

Nadie es culpable si silenciosamente se lo deja hacer. Como decía el gran Tato Bores, “nadie se puede quejar si no se queja”, pero creo que hoy la circunstancia partidaria llama a un involucramiento más participativo que seguramente, con convicción y un alto sentido de pertenencia generará los cambios que la sociedad le reclama.

Animémonos y hagámoslo. Si hay propuestas mejores, olvídense de este escrito. No hay problemas.

Me dijeron: No nos podemos quejar, los radicales, en las internas, los apoyan. Está bien, que apoyen a quien quieran, tienen derecho, y yo también tengo derecho a decir que no me gusta.

Una cosa más.

El nuevo Presidente del Comité Nacional ha efectuado un llamado al retorno de los que se fueron, yo, humildemente le sugeriría que trate de brindar prioridad para “llamar a retornar a los que no se fueron”, que siguen y seguirán siendo radicales, pero que no se sienten contenidos porque lamentablemente algunos señores se encargaron de alejarlos a través de contradicciones en las interpretaciones doctrinarias y de forma de muy difícil explicación desde lo radical.

Es preciso rescatar el Partido para la Unión Cívica Radical. Es necesario devolver el partido a los radicales, porque ¡cuidado! Se están escuchando declamaciones muy bien construídas que están tratando de diagramar nuevas estrategias de posicionamiento para el partido, pero que están minimizando la opinión e importancia del verdadero salvador de la UCR: sus adherentes, afiliados y militantes que son los que nunca se fueron detrás de propuestas pseudo-superadoras y hoy sufren su presente.

Se hizo larga la nota. Los dejo hasta la próxima. Chau

domingo, 8 de enero de 2012

“CONTINUO DICIENDO…SIN MIEDO A EQUIVOCARME”


Escribió: MARIO JARAZ

La querida correligionaria Carmen Britto, al efectuar un comentario sobre la nota “Como en boliche…” que publiqué en Facebook y también en el blog www.mariojaraz.blogspot.com, me formula una pregunta a la que ella misma responde prácticamente con una afirmación, pero intencionadamente nos priva de su personal análisis, seguramente enriquecedor, para continuar luego incitándome, de alguna manera, a continuar inserto en esta temática que, aunque para algunos pueda parecer un pasatiempo para llenar horas de ocio, les aseguro significa para mi una enorme preocupación puesto que soy de los que siempre creí que el juego de las ideas es la mejor herramienta con que dispone el ser humano para la búsqueda de su bien estar y buen vivir.

No creo en los gestores y realizadores que sólo actúan al impulso de sus instintos. Creo en el condicionamiento de los actos por el razonamiento y el estudio, y aún en la emergencia, también se debe intentar recurrir a ellos para la adopción de las mejores acciones.

El escaso apego a la doctrina y objetivos del radicalismo que demostraron tener muchos funcionarios que accedieron al poder al amparo de la UCR, significó, indudablemente, renegar y hasta agraviar un elemento trascendente de la identidad. De ninguna manera puedo ignorar que muchos de ellos se sintieron condicionados y hasta presionados por un gobierno nacional que no le imponía límites a sus requerimientos de adhesión, pero también es preciso reconocer que en la mayoría de los casos, con el transcurrir del tiempo, esa actitud dócil no les sirvió para asegurar continuidad y hoy podemos observar que salvo aquellos de demostraron una sumisión casi absoluta, en su gran mayoría han sido desplazados, habiendo varios que sin importarles lo que su actitud significó en el debilitamiento del radicalismo, pretenden continuar liderando a la UCR.

Pero nada es totalmente absoluto. El apartamiento a los mandatos ideológicos partidarios por parte de varios (más de uno) de los principales dirigentes partidarios, funcionarios y diversos emigrados, no es de ninguna manera la causa exclusiva del estado en que hoy se encuentra la Unión Cívica Radical, pero estimo que ello tiene un grado de responsabilidad importante.

No se puede en política, y tampoco en otros órdenes de la vida, despreciar el análisis sobre lo que son, que buscan y que desean aquellos con los que uno se junta o pretende juntarse. El Partido Justicialista nunca despreció la posibilidad de las alianzas, uniones, agrupaciones, etc. con otros partidos, pero en ninguna oportunidad lo promovió cediendo el protagonismo, los espacios y mucho menos la conducción y esto es algo que ningún participante con algo de experiencia en política podía o puede ignorar. Un simple repaso a todas las ocasiones en que estas situaciones se dieron y el final que cada una tuvo, resultará elocuente para tomar conciencia de los efectos, y es bueno intentar intuir o imaginar, cual es el resultado cuando dichas asociaciones provocan concesiones de índole ideológico. Seguramente encontraremos allí el origen de muchos de nuestros males. La responsabilidad no es de ellos, los justicialistas, es de los radicales y otros más que no quisieron, no pudieron o no supieron entender la realidad y las consecuencias de las acciones que estaban abordando.

Pienso útil y necesario que en el radicalismo se formulen desafíos de acciones que superen la convocatoria a personas que se fueron y operaron con nuevas identidades doctrinarias en contra de los intereses del mismo, y se llame a protagonizar el diseño del nuevo tiempo muchos cientos o miles de adherentes, militantes y afiliados cuyos méritos no radican solo en el hecho de no haber renegado su pertenencia, sino además, en haber contribuido con su persistencia a consolidar la vigencia de una manera de entender la política.

La agenda de trabajo de la UCR no puede abstraerse de revisar profundamente cuales fueron las causas por las que la sociedad, en un porcentaje demasiado alto, porcentaje que incluye a radicales y a ciudadanos que siempre tenían una mirada especial hacia ella, decidieron no apoyarla. En esta revisión confluirán tres elementos: validez de los proyectos, sustento y factibilidad de concreción de los mismos y las personas que por diversos métodos fueron consagrados como los candidatos del Partido. El hurgar sin temores ni impedimentos en todas y cada una de las circunstancias nos dará la posibilidad de ir detectando todos y cada uno de los errores cometidos y el diseño y la forma que deberá adoptar la nueva propuesta para ser recibida con beneplácito por la ciudadanía. Esto podría sintetizarse diciendo que nos está faltando el imprescindible debate y discusión que cada tropezón debe tener del que no puede estar ausente la autocrítica de los autores que deben ser conscientes que el deseo de saber, preguntar y opinar de parte de todos y cada uno de los militantes y quizás la recriminaciones que determinadas acciones adoptadas promuevan, seguramente no provendrán del afán destructivo sino de la profunda preocupación que la situación genera.

Pasó suficiente tiempo desde el rotundo fracaso electoral y aún quienes tienen la responsabilidad de hacerlo no han despertado expectativas positivas por tratar de utilizar una metodología integradora de la totalidad de arco radical real, el arco silencioso pero lleno de identidad y sentido de pertenencia. El arco que nunca traicionó. Sin embargo si se invitó a aquellos que alguna vez fueron y después se fueron. (lindo juego de palabas). ¿Con que resultados? Tengamos paciencia…y confirmo algo que supe expresar en otra oportunidad: La Unión Cívica Radical no precisa un salvador, está sostenida por millones de radicales diseminados a lo largo y ancho del país, lo que necesita es reencontrarse, reencausarse y conducción…Todos nos estamos proponiendo para aportar, esperamos…

Sin haber terminado, voy a terminar y lo voy a hacer enumerando algunas pequeñas cuestiones que seguramente darán pié a la próxima:

- Rápidamente me dirán que no puedo catalogar de fracaso las elecciones cuando en diversas ciudades y poblaciones nuestros candidatos obtuvieron triunfos. ¿Esos triunfos tienen la suficiente envergadura como para disimular el verdadero papelón vivido por el partido a nivel nacional y en la mayoría de los lugares en los que participó?

- En un próximo escrito creo que debemos tocar la validez de la resolución adoptada en reunión nacional en la que se decidió respetar “la estrategias territoriales” en contraposición al carácter nacional de nuestro partido.

- ¿El radicalismo puede seguir conviviendo, sin luchar denodadamente, con los males endémicos que azotan desde antaño a nuestra sociedad?. Podemos admitir que se continúe hablando de igualdad de oportunidades cuando hay millones de ciudadanos que no beben agua potable, no tienen salud, no tienen… Nos dejaremos pisar por el tren de la historia…

Gracias. CHAU

P.D.: El comentario completo de Carmen Britto puede ser leído en el sector comentarios de la nota levantada en Facebook.

viernes, 6 de enero de 2012

Algunos comentarios de amigos

GRACIAS MARIO, LO MISMO PARA UDS. QUISIERA QUE SE CUMPLIERAN TÚS DESEOS, NO SABES CUANTO EXTRAÑO APTITUDES SOLIDARIAS, DE UNIDAD, DE CRITERIO REPUBLICANO, DE AMOR A LAS BANDERAS DEL PARTIDO Y DE LA NACIÓN. QUISIERA VOLVER A EMPEZAR, PERO ESTO NO ES POSIBLE, YA HEMOS CONSTRUIDO LAS BASES, BIEN O MAL, PERO EXISTEN. LOS QUE RECIBEN LA POSTA DEBERAN HACER QUE EL PARTIDO Y LAS IDEAS NO SE OLVIDEN, QUE NO NOS PASE LO QUE SUCEDIÓ CON LOS DEMÓCRATAS PROGRESISTAS EN SANTA FÉ. CREO QUE NUESTROS JÓVENES RECIBEN UN PARTIDO QUE ESTÁ EN TODO EL TERRITORIO DEL PAÍS, NECESITAMOS, QUIEN O QUIENES PUEDAN SACARLOS DE LAS CENIZAS PONIÉNDOSELO AL HOMBRO. HAY QUE JUNTARSE Y FORTALECER UN GRUPO A FALTA DE CONDUCTOR, QUEDA LA ORGANIZACIÓN QUE LO PUEDA SUPLIR. NO TE OLVIDES TODO LO QUE PASAMOS Y EL TRABAJO QUE TÉ DEMANDÓ, JUNTO A MUCHOS PATRIOTAS MANTENER LA UCR. NUEVAMENTE BUEN AÑO Y QUE SEAN TODOS MUY FELICES.-
Doctor CARLOS R.LE DONNE
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Yo lo lei y hasta el final.
Muy buen escrito.
Felicitaciones y feliz 2012!!!

Ing.Cristian Vernet

jueves, 5 de enero de 2012

“COMO EN BOLICHE DE PUEBLO: UN POCO DE CADA COSA…PERO HAY DE TODO…

“COMO EN BOLICHE DE PUEBLO: UN POCO DE CADA COSA…PERO HAY DE TODO…
…HAY QUE SABER (Y QUERER) BUSCAR”
Escrito por: MARIO JARAZ

La lectura de dos artículos publicados en Facebook me obligaron a situar frente a la compleja situación que enfrentamos quienes tratamos de vivir plenamente la Unión Cívica Radical.
Uno de ellos, producido por el apreciado amigo Carlos Lorinz, formula con mucha certeza un cuestionamiento a metodologías y procedimientos utilizados en el discurso, en los mensajes transmitidos y en la selección de las personas que nos deben representar, que no sólo produjeron rispideces en la relación entre correligionarios, sino que, por su falta de calidad, provocaron un efecto opuesto al buscado dando como resultado el rechazo de la sociedad a la que se pretendía seducir. Al decir Sociedad, involucro no solo a los independientes y gente de otras pertenencias partidarias, sino también a los radicales que con pesadumbre observaban el retroceso que todo ello significaba.
El otro artículo, leído a instancias de Flavio Luis Buccino en el blog de su amigo Gabriel Palumbo, lleva el nombre “Algunos Futuros para el radicalismo” encara la problemática ideológica del partido, las contradicciones de determinados actos y el “abandono de la representación popular que consiguió históricamente”. Este último tema, producto de la propia inoperancia, produjo, dice el artículo, “un claro empequeñecimiento de la democracia…”. Otro aspecto importante e impactante, aunque no novedoso, que toca el artículo es la visualización de los desvíos ideológicos que tuvieron sus dirigentes en la búsqueda de opciones que aproximaran al partido la posibilidad del éxito, desvío al que de alguna manera explica como consecuencia de la inconsistencia ideológica y de las incoherencias en la definición de su propia identidad a la que describe como un tránsito entre diferentes definiciones, que al tiempo de ser inconexas entre sí, muestran al partido como un agrupamiento incapaz de portar en el tiempo una línea de pensamiento con convicción y osadía y sí presto a subordinarse a los pareceres de dirigentes circunstanciales de mayor o menor envergadura. El relato continúa con una serie de apreciaciones de diferente naturaleza y culmina exponiendo la necesaria renovación de protagonistas si el deseo es mirar también el futuro.
Son dos artículos que presentan y nos ubican frente a dos temas sustanciales que deberán ser motivo de debates y definiciones. Conversaciones y conclusiones. Revisiones y cambios. Cuestionan el que somos y también el cómo somos. Nuestra esencia y nuestra forma de actuar. Nuestro ser y nuestro proceder.
¿Por dónde empezar? Ambos tópicos son extremadamente importantes para la búsqueda del retorno, con una circunstancia que nos facilita las condiciones del análisis.
A la cultura ciudadana que con gran habilidad instaló el peronismo, que responde a su propia visión de la política y las conductas que ella requiere, resulta obligatorio abstraerla de nuestros razonamientos para poder producir sin condicionamientos los elementos que nos posibiliten recuperar la identidad. Si no tenemos la capacidad de actuar con esta premisa como marco, incurriremos en el error de creer que estamos cambiando cuando lo único que habremos logrado es acentuar nuestra mimetización para con una corriente de pensamiento que no representa ni facilita nuestra manera de entender los fines de la política.
La UCR es, y lo podemos escribir con letras mayúsculas: EL PARTIDO DE LA LIBERTAD. El compromiso de la lucha permanente por la libertad es el primer eslabón de una larga serie de reivindicaciones de la condición humana que justificaron, en aquel lejano tiempo, su nacimiento y sus disputas. La actitud persistente de quienes por convicción no admitían que estas conquistas provoquen cambios en una sociedad que habían construido plagada de inequidades y la ausencia de límites en sus formas y métodos, hicieron que aún hoy, quienes aspiramos a una sociedad diferente, a cada instante, debamos comenzar planteando similares consignas.
El radicalismo fue, y debido a las circunstancias, debe seguir siendo el partido que con insistencia bregue por la problemática de los “desposeídos”. ¿Los desposeídos? Si, el radicalismo vino hacia la sociedad con el fin de restituir a aquellos menospreciados de lo que arbitrariamente les era desapropiado. Surgió para implementar normas que recuperen para los hombres los atributos que por su propia esencia y su condición de ciudadanos les pertenece. Llegó para derrotar la ignorancia y ayudar a todos a conocer los elementos que les permitan volar en la demanda de su destino.
En el uso de la Libertad el radicalismo reconoce la existencia y las diferencias de aptitudes que invisten a cada ser humano, pero asume con cada idea, con cada gesto, el compromiso de minimizar los efectos que estas diferencias puedan provocar en la dignidad de cada uno.
No es casual esta sintética enumeración porque ellas son parte del sustento de la ideología radical y la convicción con que seamos capaces de actuar con el fin de colocarlos como objetivo superior de la política, marcarán las diferencias entre los diversos partidos, que algunos, desde el desconocimiento, pretenden intencionadamente ignorar.
La participación real en la política, la que requiere un involucramiento total, la que también se sostiene y presenta como requisito básico la aceptación de un principio enunciado por uno de los 10 Mandamientos, aquel que nos indica la necesidad de “amarás al prójimo como a ti mismo”, demanda conocimientos ideológicos y solidez conceptual.
Esta solidez ideológica y conceptual que nos obliga a saber que el trabajar en pro de la inserción social plena de los desposeídos, no significa la gestión por el suministro del sustento diario de los mismos, acción que el Estado por una cuestión ética, en nombre de su sociedad debe proveer, sino la ocupación permanente por el diseño y concreción de políticas que le permitan a todos y cada uno de los ciudadanos de la República el acceso real a sus derechos y al cumplimiento de sus obligaciones. Esta posibilidad los habilitará a beneficiarse con lo que mucho se declama y poco se provoca que es la Igualdad de Posibilidades.
Esta facultad representa en sí misma un verdadero incentivo. Cuando la búsqueda de la superación sólo depende de la voluntad y el esfuerzo que cada uno sea capaz de aportar, desaparecen los salvadores y tutores que en nombre de falsos atributos juegan un rol perverso en la construcción de la vida de cada persona.
¿Meras definiciones? ¿Simples frases inconexas? ¿Para qué?
Simplemente para demostrar, con sólo algunos elementos conceptuales que lo componen, que el Radicalismo ALGO ES. Que tiene sustancia, que posee IDENTIDAD propia y que sus elementos, de ser transmitidos y cumplidos, representan ARGUMENTOS más que válidos para captar adhesiones en un mundo donde el valor del otro es un signo monetario y su destino un problema particular del mismo.
El radicalismo NO ES UNA ETIQUETA (Lo explicó con gran sapiencia Moisés Lebensohn) cuya posesión indica determinada calidad. El Radicalismo es un partido cuyo gran objetivo, “EL BIEN COMUN”, no admite negociaciones ni concesiones.
Podemos orgullosamente los radicales exponer nuestra pertenencia. Porque somos RADICALES somos PROGRESISTAS. Porque buscamos denodadamente la Libertad y la Igualdad, porque bregamos por transformar en realidad la Igualdad de Oportunidades, porque queremos la plena vigencia de los Derechos Individuales, los Derechos Colectivos y los Derechos Sociales. Somos Progresistas porque propiciamos “avanzar hacia la más amplia e igualitaria participación y cogestión posible de los individuos en el proceso de organización social e institucional” como forma de asegurar la vigencia plena de la Ley y su aplicación a todos por igual, porque con este concepto estamos asegurando la “decisión individual autónoma”. Somos PROGRESISTAS porque como define el Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas “…Su eje es la idea típicamente moderna del progreso, entendido como mejoramiento creciente y general, es decir en todos los planos de la existencia, de la humanidad entera...El presente, colocado en esta perspectiva temporal, no sólo es más valioso que el pasado, sino anuncia un movimiento incesante hacia lo mejor…”
Mucho queda aún en “el tintero” que se debe seguir desarrollando con pasión porque son parte de un ideario que permanentemente coloca al hombre y su ámbito en el centro de la actividad Política. Hay elementos fundacionales que nos ubican dentro de la concepción SOCIAL DEMOCRATA del mundo como también de la concepción del HUMANISMO LAICO que afirma que “…no hay respuestas físicas ni definitivas, que las sociedades son dinámicas y están abiertas al cambio y que la función de aquellos que quieren contribuir a mejorar la condición del hombre en cualquier sociedad no debe ser otra que explorar y descubrir nuevos caminos y alternativas mediante el uno continuado de la razón teórica y práctica…”.
Todo esto es Radicalismo, como la concepción que tenemos del PODER, que también nos diferencia profundamente de otras doctrinas políticas.
Todo lo que fuimos, todo lo que somos, no fue por intentar aprovechar de alguna oportunidad propicia para decir que somos tal o cual cosa que estaba de moda o podía posicionarnos favorablemente como hicieron y hacen algunos, sino que adoptamos ideas que por su trascendencia, su importancia y su calidad se convirtieron con el transcurrir del tiempo en una forma de vivir la vida honrando la esencia humana.
Tuvimos (¿tenemos?) dirigentes que creyeron lo que en un tiempo se dijo: Llegó “El Fin de las Ideologías”, avisémosles que era mentira.
Pero…para no hacer demasiado largo el presente, puesto que el tema da para mucho, espero que este sea el comienzo de un diálogo que no tiene otra intención que la de generar un debate serio, responsable y enriquecedor para todos.
PERDONEN LA EXTENSIÓN, PERO COMO CASI SIEMPRE OCURRE: “HAY COSAS DEL CORAZON QUE LA RAZON NO PUEDE ENTENDER NI MANEJAR” CHAU
P:D: Seguiré (aunque nadie comparta o nadie lea…)