martes, 29 de junio de 2010

ALFONSIN ADELANTA SU CARRERA

"Publicado en el diario Página 12"


EN AGOSTO LANZARA EL MOVIMIENTO DE RENOVACION FEDERAL (MOREFE)

En la puja interna con el cobismo, el diputado Ricardo Alfonsín prepara un “gran acto” para presentar la línea política que impulsará su candidatura en la UCR. Con apoyo del Grupo Rosario, intentará sostener el acuerdo con la Coalición Cívica y el socialismo.

Por Sebastian Abrevaya

En pleno Mundial de Fútbol, el radicalismo desató la pelea por la candidatura presidencial que se definirá en internas abiertas el año próximo. Después de que Julio Cobos reagrupara a su tropa la semana pasada para redefinir y relanzar su campaña como precandidato, el diputado bonaerense Ricardo Alfonsín prepara para los primeros días de agosto un “gran acto” de lanzamiento de la línea política que impulsará su candidatura. Se trata de la fundación del Movimiento de Renovación Federal (Morefe), un espacio dentro de la UCR liderado por los miembros del Grupo Rosario, Gerardo Morales, Angel Rozas, Mario Negri, Ricardo Gil Lavedra, y al que le sumarán otros dirigentes nacionales que empezaron a migrar del cobismo hacia las estructuras orgánicas del partido.
El Morefe apuntará a reflotar la alianza con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y mantener la sociedad con el Partido Socialista, que dieron origen en 2009, junto al GEN de Margarita Stolbizer, al Acuerdo Cívico y Social. Después de derrotar a Cobos en la interna radical de la provincia de Buenos Aires, Alfonsín se consolidó como el hombre capaz de liderar la alternativa no cobista del radicalismo. Por ese motivo, el vicepresidente de la Cámara de Diputados será uno de los oradores centrales del acto, quien –tal como publicó Página/12– iniciará después una “recorrida para sumar” por los comités y ciudades de todo el país. En el acto hará eje en tres temas: educación y salud; economía, subsidios y energía; y por último, seguridad y políticas sociales. Uno de los objetivos del diputado bonaerense es armar equipos de trabajo para mostrarse como una alternativa de gobierno sólida de cara a las internas abiertas de 2011.
Los pilares del acto de agosto serán Morales, Rozas y Alfonsín. Hasta ahora, los organizadores no definieron si se realizará en la provincia de Buenos Aires o en Córdoba. La ubicación dependerá, en gran medida, de cómo avancen las conversaciones con algunos dirigentes importantes de la política cordobesa, a los que el alfonsinismo busca integrar en su espacio. Después de ganar la interna bonaerense y quedarse también con el Comité Capital, el Morefe quiere pisar fuerte en la Docta, donde hasta ahora hay una mayoría cobista comandada por el presidente del bloque de Diputados, Oscar Aguad. Sin embargo, operadores del Morefe relataban que Aguad no cuenta con estructura propia, sino que obtuvo el apoyo de Miguel Nicolás y el senador Ramón Mestre –hijo del ex gobernador– en las últimas elecciones. De la relación con Mestre dependerá que el acto se realice allí o en tierra alfonsinista.
Entre los dirigentes que formarán parte del Morefe se encuentra un nutrido grupo de diputados, integrado por Atilio Benedetti (Entre Ríos), Miguel Giubergia (Jujuy), Eduardo Costa (Santa Cruz), Ulises Forte (La Pampa), Pablo Orsolini (Chaco), Sandra Rioboo, María Luisa Storani y Juan Pedro Tunessi (Buenos Aires), Ricardo Gil Lavedra (Capital Federal), entre otros. Un grupo, más reducido, de senadores conformado por Morales, Alfredo Martínez (Santa Cruz), Arturo Vera (Entre Ríos) y Luis Petcoff Naidenoff (Formosa).
El nombre del espacio toma sentido en el histórico “movimiento de renovación y cambio” fundado en 1972 bajo el liderazgo del ex presidente Raúl Alfonsín y el grupo de “los federales” representado por dirigentes del interior del país que en su momento se enfrentaban a la histórica Junta Coordinadora Nacional, integrada por Leopoldo Moreau, Federico Storani y Enrique “Coti” Nosiglia, quienes venían predominantemente de la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. En este caso, el hijo del ex presidente representaría parte de la mística de aquel “renovación y cambio”, mientras que el jujeño Morales y el chaqueño Rozas representarían a aquellos “federales” que desde los ’90 ejercían el poder de los bloques radicales en el Congreso. El nombre había sido esbozado antes de conformarse el Grupo Rosario, en alusión al grupo de dirigentes que se juntaron en esa ciudad santafesina para encarar unidos la renovación de autoridades nacionales concretada el año pasado.

UN GOLPE INFAMANTE DE LAS MULTINACIONALES

El presente escrito fue recibido gracias a una gentileza de la Sra. Marta Schvarzstein de la localidad de Paso de los Libres - Corrientes - a quien solicitamos las correspondientes disculpas por publicarlo.



EL 28 de Junio se cumple un aniversario más del Golpe Infamante que los Fascistas dieran al Gobierno del Presidente Arturo U. Illia (Unión Cívica Radical), fue un 28 de Junio de 1966.-
De que vale nombrar a los autores materiales del Golpe, si solo fueron instrumentos o mejor dicho “peleles” de las Multinacionales que se vieron “perjudicadas”, con las políticas de Estado asumidas por el Gobierno Constitucional en defensa de la soberanía económica e interés del pueblo Argentino.-
A Don Arturo U. Illa no le perdonaron que exigiera a los Laboratorios (a través del DECRETO Nº 3042 / 1965); calidad de los medicamentos (es decir los medicamentos estaban fraguados y no tenían las drogas que decían las etiquetas) y que a través de una declaración jurada dijeran las drogas y cantidades que componían cada uno de los medicamentos y el costo de fabricación de los mismos (ya que un medicamento, cuyo costo de fabricación era $ 1.- se vendía a $50 o $100), La sanción sería el cierre del Laboratorio y la prohibición de venta en el país.-
En seis (6) meses ningún Laboratorio presento la declaración jurada exigida.
Esta fue la gota que rebalso el vaso, además no podían digerir la rescisión de los contratos petroleros a las empresas de origen Norteamericano en Noviembre de 1963.-
Sancionó la Ley del Salario Mínimo Vital y Móvil, mejoró el ingreso de los asalariados, hubo mayor empleo y el P.B.I. creció el 21%, Subvencionó la cosecha de trigo, por lo que ese producto fue competitivo en el mercado mundial. Alentó el nacimiento de diversos tipos de Cooperativas y crecieron especialmente las de Créditos. El mundo financiero (Bancario) no le perdonó que se entrometiera en sus intereses, suscitaba odio estas políticas de soberanía económicas aplicada y ejercida por el Presidente Arturo Illa.-
Ante, estas políticas aplicadas, los Laboratorios y las empresas extranjeras “perjudicadas” jugaron su última carta dentro de la legalidad, coaccionaron al Gobierno Argentino a través del Club de París.-
El Gobierno Argentino de Facto (Revolución Libertadora 1955 - Leonardi – Aramburu) había tomado un crédito, de éste Club, el que había sido refinanciado en el año 1956 por el Presidente de Facto General Aramburu, dicha refinanciación finalizaba durante su Gobierno. El país le debía 70 millones de dólares. El Club de París estaba integrado por 9 países: Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Francia, Japón, Holanda, Bélgica, Alemania, Suiza; en el Convenio de refinanciación que había firmado Aramburu se establecía que si uno solo de los 9 países se oponían a una modificación del convenio el mismo no se podía modificar.
Fue el Gobierno Suizo – para sorpresa - (el que tenía el crédito menor) el que no estuvo de acuerdo que se nos refinanciara la deuda ya que con anterioridad habían exigido que se dejaran sin efecto el Decreto que exigía el costo y la calidad de los medicamentos, ya que afectaba a los Laboratorios, no se subvencionara la producción agrícola y se desalentara la proliferación de Cooperativa específicamente las de créditos, a cambio ellos prestaban su conformidad. Pero como el Gobierno Argentino, no permitió ser chantajeado se retiro de las negociaciones y el Presidente ordenó que si no se refinanciaba la deuda se pagara los 70 millones de pesos. En ese momento la Argentina estaba en condiciones de pagar la deuda externa que tenía. El peso argentino era una moneda fuerte se había revalorizado. (pero el pago total ponía en riesgo de iliquidez el sistema financiero interno). Pero al ver la postura intransigente del gobierno argentino, los restantes países decidieron refinanciar la deuda, haciendo caso omiso a la cláusula.-
La suerte del Gobierno estaba echada, el Club de Paris, no le perdonaría tal osadía. El Golpe maduró y ya habían encontrado a los esbirros que materializaría la violación constitucional.-
. A los 10 días de asumir la Presidencia del País el Fascista de Onganía, se eliminó el Decreto que afectaba a los Laboratorios, y se continuo vendiendo porquerías en los medicamentos a los cobayos argentinos.- inmediatamente se solicito un nuevo Crédito, endeudando más a la argentina, y cumpliendo expresas instrucciones de sus mandantes persiguió a los Científicos y mentes lúcidas (La noche de los Bastones Largos).-
Don Arturo U. ILLA, el gobernante que logró las mejores cifras de crecimiento argentino hasta ese momento, el nacionalista que se opuso a la requisitoria norteamericana de enviar tropas a la República Dominicana, un demócrata ejemplar, el defensor de la cultura y la autonomía Universitaria, que fueron a su caída, pisoteadas por los vándalos, el gobernante austero que a su muerte el único bien que tenía era su casa regalada por sus pacientes en Cruz del Eje, no contaba con automóvil, ni con cuentas bancarias. Su conducta moral, debería ser ejemplo a todos los funcionarios públicos. Cuando lo derrocaron salió con los bolsillos livianos.-
UN ABRAZO.-
FERNANDO GENESINI
Militante Radical (ex Concejal de Posadas)

EL GOLPE DEL 66

Por José Antonio Artusi y Ramiro Pereira

Es nuestra obligación recordar y condenar el golpe de estado del 28 de junio de 1966, resaltando las figuras ejemplares de los mandatarios derrocados en el orden nacional y provincial, evocando sus virtudes cívicas y haciendo votos por el fortalecimiento de la República Democrática, el afianzamiento de las instituciones estatales y su legitimidad ante la ciudadanía, legitimidad en orden a la transparencia y a las realizaciones: la revolución democrática que el pueblo quiere y espera.
Ha habido desde 1930 seis golpes de estado. Hace años se les llamaba golpes militares. Ahora, como si se descubriera gran cosa, con pretensiones de especificación se los denomina golpes cívico-militares. Hubo seis de esos golpes en la Argentina contra gobiernos constitucionales: 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.
Recordar con prioridad el último de estos golpes es atendible: la tiranía atroz y sanguinaria que profundizó el terrorismo de Estado y lo llevó a niveles nunca vistos lo amerita. Y los radicales fuimos gobierno cuando se condenó a los responsables: aquí no hubo impunidad como la hubo en Uruguay, en Brasil, en Chile, en España. Los radicales ganamos en 1983 y prometimos y cumplimos: hicimos que hubiera juicios justos en el marco del estado de Derecho.
Pero vemos a veces con tristeza y preocupación que se enuncia en canales de televisión oficiales una línea de enlace entre los golpes de 1955 y 1976: en el medio, nada. gobiernos sin legitimidad, poco representativos, democracias semi-tuteladas.
En el infortunio de las luchas argentinas encontramos a nuestro partido apoyando el golpe de Estado de 1955. Había razones para ello, pero a la luz de la historia, ninguna que lo justifique. No hay justificación para los golpes de estado. Y por eso los Argentinos de hoy somos mejores que antes. ¿Y en 1966? Se podrá decir que era un gobierno minoritario: esto no es cierto; el 7 de julio de 1963 la Unión Cívica Radical del Pueblo obtuvo el 25,15% de los sufragios emitidos, frente al 19,42% de votos en blanco que expresaban al peronismo; con 169 sobre 239 votos del Colegio Electoral, la fórmula Illia-Perette fue elegida para el período constitucional 1963-1969, en momentos en que la elección era indirecta y no había segunda vuelta.
No nos vamos a detener en el Frente Nacional y Popular encabezado por el conservador Vicente Solano Lima. Si vamos a dejar sentado que en la provincia del Chaco, ocupó la gobernación un dignísimo hombre del justicialismo, Deolindo Felipe Bittel, y sobre todo, que en las elecciones legislativas de 1965 el peronismo pudo participar, tanto que se alzó con el triunfo en la provincia de Buenos Aires. No aquí en Entre Ríos, donde ganamos los radicales con la boleta encabezada por el victoriense Isidro Balbi, quien había presidido la comisión investigadora de los contratos petroleros suscriptos por el gobierno de Frondizi. En la Cámara de Diputados de la Nación, tras la contienda electoral sin proscripciones de 1965, la UCR del Pueblo quedó con 70 bancas y el peronismo con 52 escaños.
Pero lo cierto es que la apertura democrática iniciada con los radicales del pueblo se vio frustrada por la ciega incomprensión de la inmensa mayoría de los actores sociales, políticos y culturales. La falta de vocación democrática en la sociedad conspiró contra un partido que parecía viejo, gobernando en el marco de un sistema que parecía obsoleto: recordemos que estaban los fascinados por la aurora revolucionaria que emanaba de Cuba, que había pasado prontamente de una democratización pluralista al stalinismo caribeño. Ahí está “La hora de los hornos”, testimoniando en lo pertinente, el desprecio a la inmensa figura de Illia, cuyos afanes reformistas y progresistas eran desconocidos y ninguneados por quienes marchaban en política bajo un sendero luminoso de seguridades revolucionarias.
Y luego, los cultores del orden tecnocrático, las gentes de los tiempos: económico, social y luego político. El felón militar indigno que usurpó la presidencia de la Nación en 1966 era el representante de las fuerzas vivas que impondrían el orden para que la chusma, la masa, no se equivocara autogobernándose. Buena parte del peronismo apoyó ese golpe de estado. Es imposible no recordar a Vandor. Por eso enoja la liviandad con que a veces se trata al gobierno de Illia y a su figura, como si fuera un mero viejito bueno, un político honrado y nada más; y no un estadista incomparable que logró éxitos aún inigualados y defendió el interés nacional con lucidez y coraje.
Forma parte de las tantas "zonceras" argentinas sostener que Illia fue un político honesto y austero, a la vez que un gobernante ineficiente, lento, ineficaz, y cultor de ideas vetustas, incapaz de comprender las exigencias de los nuevos tiempos.
Algunos de sus propios detractores, en una sutil y hábil maniobra para desmerecer su estatura histórica, enfatizan deliberadamente su ejemplaridad ética precisamente para enmascarar o negar su gigantesca dimensión de estadista exitoso como pocos, poseedor de una cultura inusual en los gobernantes argentinos, profundo conocedor del mundo y sus problemas, imbuido de una lúcida visión de futuro de los desafíos del país y de su gente
Pocas zonceras como ésta, reflejada en el recordado mote de la "tortuga", están más lejos de la realidad.
Por eso, no repetiremos los lugares comunes referidos a su proverbial austeridad republicana y su inquebrantable honestidad administrativa. Nadie desconoce hoy que Illia se fue de la Casa Rosada más pobre que cuando entró, y que su única propiedad fue una casa donada por sus vecinos de Cruz del Eje, adquirida por suscripción popular. Pero sí muchos desconocen lo que fue capaz de hacer en tan breve lapso, desde el 12 de Octubre de 1963, en que asume la Presidencia de la República, hasta el 28 de Junio de 1966, en que es derrocado por un grupo de militares cuyo nombre quedará para siempre en la ignominia de la historia. En menos de 3 años, la "tortuga", entre otros muchos logros de gobierno;
- Eliminó las proscripciones al peronismo y al comunismo y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.
- Promulgó la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
- Promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.
- Cumpliendo estrictamente lo prometido en la campaña electoral, en la senda de Yrigoyen, Alvear y Mosconi, de defensa del petróleo argentino al servicio del desarrollo con autodeterminación, firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban los contratos petroleros de Frondizi, por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación"; recuperando así la soberanía energética.
- Aumentó la incidencia de la educación en el Presupuesto Nacional. Del 12% en 1963, al 17% en 1964, y al 23% en 1965. Promovió la educación popular, laica, gratuita y obligatoria. Fortaleció la autonomía universitaria y jerarquizó los estudios superiores hasta niveles nunca superados después.
- Puso en marcha el Plan Nacional de Alfabetización.
- Promulgó la Ley 16.462, de medicamentos, también llamada Ley Oñativia en homenaje al Ministro de Salud Arturo Oñativia. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La Ley de Medicamentos, al propio tiempo que promovía la industria de los laboratorios nacionales, disminuyó drásticamente el costo de los remedios medicinales, considerados un bien social.
- Hizo crecer la economía como nunca antes. El PBI, luego de un retroceso del -2,4% en 1963, creció un 10,3% en 1964 y un 9,1% en 1965. El Producto Bruto Industrial, luego de un retroceso de -4,1% en 1963, creció un 18,9% (sí, leyó bien, casi 19%) en 1964 y un 13,8% en 1965.
- Disminuyó la deuda externa, de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
- Hizo crecer el ingreso de los trabajadores: el salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%.
- Hizo bajar la desocupación: pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.
- Se opuso a la intervención armada de los Estados Unidos en la República Dominicana. Obtuvo una resolución favorable en la ONU, que obligaba a Gran Bretaña a la discusión sobre la soberanía en las islas Malvinas, en el marco que orientaba la descolonización de todos los territorios hasta entonces sometidos a diversos grados de dominación imperialista.
- Fue un impulsor convencido de la planificación indicativa, con el Plan Nacional de Desarrollo, un riguroso modelo de transformación democrática de las estructuras económicas y sociales.
- Intentó modificar la ley de asociaciones profesionales: el manejo de los fondos se repartiría, de acuerdo con esa iniciativa, entre la central, la Federación provincial y el sindicato de base. Se estipulaba, asimismo, la participación de las minorías en las direcciones gremiales.
- Gobernó sin estado de sitio, combatió la incipiente insurgencia guerrillera con la fuerza de la ley, levantó proscripciones, y fue un celoso defensor de la independencia de los poderes y de la libertad de prensa.
- Promovió un activo desarrollo de la hidroelectricidad - impulsando entre otros el proyecto de la represa de Salto Grande - y la energía atómica
Vale la pena recordar que Ramiro Casasbellas, periodista de Primera Plana, publicación abanderada en escribir barbaridades contra el gobierno de Illia , reconocía tardíamente: “El gobierno de Don Arturo Illia no abusó un milímetro de sus poderes; en cambio, buena parte de los ciudadanos abusamos de los derechos que ese gobierno cuidó y afianzó con celo extraordinario. Al recato en el mandato lo denominamos ‘vacío de poder’; al irrestricto cumplimiento de las leyes, empezando por la máxima ‘formalidad democrática’; a la moderación ‘lentitud’; a la labor silenciosa y certera, sin autobombos ni desplantes, ‘ineficacia’ y ‘burocratismo’; al repudio de la demagogia, ‘sectarismo’; al ánimo de concordia, ‘falta de autoridad’; y a la severa reivindicación de una doctrina nacional, popular y cristiana, ‘exigencias de comité’. Éramos nosotros los sectarios, los que carecíamos de autoridad”.
Los opositores al gobierno de Illia, miopes y mezquinos en su gran mayoría, caricaturizaron y vilipendiaron su gobierno, ayudando a la conspiración de los grandes intereses transnacionales que alentaron su derrocamiento. De ciertos periodistas, de ciertos políticos, de la burocracia sindical, de las fuerzas armadas; la dignidad de la República todavía espera un mea culpa y una autocrítica.
El 28 de junio de 1966, en el medio de la indiferencia social, cayó una oportunidad que tuvo la Argentina de construirse como sociedad moderna, libertaria, con altos niveles de igualdad social.

domingo, 13 de junio de 2010

“EL RETORNO AL RADICALISMO”

Por Ing. Mario Jaraz

Cuando comentábamos el acto realizado en el Estadio del Club Ferrocarril Oeste de la ciudad de Buenos Aires, dijimos que teníamos la sensación de que el proceso de recuperación de la Unión Cívica Radical había culminado y que se estaba ingresando al período en el cual el desafío era conquistar a la gente.
En primera instancia a la militante radical y luego a la sociedad en general. La gente era la que formularía el veredicto definitivo y determinaría con su decisión sobre la validez del esfuerzo. La gente era la que debía formular su aprobación aceptando nuevamente a la UCR como un partido político capaz de significar una alternativa válida frente a las otras agrupaciones políticas vigentes en el espectro nacional.
La primera prueba ya se había pasado satisfactoriamente cuando integrando el Acuerdo Cívico y Social se había tenido una trascendente participación en el acto eleccionario realizado el año 2009 para renovar Legisladores, pero esto por si mismo no bastaba.
El radicalismo se debía a si mismo la posibilidad de verificar si en los distritos electorales en los que debido a causas ya conocidas, había perdido su caudal electoral, la sociedad estaba dispuesta a volver a brindarle nuevas oportunidades.
Este nuevo período requeriría de acciones de características diferentes a las llevadas a cabo en el tiempo de la profunda crisis.
Este era el nuevo desafío para la dirigencia y la militancia radical que siempre creyó en las bondades de su partido.
Había que diseñar acciones aptas para seducir a la gente, para despertar expectativas positivas, para recuperar la confianza.
Había terminado con buen resultado un tiempo difícil y comenzaba otro tan arduo como el anterior pero con el agregado de que los fantasmas o los impulsos disgregadores aún no se habían disipado totalmente.
En aquel tiempo, en el que muchos consideraron ilusoria la pretensión e inútil el esfuerzo, con mucho trabajo, con gran convicción, con aciertos y errores se logró reordenar la organización afianzando su conformación de partido nacional, el respeto a su base doctrinaria y un acuerdo no escrito entre los principales dirigentes de intentar trabajar en común en la búsqueda de los espacios perdidos.
También como referencia de la finalización de una etapa podemos exponer el hecho de que, salvo alguna muy puntual excepción, se habían recompuesto los diferentes distritos de la Nación, el funcionamiento partidario era prácticamente normal con todos sus organizaciones internas actuando y en todos ellos bregando por la concreción del objetivo común diseñado, tratando asimismo de conseguir la armonización de la relación entre los propios radicales, un fuerte trabajo de difusión doctrinaria y la necesidad de fortificar la vocación de poder como actitud imprescindible para acceder al poder.
El éxito de este nuevo período de trabajo dependerá de la inteligencia con que la dirigencia se maneje frente a cuestiones que se pueden presentar que requerirán de todos grandeza, humildad, mucho sentido común y gran sapiencia.
Se tomó la decisión de aceptar la posibilidad del retorno al partido sin condiciones, de aquellos que habían optado por otra opción política. Actitud sin dudas riesgosa.
No todos estaban o todavía hoy están dispuestos a aceptar que “se borre con el codo lo que se escribe con la mano” o que la lucha en defensa de la lealtad que hasta ayer fuera bandera de resistencia, de golpe sea totalmente abandonada dándose como toda explicación que se lo hacía “en nombre de la unidad del partido”.
Se pueden generar cuestiones internas de difícil manejo, ya que al no realizarse el debate tendiente a dilucidar los problemas que provocaron la deserción o el alejamiento del partido de parte de algunos, la relación entre quienes se habían quedado en el partido y quienes habían optado por otras opciones, aunque la dirigencia pretenda ignorarla, es un tema pendiente y muy conflictivo no pudiendo nadie obviar que lo que estuvo en juego fueron principios esenciales del radicalismo fundamentalmente aquellos que entornan la lucha por el acceso al poder a la ética partidaria.
En el pensamiento de muchos subsistía la duda de como se presentaría el retorno.
¿Retornaría la dirigencia radical de su no disimulada “peronización”? ¿Existirá en todos la decisión de aceptar el rigor de una conducta incapaz de concesiones cuando lo que están en juego los son principios que le dan razón del ser al radicalismo?,
Estas siguen siendo preguntas sin respuestas aún cuando muchas pudieron quedar visualizadas cuando se realizó la renovación de la conducción del Comité Nacional, momento en el que se produjeron las primeras pujas entre los sectores que se identificaban con la conducción anterior y aquellos que responden a lo que se ha dado en llamar el “cobismo”.
Este hecho demostró que persisten diferencias sobre las que se deberá seguir trabajando.
El llamado a elecciones internas para determinar la nueva conducción partidaria en la provincia de Buenos Aires produjo una aceleración de tiempos y una toma de posiciones cuyos resultados tendrán influencia determinante en el futuro.
Un grupo de dirigentes llevando como cabeza al Dr. Ricardo Alfonsín no tuvo dudas y optó rápidamente por las elecciones internas porque entendió que si se deseaba recuperar en primera instancia al afiliado resultaba primordial brindarle la oportunidad de sentirse protagonista de su propio partido y se lanzó, junto a sus adherentes, con total convencimiento, a dar pelea en el quizás más difícil de los escenarios porque le tocaba confrontar con aquellos que a lo largo del tiempo habían logrado una hegemonía casi excluyente en el manejo partidario.
Lo más trascendente y significativo de su plan de acción, y que esperemos sea tomado muy en cuenta por toda la dirigencia radical del país, fue construir su discurso apelando a los fundamentos que dieran origen, hace más de cien años, a la Unión Cívica Radical.
Sin dejar de mencionar la importancia de la militancia, invocaba en forma permanente la necesidad de la fidelidad a los postulados doctrinarios, a la lealtad constante y a la importancia de hacer de la pertenencia una religión promotora de acciones reivindicativas de la política como herramienta positiva para la búsqueda de la solución de los problemas de la sociedad, especialmente el referido a la dignidad de todos y cada uno de sus integrantes.
A partir de este discurso provocador del retorno al diálogo, sugerente de la posibilidad inserta en un abanico de ideas que priorizan los problemas de la gente y sus soluciones, Alfonsin logró crear el clima propicio para impactar la emoción del radical y revalorizar en cada uno la autoestima tan venida a menos luego de los continuos contrastes vividos.
Y se impuso en las internas, triunfo que, por los conceptos vertidos y las formas utilizadas podemos presentar como “la vuelta del radicalismo al radicalismo”.
Como decíamos, el nuevo tiempo se aceleró. La dinámica de los acontecimientos pudo más que la estrategia de los dirigentes. El emprendimiento llevado a cabo por Ricardo Alfonsin, llevado a cabo con la tradicional y típica osadía radical que en el transcurso de la historia fuera la base de la creación de una mística especial que se sustentaba en una gran rigidez conceptual y una innegociable creencia en los valores que los habían convocado, obligará a repensar estrategias, armados y propuestas.
Pero viene bien.
El radicalismo posee los hombres capaces para enfrentar el momento.
Diseñar con inteligencia las propuestas más aptas es una tarea que se simplifica, porque si el deseo, el interés, es seducir al electorado para triunfar, seguramente que junto a los tradicionales aliados, el marco de desarrollo no deberá exceder el ámbito de una ideología inclusiva, participativa, que luche por la igualdad de oportunidades, la vigencia real de la libertad y teniendo siempre como centro al hombre y su dignidad y eso lo encontrará en su propia ideología progresista, social demócrata y radical.
No hay tiempo para confusiones, si para debates.
No hay posibilidades de éxito sino se le propone a la gente algo distinto y mejor y la certeza de la capacidad para la realización.
No hay tiempo para discursos vacuos.
Es tiempo de responsabilidades, de propuestas con alto contenido ideológico, simple entendimiento y sustentables en el tiempo.
Ser modernos significa tener la capacidad de entender la evolución como una constante producto de la inteligencia humana y tener la presteza para que esa evolución signifique progreso, bienestar y prosperidad para todos los habitantes de nuestro país.
Sin excluidos. Sin discriminados. Sin privilegiados.
Entonces estaremos cumpliendo con lo que decía Moisés Lebensohn: “Conducta para que nos crean”
Entonces habremos vuelto al radicalismo, y más allá de circunstanciales resultados electorales podremos decir que la Unión Cívica Radical ha vuelto y está más viva que nunca.

¿QUIÉN FUE MOISÉS LEBENSOHN?

Por: DR JOSE BIELICKI -
DIPUTADO NACIONAL ( M.C.)

Artículo extraído de la página web correspondiente al Instituto de Pensamiento y Formación Moisés Lebensohn (www.iml.org.ar)

Su nombre se ve en calles, avenidas, plazas, ateneos, comités, fundaciones e institutos de formación. Pero, ¿Quién fue?
Es notable el desconocimiento hacia este político, abogado y periodista, aun en el propio radicalismo al que dio su capacidad de creación y genio transformador actualizando el pensamiento de Hipólito Yrigoyen en horas difíciles en que dirigencias conservadoras y confundidas mostraban impericia cuando no complicidad frente al fraude instaurado desde el derrocamiento del gobierno radical en 1930.
Nació en Bahía Blanca el 12 de agosto de 1907 y murió el 13 de julio de 1953. Hijo de inmigrantes judíos; su padre, ruso, era medico, políglota, un intelectual que tuvo una poderosa influencia en la formación de Moisés. La madre, Fanny Chaponik, rumana. Ambos, descendientes de humildes familias campesinas.
En 45 años, cuando aún quedaba mucho por hacer, muere dejando marcas inconfundibles de su ideario progresista que supo transmitir a un radicalismo que subsistía anquilosado y sin vocación de poder. Su intensa labor logró incorporar una mística ideológica y militante en los jóvenes y dio con otros dirigentes de su generación como Gabriel del Mazo, Crisólogo Larralde, Antonio Sobral, Ricardo Balbín, Héctor Noblia, Oscar Alende, Federico Monjardin y muchos otros nacimientos al movimiento de intransigencia y renovación.
Pero de su inspiración, junto a Del Mazo, dio las herramientas fundamentales como "la profesión de fe doctrinaria" y "Las bases de acción política", lo mismo que la declaración de avellaneda de 1945.
Para alcanzar sus objetivos, debió enfrentar a una dirigencia conservadora, como dijimos, sufriendo discriminaciones y ataques que pudo superar gracias al sentido misional de la política.
En 1931, editó el primer número de su diario
Democracia en su ciudad Junín y a través de sus páginas difundió sus posiciones contra el fraude, su alineamiento decidido en defensa de la república española y, desde allí, la denuncia de la masacre nazi y de todos los atropellos de los gobiernos de la década infame. El diario cumple 78 años dirigido por Héctor Moisés Lebensohn, su hijo.
Sólo ocupó dos cargos electivos: fue Concejal en Junín entre 1936 y 1940 y en 1949 presidente del bloque de convencionales constituyentes, de la que se retiro con un discurso inolvidable, cuando quedó en claro que el único objetivo de la convocatoria era la reelección del presidente.
Para observar sus calidades, es importante ver los proyectos de ese período, su sentido social, comprensión de los problemas sanitarios, urbanísticos y sobre el rol del estado al servicio de la gente.
Su labor consistió en recorrer cada rincón de la provincia de Buenos Aires, de la mano de la juventud, donde recuperó la causa radical con una labor docente y un dinamismo nunca visto.
Como presidente del comité de la UCR de la Provincia de Buenos Aires transformó los estilos, dando vigor a Congresos, como lo hizo en la juventud en inolvidables convocatorias y sus discursos sólidos, emotivos y marcando el futuro, agrarios, obreros y de la mujer.
Culmina en 1953 con la presidencia de la Convención Nacional y se trunca una vida austera, volcada a un ideal por el que da la vida.
Murió pobre y hoy sigue siendo un ejemplo por sus ideas y su vida transparente y sentido ético de la política. Ejemplo de quienes nos enorgullecemos los radicales, como de tantos otros hombres y mujeres que sirvieron a la patria sin pedir nada a cambio.

Conciliar el reencuentro de la Nación

Por: Dr. Jorge Cura - Paraná (Entre Ríos)

La sociedad evoluciona, de la mano de las ideologías, hacia los valores que sustenta la filosofía. Se desvanecen cuando, quienes las sustentan, se alejan de la realidad y de los valores inherentes a la misma sociedad que retoma la búsqueda de un nuevo camino —una nueva ideología— hacia sus propios valores. Atribuir al liberalismo las políticas corruptas implementadas por el menemismo es tan incorrecto como erróneo es atribuir al progresismo las desenfrenadas políticas actuales. El ejercicio de las ideologías requiere la vigencia absoluta de lo legal y moral. Donde la corrupción se practica como sistema, desaparecen las ideologías como praxis filosófica. Cuando las doctrinas son usadas sólo como discurso, para encubrir intereses espurios, las ideas como las de “justicia social” se transforman en relatos mentirosos de quienes detentan el poder. Con las ideas sucumben, también, los valores a los que la sociedad aspira.
PROGRESO Y LIBERTAD. La comprensión del Hombre, en su inmensidad, sólo es concebible como entidad indivisible de su libertad. El progreso, que no es atributo de la derecha ni de la izquierda, es crear mejores condiciones para poder ejercer plenamente la libertad. La igualdad de oportunidades sociales y económicas es un escalón ineludible como acceso a un trabajo digno para ejercer el derecho a la alimentación, a la salud y a la educación, hitos imprescindibles para alcanzar la libertad con movilización social y formación de ciudadanos integrados socialmente en valores. La equidad, valor indivisible de la justicia social, como requisito, para reconstruir el tejido social de la nación, requiere definir su significado sin menoscabar la igualdad ante la ley. Por justicia, para los materialmente desprotegidos, y por derecho, a los biológicamente carecientes.
LIBERALISMO Y PROGRESISMO. Surge una extraordinaria semejanza entre liberalismo y progresismo a partir de que ambos pugnan por la defensa de las libertades. El progresismo, en lo filosófico, promueve la igualdad. En lo económico, sin ser marxista ni estatista, procura la justicia distributiva y rechaza toda forma de explotación. En lo social, impulsa la equidad; en lo cultural, la tolerancia. No estimula los emprendedores ni tutela la propiedad privada. Prioriza la igualdad por sobre los valores individuales. Postergando la alteridad, conduce al igualitarismo socialmente paralizanteEl liberalismo, desde lo filosófico, garantiza la libertad. En lo económico custodia la propiedad privada, estimula la competencia y los emprendedores. Propone la república y la democracia, en lo cultural la diversidad. Descuida la equidad. Priorizando la libertad, conduce al predominio del individualismo posibilitando la exclusión.
CONCILIAR. En la búsqueda de valores humanos primordiales, nuestra sociedad es renuente a aceptar una sola concepción tomando parte del progresismo y del liberalismo. Esta oscilación, sin preferencias decisivas, entre dos hermanas discrepantes: la igualdad y la libertad, lleva al desencuentro social.Para conciliar las fuerzas de estos dos valores, que consagran la aspiración de nuestro pueblo, es necesario un tercero que las concilie, la fraternidad.
LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD. La fraternidad, para fortalecer la conjunción del liberalismo y del socialismo, requiere de dos puentes ideológicos que amiguen la igualdad y la libertad. Desde el socialismo, definiendo con claridad conceptual la equidad y la distribución social de la riqueza sin perturbar el emprendimiento.Desde el liberalismo, incorporando definitivamente el concepto de igualdad de oportunidades en lo social y en lo económico que aliente la inclusión social.
RADICALISMO Y SOCIALISMO. El radicalismo —1891— nació como partido republicano y liberal con su movilización social de la clase trabajadora.El socialismo —1896—, se erige como partido progresista con su impronta social-humanista.El radicalismo y el socialismo, dos ideologías conjugadas en el respeto a las leyes, con contenidos y procedimientos éticos-morales demostrados en un siglo de prácticas políticas, representan, hoy, el ideario de libertad, igualdad y fraternidad. Conforman el contenido de un liberalismo progresista. En definitiva, conceptualizar el humanismo y el progreso en un liberalismo progresista que surja de la consustanciación del radicalismo con el socialismo. Que, en la fraternidad, armonicen la igualdad y la libertad que propicien el reencuentro de nuestra sociedad.

(*) Médico www.jorgecura.com.ar

jueves, 3 de junio de 2010

“RICARDO ALFONSIN EN FERROCARRIL OESTE – PURO RADICALISMO”

Observó y escribió: Ing. MARIO JARAZ


El acto realizado en el estadio cerrado del Club Ferrocarril Oeste de la ciudad de Buenos Aires, por el sector de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires, que lidera el Dr. Ricardo Alfonsín, significa para la totalidad del partido un momento muy especial, por cuanto, a partir del mismo, seguramente son varias las cuestiones que cambiaran.
Si se desea centrar el acto exclusivamente en el ámbito de las elecciones partidarias que se realizarán el día 6 de junio en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, podemos decir, con total certeza, que el mismo fue un éxito total no sólo por la cantidad de gente que asistió sino especialmente por el impacto emocional que para todos representó la presentación de un hombre como Ricardo Alfonsín que, al conjuro de un discurso de características totalmente diferentes al que se instaló en la política desde el tiempo en el que el pragmatismo materialista reemplazo del centro de la acción de la política la búsqueda de las soluciones de los problemas del hombre, mostró gran personalidad, firmeza y convicciones, más allá de la opinión de algunos que pretenden minimizar su crecimiento diciendo que se debe sólo al hecho de portar un apellido ilustre para la política argentina. .
Ricardo Alfonsin, con un tono de voz y una manera de expresarse que, si bien a los radicales les provoca recuerdos del querido Don Raúl, a partir de su espontaneidad denotan plena autenticidad, conmovió a la concurrencia al sustentar sus expresiones en los principios ideológicos partidarios demostrando que la esencia de los mismos posee aptitudes suficientes como para proveer de alto contenido social a las propuestas que se están generando con el fin de recuperar, a partir de la libertad y la igualdad, la tan denostada dignidad de la gran mayoría de los argentinos.
El acompañamiento y adhesión que los correligionarios de la ciudad de Buenos Aires tuvieron de parte de dirigentes de todo el país, especialmente de algunas figuras de importante ubicación en la actual dirigencia partidaria, como el vicepresidente primero del Comité Nacional Angel Rozas, el presidente del bloque de Senadores Nacionales y ex presidente del partido Gerardo Morales y otros muy significativos, indican que para la vida partidaria existirá un antes y un después de este acto.
Las presencias representaron una toma de posición muy fuerte, al igual que las palabras tuvieron la claridad necesaria como para marcar los rumbos que esta dirigencia pretende adopte el partido que pasan especialmente por continuar trabajando por un partido grande y abierto, pero al mismo respetuoso de alianzas y compromisos formulados que se espera poder consolidar para reforzar la firme vocación que se tiene por acceder al poder.
Aunque se pretenda disimular el cambio de situación o se intente minimizar las consecuencias, resulta evidente que a partir de esta toma de posiciones la realidad de la UCR es diferente y ratificatoria del pensamiento predominante en una gran cantidad de adherentes en el sentido de que la fuerza partidaria no puede estar atada a los vaivenes de la situación o deseos de algunos personajes en particular, sino que su vida debe estar sujeta a la capacidad de generar hombres con las condiciones, identidad y lealtad adecuadas para las mas diversas responsabilidades y la potencia para promover los espacios propicios para desarrollarlas.
Este nuevo escenario que se le presenta a la UCR no debe significar debilitamiento ya que la visualización de diversas líneas de pensamiento deberá ser un acicate que motorice un mayor esfuerzo en la búsqueda de la competitividad y la participación.
Muchas críticas había recibido la UCR por no presentar en elecciones pasadas nombres que al tiempo de impactar susciten expectativas favorables dentro de la sociedad, pero la enumeración de las diversas alternativas válidas que hoy comienzan a moverse dentro del espacio de la política nacional, indican claramente que el proceso de recuperación partidario va llegando a su fin y comienza a perfilarse nuevamente el partido capaz de exigir el espacio perdido por circunstancias que aún la historia no ha juzgado y que la propia conducta partidaria, intransigente y radical, admitió como válida.
Esta nueva realidad, que habla de un “nuevo radicalismo”, que en síntesis solo pretende significar el retorno del “verdadero radicalismo”, llega cargado de una alta dosis de autoestima y humildad que son los caminos precisos para luchar por una presencia preponderantemente protagónica apta para provocar los hechos políticos capaces de transformar una realidad de país incapaz de dar hoy las respuestas que la gente espera para solucionar sus problemas.
También esta nueva realidad del partido genera un gran compromiso para sus actuales dirigentes, que deberán entender que no poseen ningún tipo de margen para desaprovechar una condición halagüeña, la que sin olvidar que en la política la competencia no es un problema sino una virtud y una oportunidad, debe trabajar para revertir determinadas actitudes personalistas, celos y egoísmos que ya demostraron su perversidad y perniciosa acción en tristes ocasiones ya vividas.
Sin el ánimo de ofender a nadie, sin pretender menoscabar espacios legítimamente conseguidos, sin pretender inducir a nadie a que se retire, sin acometer contra la personalidad ni el accionar de alguien en particular, podemos afirmar que si algo ratificó el acto de Ferrocarril Oeste es la existencia de la Unión Cívica Radical y como consecuencia directa que "se puede ser radical" y que como dijera uno de nuestros grandes hombres, “que vale la pena serlo”. Por su historia, por su presente y por su futuro.
Para este “nuevo-viejo radicalismo”, Ricardo Alfonsin es tan importante como lo son Morales, Rozas, Gauna, Sanz, Casella, Noziglia, Rodríguez, etc., como los somos todos nosotros, los militantes, y juntos podemos nuevamente decir con orgullo que aquí estamos.
¿Por qué decimos que la cosas cambiarán?
La observación de la constitución del Comité Nacional que hoy dirige el partido, muestra que no existe homogeneidad de pensamiento entre sus integrantes, lo que indica que la adopción de resoluciones que tengan que ver especialmente con los espacios por los que deberá transitar el partido en este intento por recuperar el poder para el pensamiento radical, social demócrata y progresista y especialmente las alianzas, acuerdos, consensos que se potenciarán, salvo que pretendamos pasar por ingenuos, no podemos dejar de reconocer, a partir de nuestras propias observaciones y de lo que surge de las declaraciones que por los diferentes medios se realizan, son bastante disímiles, así que esperemos…
Que la cordura, la racionalidad, la identidad, la lealtad, y otras virtudes que hacen a la personalidad radical, reinen sobre la UCR.
Mientras tanto, y con el perdón de todos: ¡FUERZA RICARDO Y SUS MUCHACHOS…A NO AFLOJAR, LA LUCHA COMIENZA TODOS LOS DIAS…!”

miércoles, 2 de junio de 2010

Con todo respeto: “Alguien lo tenía que decir”

Por: JUAN CRUZ CANDIDO
Cacu

En algo tiene razón el Dr. Federico Storani en su artículo respecto a la elección del 6 de junio en el radicalismo bonaerense. Alguien tiene que decir ciertas cosas. Lo importante, Dr. Storani, es decirlo con honestidad intelectual y demostrando coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Actuando con buena fe.

Tengo un enorme respeto y, en muchos aspectos, admiración por la militancia de Leopoldo Moreau. Negarlo sería cinismo: mis amigos del Modeso lo saben y nunca renegaría de ello. Existe una generación radical forjada en la lucha por la libertad a la que debemos honrar y agradecer: eso también incluye repensar el partido para demostrarles que aprendimos la lección histórica de la Coordinadora y que no queremos un partido quieto, anquilosado, resignado ante el PJ.

Puse el esfuerzo y con orgullo lo volvería a poner en la candidatura de Leopoldo en 2003. Creo que fue una de las definiciones políticas que evitaron que el partido desaparezca definitivamente.

Nunca responsabilicé a Moreau, Storani, etc. de los males del partido. Creo que la situación del radicalismo es consecuencia de una conducta reiterada por muchos de nosotros que conciente o inconscientemente abandonamos la solidaridad interna como método de construcción. Hay una forma de acumulación interna que tenemos –entre todos- que modificar.

Quiero un partido con todos. Encuentro mi norte en aquel mojón de rebeldía, organización y renovación que es Setúbal.

Pertenezco al colectivo de radicales de todo el país que acompañamos a Ricardo Alfonsín. En nuestro caso, desde la primer visita de Ricardo a la provincia de Santa Fe fue en agosto de 1999. Desde ahí, hemos mantenido una relación que –con el tiempo- ha ido afianzándose hasta sentirnos parte de un mismo proyecto nacional, de partido y de país.

Pero si creo que es necesario al menos contestar desde este lugar a las declaraciones escritas por el Dr. Federico Storani, sin caer en alusiones personales, agravios o consideraciones que escapan a la discusión política.

Dice Storani que Ricardo Alfonsín cuenta con el auspicio de Kirchner y de Carrió. ¿Lo dirá con malicia o realmente cree lo que dice? ¿Lo dice con la misma liviandad con la que decía que “un tipo que se llama Cleto no puede hacer política?

Dice Storani que el partido que busca Alfonsín (junto con Kirchner y Carrió) es un partido cerrado, poco competitivo, fácilmente manejable. Eso quiere decir que el actual no es todo eso que se busca. Y tras 20 años en un espiral descendente en la consideración pública, nadie puede creer eso.

Dice Storani cosas que no puede comprobar, que la realidad se ocupa de desmentir y encima pretende confundir y mezclar las cosas.

Lo que no dice Storani es que el principal desafío de la UCR es reencontrarse con el pueblo radical. Dicho en otros terminos, lograr que los radicales voten a la UCR , confien en su dirigencia, se sientan representada por ella y, muchos retomen el camino de la militancia.

Esa es la mejor forma de abandonar el partido chico, cerrado, resignado y funcional.

Nosotros creemos que Ricardo Alfonsín es quien mejor posibilita ese proceso: su paso por todo el país lo demuestra. Donde va, se reactiva la militancia, los afiliados vuelven al comité y el pueblo radical se pone de pié. Si eso no habla de un fortalecimiento del partido, que Storani explique que es lo que habla de ello.

Sería un acto egoísta no acompañarlo. Creemos que la Provincia de Buenos Aires también debe hacerlo y dejar de lado la pequeña disputa para hacer una contribución que esté a la altura de su historia.

Ojalá este 6 de junio, acompañen a Ricardo Alfonsín a la victoria. Si ello no ocurre, esto no se detiene: hay un proceso de renovación imparable y que paradójicamente encuentra entre sus opositores a los renovadores de antaño, algo parecido a la rutinización del carisma que explica Max Weber.

Ojalá el 7 de junio nos encuentre juntos, tirando para adelante. Porque lo importante es el partido popular que tenemos que construir.

Alguien, dijo Storani, lo tenía que decir.

Con sincero respeto,

“ALFONSÍN o MOREAU”

Por: Arq. ELVA ROULET
Ex Vice Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires


El 6 de junio próximo el radicalismo de la provincia de Buenos Aires debe elegir sus autoridades partidarias.
La ciudadanía radical de la principal provincia argentina se enfrenta a una opción: encarar el futuro o continuar con la decadencia, ello significa elegir.

RICARDO ALFONSÍN o LEOPOLDO MOREAU

En 1983, el radicalismo de la Provincia de Buenos Aires obtuvo más del 52 % de los votos. Se trataba del triunfo de Raúl Alfonsín, las esperanzas puestas en la Unión Cívica Radical y la confianza en los candidatos provinciales.
En 1984 se enfrentan dos jóvenes diputados nacionales en torno a sus ambiciones personales y el radicalismo de Buenos Aires se divide entre Fredy Storani y Leopoldo Moreau.
Su competencia por ¨espacios¨ políticos se traslada a todo el radicalismo del país, creando nuevas confrontaciones.
Pero en la década siguiente, estos enemigos se transforman en socios. Se trata de compartir el poder construido y seguir manejándolo con exclusión de todos quienes no comparten sus métodos y procedimientos.
Ellos pretenden presentarse hoy como la UNIDAD. Esto es absolutamente todo lo contrario de lo que son. Ellos siguen excluyendo y manipulando. Nada más evidente que el manejo de la Junta Electoral partidaria, a la que por segunda vez la justicia ha obligado a rectificarse.
Ellos pretenden presentarse como los herederos políticos de Raúl Alfonsín. Es igualmente todo lo contrario de lo que son. Raúl Alfonsín fracasó queriendo hacerlos retornar a los caminos del verdadero radicalismo, aquél en que la gente confió, el radicalismo de los fundadores, el radicalismo de la autenticidad, el desinterés, el diálogo interno, la lucha por los principios.

En 2003 la ciudadanía se expresó frente a la candidatura a Presidente de Leopoldo Moreau, que obtuvo apenas algo más del 2% de los votos del país. Algo que nunca había sucedido en la historia del radicalismo! Pero no fue la derrota del partido, el cual para sus otros candidatos en la misma provincia (gobernador, diputados, senadores) obtuvo valores totalmente diferentes, así como sucedió en casi todo el resto del país.
Fue el rechazo al candidato: lo rechazó la ciudadanía en general, lo rechazaron los radicales.
Pero él no se da por aludido y pretende seguir manejando el radicalismo de la provincia de Buenos. Persiste en sus ambiciones, en sus conductas.

En 2010 la unión Cívica Radical tiene un enorme desafío y una responsabilidad histórica: volver a ser gobierno y reconstruir el país y recuperar la democracia dañada.
Sin la recuperación del radicalismo de la Provincia de Buenos Aires, que representa más del 30 % del país, esto no es posible.
Es necesario cambiar. Las malas conductas enquistadas son imposibles de extirpar. Se trata de cambiar las malas prácticas por las buenas prácticas. Se trata de buscar las personas capaces de hacerlo.
En estas semanas mayas es necesario generar ¨cabildos abiertos¨ en cada pueblo y lugar de la provincia. Es necesario reflexionar sobre por qué se produjo esta decadencia y ese alejamiento de la ciudadanía de la Unión Cívica Radical. Ciudadanía que hoy vuelve a mirarnos interrogante y esperanzada.

Por eso llevamos a Ricardo Alfonsín como Primer Delegado al Comité Nacional, y a Miguel Bazze como candidato a Presidente del Comité de la Provincia de Buenos Aires, acompañados por figuras probas que, sin egoísmos, con lealtad partidaria y honrando la política, trabajan comprometidas en la lucha por una Argentina mejor.

Y son los afiliados radicales quienes con su voto pueden transformar la decadencia en que caímos en una nueva promesa de futuro. Es necesario comprender la responsabilidad que nos cabe y concurrir a votar masivamente en estas elecciones internas reparadoras. Sólo la voluntad de los afiliados radicales, los auténticos luchadores, puede lograrlo.
Y si fracasamos en ello por la falta de concurrencia no será la derrota de nuestros candidatos que han tomado en sus manos el enorme desafío, será la derrota de la Unión Cívica Radical y, en definitiva, la derrota de una nueva esperanza para el país.

Por ello, el 6 de junio, es necesario decirle

¡NO A MOREAU SI A RICARDO ALFONSÍN!

EL CAMBIO ES POSIBLE

“OPERACIÓN PINDAPOY”

El presente artículo fue tomado de "El diario radical"


Escribe: Jesús Rodríguez
Secretario del Comité Nacional De la UCR

El 30 de mayo se cumplieron 40 años del secuestro seguido de asesinato, que unos pocos insisten en llamar “ajusticiamiento”, de Pedro Eugenio Aramburu que, tanto
Clarín como Perfil , recuerdan en sus ediciones del día en lo que constituye el acta de nacimiento y, al tiempo, bautismo de fuego de la organización político-militar Montoneros.
La llamada Operación Pindapoy por la organización Montoneros – en ese entonces compuesta por una docena de integrantes entre los que se contaban algunos con oscuros orígenes ideológicos en el rancio nacionalismo integrista que admiraba el falangismo español- terminó por conformar un grupo de profesionales de la violencia que reconocían la vigencia de una “ciencia militar”, según documentos de su Conducción Nacional.
La saga de los Montoneros ha sido extensamente analizada en los años recientes luego del pionero ensayo de Pablo Giussani “Montoneros: La Soberbia Armada”. El texto, comentado por Ernesto Sábato como “un libro de trascendencia histórica, conmovedoramente honrado, admirablemente escrito”, demuestra que – más allá del declaracionismo izquierdista- las inclinaciones, estilos y creencias ideológicas de los Montoneros pertenecen inconfundiblemente al acervo cultural de la derecha.
A estas alturas no importa tanto si como recuerda Richard Gillespie en su libro “ Montoneros: Soldados de Perón” , citando el diario catalán La Vanguardia del 5 de Agosto de 1970, el jefe Montonero Mario Firmenich realizó veintidós visitas al Ministerio del Interior de la dictadura durante los meses de Abril y Mayo de 1970.
Tampoco es demasiado relevante si el propio Firmenich era colaborador de los servicios de inteligencia argentinos como informa Martin Andersen, en “Dossier Secreto: El Mito de la Guerra Sucia”, con datos obtenidos de diplomáticos estadounidenses acreditados en Buenos Aires.
Sí, en cambio, es pertinente admitir que el asesinato de Aramburu contribuyó de manera decisiva a la espiralización de la violencia política, que alcanzó en la Argentina el paroxismo con el golpe de Marzo de 1976 cuando se institucionalizó plenamente el terrorismo de Estado, anticipado por la Triple A durante el tercer Gobierno Peronista .
En ese golpe todos los actores políticos – partidos, sindicatos, medios de comunicación, nucleamientos empresarios, fuerzas espirituales y organizaciones guerrilleras – tuvieron una cuota de participación más o menos comprometida.
¿ Y cual fue la de los Montoneros? Escuchemos de la propia boca de su Comandante Mario Firmenich en un reportaje, a bordo de un avión que cruzaba el Atlántico, a Gabriel García Márquez: “ A fin de Octubre de 1975, cuando todavía estaba el Gobierno de Isabel Perón, ya sabíamos que se daría el golpe dentro del año. No hicimos nada para impedirlo porque, en suma, el golpe formaba parte de la lucha interna en el Movimiento Peronista. Hicimos, en cambio, nuestros cálculos, cálculos de guerra, y nos preparamos a soportar, en el primer año, un número de pérdidas no inferior a mil quinientas bajas”.
No es posible reclamar más precisión ni claridad, verdad?

“HOY MAS QUE NUNCA DEBEMOS SER LA VIDA Y LA PAZ”

Por: DR. GUSTAVO ARAMBURU


En la Argentina K ya es un clasico la intolerancia hostil hacia los que no aplauden.
Alguien anónimamente acuso a una decena de periodistas de ser cómplices de apropiación de bebés colgando carteles con reminiscencias de los bandidos del lejano oeste.
Surgen patotas en la Feria del Libro contra quienes escriben cosas que irritan al Gobierno o se anuncian juicios éticos en la plaza pública.
Es cierto que no hay bombas ni balas ni muertos ni heridos como en los tragicos setenta, sin embargo eso no morigera la necesidad de reclamar una argentina menos virulenta, como un logico aprendizaje de lo vivido.
Guillermo O´Donnell, una de las máximas autoridades académicas en Ciencia Política-, señala se corre el riesgo de romper el huevo de la serpiente; cuando se sueltan elementos que viven de y para la violencia, llega un momento que ya no se pueden controlar, ni siquiera por poderosos sectores, o gobiernos, que en su momento los alentaron.
Hay varios ejemplos históricos de que este fue un primer paso hacia terribles violencias. Debemos todos, aunque enfrentados en muchas cuestiones, empeñarnos en parar este grave peligro.
En su homenaje en la Casa Rosada , ante la mismísima pareja presidencial, Raul Alfonsin dijo: ” la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad, la concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden, la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso, han sido maneras de ser y de pensar que echaron raíces a lo largo de generaciones en nuestra historia. Y que por cierto, constituyen todavía hoy una de las principales rémoras y déficit con las que carga nuestra democracia.”
"Los argentinos vivimos momentos complejos y de gran incertidumbre. Es necesario el diálogo para resolver los preocupantes temas institucionales, sociales y económicos que nos agobian"
Hoy mas que nunca debemos ser la vida y la paz, ese es el legado mas importante que nos dejo Raul.