domingo, 8 de enero de 2012

“CONTINUO DICIENDO…SIN MIEDO A EQUIVOCARME”


Escribió: MARIO JARAZ

La querida correligionaria Carmen Britto, al efectuar un comentario sobre la nota “Como en boliche…” que publiqué en Facebook y también en el blog www.mariojaraz.blogspot.com, me formula una pregunta a la que ella misma responde prácticamente con una afirmación, pero intencionadamente nos priva de su personal análisis, seguramente enriquecedor, para continuar luego incitándome, de alguna manera, a continuar inserto en esta temática que, aunque para algunos pueda parecer un pasatiempo para llenar horas de ocio, les aseguro significa para mi una enorme preocupación puesto que soy de los que siempre creí que el juego de las ideas es la mejor herramienta con que dispone el ser humano para la búsqueda de su bien estar y buen vivir.

No creo en los gestores y realizadores que sólo actúan al impulso de sus instintos. Creo en el condicionamiento de los actos por el razonamiento y el estudio, y aún en la emergencia, también se debe intentar recurrir a ellos para la adopción de las mejores acciones.

El escaso apego a la doctrina y objetivos del radicalismo que demostraron tener muchos funcionarios que accedieron al poder al amparo de la UCR, significó, indudablemente, renegar y hasta agraviar un elemento trascendente de la identidad. De ninguna manera puedo ignorar que muchos de ellos se sintieron condicionados y hasta presionados por un gobierno nacional que no le imponía límites a sus requerimientos de adhesión, pero también es preciso reconocer que en la mayoría de los casos, con el transcurrir del tiempo, esa actitud dócil no les sirvió para asegurar continuidad y hoy podemos observar que salvo aquellos de demostraron una sumisión casi absoluta, en su gran mayoría han sido desplazados, habiendo varios que sin importarles lo que su actitud significó en el debilitamiento del radicalismo, pretenden continuar liderando a la UCR.

Pero nada es totalmente absoluto. El apartamiento a los mandatos ideológicos partidarios por parte de varios (más de uno) de los principales dirigentes partidarios, funcionarios y diversos emigrados, no es de ninguna manera la causa exclusiva del estado en que hoy se encuentra la Unión Cívica Radical, pero estimo que ello tiene un grado de responsabilidad importante.

No se puede en política, y tampoco en otros órdenes de la vida, despreciar el análisis sobre lo que son, que buscan y que desean aquellos con los que uno se junta o pretende juntarse. El Partido Justicialista nunca despreció la posibilidad de las alianzas, uniones, agrupaciones, etc. con otros partidos, pero en ninguna oportunidad lo promovió cediendo el protagonismo, los espacios y mucho menos la conducción y esto es algo que ningún participante con algo de experiencia en política podía o puede ignorar. Un simple repaso a todas las ocasiones en que estas situaciones se dieron y el final que cada una tuvo, resultará elocuente para tomar conciencia de los efectos, y es bueno intentar intuir o imaginar, cual es el resultado cuando dichas asociaciones provocan concesiones de índole ideológico. Seguramente encontraremos allí el origen de muchos de nuestros males. La responsabilidad no es de ellos, los justicialistas, es de los radicales y otros más que no quisieron, no pudieron o no supieron entender la realidad y las consecuencias de las acciones que estaban abordando.

Pienso útil y necesario que en el radicalismo se formulen desafíos de acciones que superen la convocatoria a personas que se fueron y operaron con nuevas identidades doctrinarias en contra de los intereses del mismo, y se llame a protagonizar el diseño del nuevo tiempo muchos cientos o miles de adherentes, militantes y afiliados cuyos méritos no radican solo en el hecho de no haber renegado su pertenencia, sino además, en haber contribuido con su persistencia a consolidar la vigencia de una manera de entender la política.

La agenda de trabajo de la UCR no puede abstraerse de revisar profundamente cuales fueron las causas por las que la sociedad, en un porcentaje demasiado alto, porcentaje que incluye a radicales y a ciudadanos que siempre tenían una mirada especial hacia ella, decidieron no apoyarla. En esta revisión confluirán tres elementos: validez de los proyectos, sustento y factibilidad de concreción de los mismos y las personas que por diversos métodos fueron consagrados como los candidatos del Partido. El hurgar sin temores ni impedimentos en todas y cada una de las circunstancias nos dará la posibilidad de ir detectando todos y cada uno de los errores cometidos y el diseño y la forma que deberá adoptar la nueva propuesta para ser recibida con beneplácito por la ciudadanía. Esto podría sintetizarse diciendo que nos está faltando el imprescindible debate y discusión que cada tropezón debe tener del que no puede estar ausente la autocrítica de los autores que deben ser conscientes que el deseo de saber, preguntar y opinar de parte de todos y cada uno de los militantes y quizás la recriminaciones que determinadas acciones adoptadas promuevan, seguramente no provendrán del afán destructivo sino de la profunda preocupación que la situación genera.

Pasó suficiente tiempo desde el rotundo fracaso electoral y aún quienes tienen la responsabilidad de hacerlo no han despertado expectativas positivas por tratar de utilizar una metodología integradora de la totalidad de arco radical real, el arco silencioso pero lleno de identidad y sentido de pertenencia. El arco que nunca traicionó. Sin embargo si se invitó a aquellos que alguna vez fueron y después se fueron. (lindo juego de palabas). ¿Con que resultados? Tengamos paciencia…y confirmo algo que supe expresar en otra oportunidad: La Unión Cívica Radical no precisa un salvador, está sostenida por millones de radicales diseminados a lo largo y ancho del país, lo que necesita es reencontrarse, reencausarse y conducción…Todos nos estamos proponiendo para aportar, esperamos…

Sin haber terminado, voy a terminar y lo voy a hacer enumerando algunas pequeñas cuestiones que seguramente darán pié a la próxima:

- Rápidamente me dirán que no puedo catalogar de fracaso las elecciones cuando en diversas ciudades y poblaciones nuestros candidatos obtuvieron triunfos. ¿Esos triunfos tienen la suficiente envergadura como para disimular el verdadero papelón vivido por el partido a nivel nacional y en la mayoría de los lugares en los que participó?

- En un próximo escrito creo que debemos tocar la validez de la resolución adoptada en reunión nacional en la que se decidió respetar “la estrategias territoriales” en contraposición al carácter nacional de nuestro partido.

- ¿El radicalismo puede seguir conviviendo, sin luchar denodadamente, con los males endémicos que azotan desde antaño a nuestra sociedad?. Podemos admitir que se continúe hablando de igualdad de oportunidades cuando hay millones de ciudadanos que no beben agua potable, no tienen salud, no tienen… Nos dejaremos pisar por el tren de la historia…

Gracias. CHAU

P.D.: El comentario completo de Carmen Britto puede ser leído en el sector comentarios de la nota levantada en Facebook.

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