miércoles, 23 de septiembre de 2009

UN GRUPO DE RADICALES SE REUNIÓ EL MARTES 22 DE SETIEMBRE - ¿COMETIERON UN PECADO?

Escribe: Ing. MARIO JARAZ

Un encuentro mantenido por un grupo de dirigentes y afiliados radicales que se realizó el día martes 22 de setiembre en la ciudad de Buenos Aires generó una verdadera catarata de comentarios de los más diversos tonos.
Aprobación, reprobación, expectativa, desilusión, representaron diferentes estados de ánimo propiciatorios de posturas que con un alto grado de hipersensibilidad llegaron al extremo de la descalificación total de los participantes y las intenciones que los movieron a juntarse.
La Unión Cívica Radical es un partido que tiene a la libertad como uno de sus emblemas.
Libertad para opinar, libertad para juntarse, libertad para pensar, actuar y hacer, con el exclusivo límite que representa la libertad del otro, el no avasallar la libertad ajena.
Dentro de este simple contexto resulta hasta risueño analizar el revuelo provocado por la reunión, especialmente el análisis que se realizó de las intenciones y connotaciones de la misma.
Como revela más de una declaración, la ignorancia sobre los verdaderos propósitos indujo a quienes las realizaron al error.
El suponer suele ser la causa de muy profundos problemas, pero al mismo tiempo obliga a quien lo hace a exponerse, no solo personalmente, sino también en sus posturas.
¡Cuánto daño puede provocar la tergiversación!
En el centro de la escena, con el rótulo de “malhechor”, instalaron la figura del Presidente del Comité Nacional Gerardo Morales tratando de transformarlo en aprendiz de “Fürer”. El ególatra que todo lo pretende para sí, el hombre que se considera a si mismo como el único infalible, el mentor de todos los caminos erróneos que transitó la UCR que le es contemporánea.
¿Con quien estuvo reunido Morales?
Con un gran número de hombres del interior del país junto a los cuales, en los peores momentos que le tocó vivir al partido, se atrincheraron en la doctrina e ideología del mismo para evitar que fuera deglutido por fuerzas a las que la presencia del radicalismo les significaba un inconveniente para sus proyectos hegemónicos.
También estuvieron hombres que en el transcurrir del tiempo fueron sumando sus esfuerzos motivados por el espíritu de supervivencia y superación que las acciones que se iban desarrollando transmitían. En el trabajo interno en el partido y externamente en todo escenario en el que tocaba actuar.
Estuvieron Rozas, Negri, Gil Lavedra, Campero, Ricardo Alfonsin, Zavalía, Bellia, Salvador.
¿Alguien puede, con honestidad, cuestionar su radicalismo?
Estuvo el Yuyo Gauna, Bonetto, Solmoirago de Misiones, Olmedo de La Rioja, Naidenoff de Formosa, Giubergia de Jujuy, Nito Artaza, Cusinato de Entre Ríos, Paterson, Benedetti.
¿No son radicales de siempre?
Hubieron varios jóvenes y muchos otros que entendemos innecesario nombrar, porque no fue una reunión a la que se concurría con el fin de lograr espacios espurios sino con la ambición de proyectar un escenario, un encuentro de radicales, que despojados de sus investiduras de dirigentes, legisladores, o funcionarios, se debata con total libertad e independencia sobre la Nación y la Unión Cívica Radical o sobre la Unión Cívica Radical y la Nación.
¡Como nos juntamos dicen que estuvimos complotando!.
¿Contra quién? ¿Contra qué?
¿Estuvimos diagramando un golpe para adueñarnos de la conducción de la UCR?
Alguno o alguien no esta aún anoticiado que desde el comienzo de este siglo, cuando comienza el gran debacle de la política y los partidos políticos frente a la consideración de una gran parte de la sociedad, quienes con toda legitimidad asumieron, con total osadía y convicciones, la responsabilidad de salvar y reposicionar a nuestro partido fueron muchos de los hombres que el martes dijeron presente en la tan vapuleada reunión.
¿No tienen derecho a reunirse?
¿Está prohibido intercambiar opiniones, pensar que es lo mejor para el partido, la república y la gente?
¿No es la mejor manera de aminorar la posibilidad de cometer errores?
¿Y si tienen la voluntad de dotar de formalidad, de institucionalizar, un espacio que se gestó espontáneamente en aquel tiempo de hecatombe y que se fue consolidando a la luz de las realizaciones que posibilitaron este presente del partido que, aún con debilidades, posee intacta su identidad, sus creencias y sus ideales?
¿No se lo puede hacer?
¿Quién o quienes lo dicen?
¿Los que piensan distinto y hoy frente a esta nueva realidad pueden decirlo?
¡Bienvenidos sean los que no opinan igual!
Un partido político, al igual que un cuerpo humano, esta vivo y en condiciones de seguir creciendo, cuando todos sus órganos se encuentran con buena salud y funcionando.
Nosotros, los radicales, podemos decir con orgullo, que nuestro partido esta vivo, que todo funciona, que nuestras puertas, al igual que en todos los momentos, siempre estuvieron abiertas, para los que pensaban como nosotros y para los que pensando diferente venían a nuestra casa a dirimir diferencias.
Por radicales admitimos las divergencias y placenteramente convivimos con ellas, siempre y cuando, en lo interno, no se vulneren los principios partidarios fundacionales que aun se encuentran vigentes, y en lo externo las diferencias no sean instrumentos conducentes a la disgregación y disolución del espíritu social.
Cuando con grandeza discutamos nuestras diferencias en los ámbitos que corresponda, sin descalificar a nadie y lo hagamos con el ánimo de construir un partido cada vez mejor preparado para ofrecer las respuestas que la sociedad espera de sus partidos políticos, bienvenido sea el debate.
Cuando a la democracia, que no es el mejor de los males, sino la gran herramienta que nos invita y posibilita convivir con autenticidad, la aprendamos a disfrutar aportándole con cada uno de nuestros actos, a los encuentros como el realizado el día martes, no los supondremos como acciones de incalificables grupos facciosos que van detrás de oscuros y destructivos objetivos, sino como un encuentro de un grupo de radicales que haciendo uso pleno de sus derechos y movilizados por sus ideas están en busca de mejores políticas, aunque podamos no compartirlas.
Y esta es la realidad, y lo puedo decir, porque tuve y tengo la suerte de vivirlo desde adentro.
No dije que tenemos la verdad absoluta, tenemos la nuestra, pero tratamos de acercarnos lo más posible a la mejor.
Una última noticia: La reunión sigue. Será mucho más grande. El Rosario los días 9 y 10 de octubre próximos.
Los que pensamos igual, o parecido, podemos ir...o debemos ir.
Estamos seguros de que al partido le hará bien.
Son muchas las cosas que debemos pensar, que debemos hacer, que esperamos proyectar, que aspiramos diseñar.
Hacia adentro y hacia fuera.
¿Nombramos un tema interno?
Faltan menos de noventa días para que se elija la nueva conducción del Comité Nacional.
¿Es importante o no?
¿Continuamos el camino por el que venimos o damos un viraje?
¡¡Que tema...!!!

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