lunes, 21 de diciembre de 2009

UN BREVE COMENTARIO SOBRE "LA CARTA"

Escribe: Ing. Mario Jaraz

Es evidente que el Señor Giovine. aun sin ser afiliado radical, expresa con total claridad la verdad de lo ocurrido en el seno de nuestro partido en el transcurso de estos últimos tiempos, que arrancando en la errónea resolución de nuestro Tribunal de Disciplina que impactado por la actitud del Presidente del Senado de la Nación, Ing. Cobos, al momento de votarse la famosa Resolución 125, le levantara la sanción que legítimamente y con toda razón le había sido aplicada, y culminando los primeros días del mes de diciembre con la elección del nuevo Comité Nacional, ha demostrado una separación más que preocupante de los principios rectores de la Unión Cívica Radical y optado por subordinar doctrina, conducta, valores, métodos a resultados de encuestas que no sabemos, debemos admitirlo con total honestidad, que significado tendrán en el futuro de nuestro partido.
En este proceso, algunos pueden ser o parecer más culpables que otros, pero creo todos lo somos, también los que pensamos que estas acciones resultan dañinas para el presente y futuro de la UCR, porque no nos animamos a “plantarnos” con el vigor necesario como para luchar por nuestras convicciones y luego de tibias discusiones nos dejamos sobrepasar por quienes nos presentan a Cobos como la gran solución, no sólo para nuestro partido sino también para el país.
No se si ganaremos o perderemos la próximas elecciones, pero de lo que estoy seguro es que por este camino no reconstruiremos el tejido social de la Nación, que debe recuperar mucho más que el funcionamiento de su economía, debe fundamentalmente transitar el camino de la construcción de una verdadera república democrática con igualdad y libertad para lo cual resulta imprescindible llevar a cabo la aplicación de los principios que son la base de nuestro partido ya que, como lo demuestra la historia, son los únicos aptos para lograrlo.
Lo digo corriendo el riesgo y hasta deseando equivocarme, pero para luchar por lo mismos es preciso una actitud de vida atada a una conducta que materialice el concepto tan radical que dice: “que se rompa pero que no se doble”, y muchos de quienes hoy están manejando el partido, aún sin integrar formalmente ningún cargo, no han demostrado tal convicción.
Creo que mucho desconocimiento, presión y confusión, llevó perversamente a más de uno a mezclar unión con amontonamiento y este puede haber sido el comienzo…o quizás pensar, equivocadamente, que Alem, Irigoyen, Lebensohn y muchos otros de nuestros ilustres dirigentes, tenían razón.

Cada dirigente debe conducir su tiempo, pero ninguno puede hacerlo obviando intencionadamente la historia escrita por aquellos de quienes pretende ser continuador...

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