domingo, 27 de diciembre de 2009

ANTES QUE TERMINE EL AÑO, UN PEQUEÑO HOMENAJE AL QUERIDO ENRIQUE PEREIRA

Este año 2009 que se nos va, nos dejó "un espacio vacío" que, como dice Alberto Cortes, resulta imposible de llenar.
El querido don Enrique Pereira en una de sus "increíbles travesuras" eligió irse este año.
Sólo el y seguramente D´os sabrán porque.
Pero este inefable e inolvidable hombre, que por suerte era "Radicalismo puro" o "puro radicalismo", con cada una de sus palabras, en cada uno de sus escritos, nos acercaba una enseñanza, nos obligaba a reflexionar, estudiar y especialmente a pensar y razonar.
De los muchos escritos que guardo, como un pequeño homenaje que se me ocurrió ofrecerle, les pido que me acompañen a leer dos, ya que en ellos no solo lo encontraremos a él perfectamente retratado, sino que ellos, aún escritos en otro tiempo, nos servirán como aporte para tratar de entender este presente de la UCR.
A todos los amigos que acompañan este blog, muchas felicidades, salud, amor, bienestar y fuerza para seguir la lucha y a vos Enrique, estes donde estes, muchas gracias y hasta todos los momentos...
Tu amigo Mario.

(son largos, pero tomense el tiempo de leerlos, les aseguro que vale la pena)

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Mayo 2007

¡¡ADIOS A UN RADICALISMO DEL CUAL NUNCA ME IRÉ!!

Por Enrique Pereira

Escrito realizado ante la nominación de Roberto Lavagna candidato a presidente por una alianza integrada por la Unión Cívica Radical

No es una paradoja esto de decir adiós sin irse.

No citaré autores de ciencias políticas, ni apelaré un yacimiento de frases, ahora tan fáciles de buscar en Internet, para simular erudición, sapiencia.

No, de manera alguna.

Solamente dejaré hablar a mi corazón radical, sin cifras ni estadísticas, ni siquiera sumando los años en que, desde mis quince y para siempre, me incorporé honrándome, a nuestra U.C.R., que mañana se acaba, en la misma ciudad en que, con heroísmo, se fue forjando en el Jardín Florida, en el Frontón, para tener su bautismo de en los Cantones del 26 de Julio de 1890…

Dicen que fue don Joaquín Castellanos, el legislador, gobernador y poeta, quien tuvo la idea de agregar el adjetivo “radical” a la Unión Cívica, cuando para no pegotearse ni a Mitre ni a Roca, nuestros Fundadores decidieron emprender, como un ejército civil, compacto, identificable, su andar por la historia nacional.

Ahora, en un teatro absolutamente alejado de toda gloria, fácilmente llenable por cualquiera, por falta de gente como la juntábamos de la mano de Alfonsín en el 82/83 (la Cancha de Ferro, la ancha Avenida 9 de Julio), ahora en un teatro que con quinientas o seiscientas personas revienta, en una entorno de seis millones de seres humanos, entra nuestra U.C.R., en un estado vegetativo, pues somos un Partido que ha descubierto que no tiene una sola persona en su seno que sea digno de ser candidato a presidente de la Nación Argentina y debe delegar en un desconocido, con ideas, en verdad también desconocidas, la alta calidad de ser su supuesto abanderado.

Y me despido, sin irme desde luego, de una etapa del Radicalismo que, con yerros y aciertos, con tropiezos y ascensiones a la gloria, se mantuvo siempre con identidad. Era fácil divisarlo desde lejos.

Ahora el nuestro tiene otro rostro, otro cerebro. Hemos dado licencia a las neuronas; parece que tenemos neuronas para llegar hasta vicepresidente, no más alto.

Ahora hicimos cien pedazos la identidad y la arrojamos a la basura.

Anduvimos (anduvieron los responsables de esta horrible situación) buscando un voluntario, tal cual hicieron los españoles cuando arrojaron a la alegre Isabel II, mangando por cortes europeas un rey para su país y, tras muchas vueltas, lo pescaron al pobre Amadeo de Saboya, que a los pocos meses huyó despavorido (tal vez inspirando a Don Fernando, el “nuestro”).

Y lo encontraron los descubridores de la incapacidad presidencial de la U.C.R.
Nos redujimos a tener vocación de vice…

Nuestro destino es una lejana “vice estrella”. Tal vez en el 2011, o en el 2015, podamos “vice alegrarnos” con un vicepresidente radical.

Eliminamos la democracia interna en la UCR, votando tal barbaridad (yo no lo hice, obviamente) y profiriendo grititos de satisfacción por tal hazaña portentosa. Los que tuvieron a bien perpetrar semejante delegación de poderes en tres o cuatro individuos no se podrán quejar ni de los Diputados Nacionales de Pernasetti que ya hocicaron ante Cavallo ni podrán quejarse de los diputados de Kirchner que hicieron idéntica servidumbre a Alberto Fernández,

Me despido (sin irme, sigo afiliado y siendo convencional y delegado electo al Comité Nacional), me despido de una UCR que no tenía bisagras en el lomo, me despido de una UCR que no es la misma a la que ingresé con quince años, donde estaban vivos y enseñando desde Larralde, Perette, Íllia, Balbín, Contín, Marini, Armendariz, Santiago del Castillo, don Benjamín Stubrin, el viejo Santiago Maradona y ya asomaba, con fuerza Raúl Ricardo Alfonsín, que nos llevó a la gloria, al triunfo, y estaban muy cercano el recuerdo y la acción de Sabattini, Lebensohn, Enrique Mihura, Luis Etchevehere, Roque Coulin, Elpidio Gonzalez y, por cierto, la presencia de los padres fundadores, don Leandro, con Hipólito. Don Marcelo…

Teníamos presentes, y ahora los cambiamos por un colado-invitado, los martirios de muchos radicales, sencillos, iletrados, algunos de ellos, y otros doctores en diversas disciplinas, militantes de a pie, otros legisladores, algún viejo general radical asesinado por la espalda, estudiantes caídos por vivar a la UCR.., Karakachoff, Amaya… ¿Murieron, me pregunto, para que termináramos haciendo esto?

De eso me despido., me despido sin irme, que irse es traición y cobardía, es ser radical de la mesa servida y la gloria barata…

Somos muchos los que nos quedaremos en la UCR, aun cuando la están queriendo vaciar y hacerla light, porque eso que en muy breve síntesis he mencionado, esas historias, esas vidas y esas inmolaciones sirven porque mandan, porque son el patrimonio común de los radicales, esas gestas, olvidadas, las mas, recordadas, las mas significativas,. No hay que tomarlas a la chacota, ni pensarlas aptas solamente para investigadores de la Historia. No es eso, debemos cargar con la mochila, porque sin ella no se puede tener hoja de ruta para el hoy y menos aun para el futuro.

Ya se, dirán: son tontos que tienen los ojos en la nuca, que viven con las glorias del pasado.

No es así. Se trata de no burlarse de las luchas precedentes ni hacer cosas que, les guste o les guste, son de una magnitud tan gigantesca, que no hay argumento sensato que las avale. Son meros antojos, disfrazados de “alianzas”, o sumatorias de agua con aceite, que no suman, restan, quitan identidad, confunden a las gentes, a las que nada, nada, se nos ha explicado, sencillamente por no haber nada que explicar: se trata de un enorme globo inflado, gris, opaco, triste, lamentable, que puede ser deshecho por un humilde y pequeño alfiler. Hay solo aire…


Si no nos avergonzáramos de nuestra historia no andaríamos, como anduvimos, con una red para cazar alguna mariposa (y encima opaca) para que sirva de llamador que, en este caso es una campana de palo, por cuanto carece de la emoción radical que solamente un radical puede transmitir a los radicales.

Alguno de los hacedores de esta trama tal vez podrá colarse o colar algún pariente en las listas para los carguitos seguros, que suponen obtener bajo la estrella, que suponen, alumbra o deslumbra el ex ministro kirchnerista que hemos adoptado.

Con esta disminución que hemos consagrado con aplausos de algunos que aplauden, pareciera cualquier cosa. Podremos visitar a los estudiantes y decirles ¡”Chicos: nosotros, los radicales somos incapaces de tener un candidato a presidente radical, por eso buscamos a un señor de otro Partido, pero nosotros somos los mejores!” Igual información les podemos dar a los universitarios, a los trabajadores, a quien sea, a las amas de casa, diciendo que este hombre es un peronista “bueno” y que los otros son los peronistas que no lo son tanto.

Aun no puedo imaginar que esa juntada de unos pocos cientos de personas este jueves 10 de mayo, en un teatro porteño, sea otra cosa que estar viviendo una pesadilla. Lo dije en la reunión del Comité Federal el 1 de marzo, lo dije en la Convención Nacional en Avellaneda. Nadie contestó una palabra. Se limitaban a pedir “¡Calláte, deja de molestar!! ¡¡Ya está resuelto así y basta.!!
Ni un medio argumento, ni un cuarto de argumento. Nada, Nada Un globo. ¿Y después?

Me despido del Radicalismo peleador, ese que arremetía con denuedo y sin tantas vueltas, sin buscar disfraces ni ponerse caretas, que era fiel a sí mismo y de su seno elegía a sus hijos para que fueras sus voceros. Ahora alquilamos, contratamos o tomamos prestado algún lenguaraz que hable por nosotros… quizás cantando la marchita que popularizó Hugo del Carril…

¿Para esto se hizo la Revolución del 90?

No lo creo. Nadie me lo hará creer.

De ese Radicalismo con sangre en las venas me despido.

De ese Radicalismo con claridades prístinas me despido.

De ese Radicalismo que era el fortín de las mujeres y los hombres sin miedo, me despido.

De ese Radicalismo que no era una calesita para bajarse y subirse cuando uno quisiera, me despido.

Y ahora, que pareciera que se promulgará una nueva ley del nombre ¿legalmente tendremos que llamarnos Unión Cívica Radical de Lavagna?

¿Dónde compraremos emoción? ¿Existen emociones en polvo, como los jugos concentrados, para poner el polvito en un vaso y verter agua para tomar “emoción”?

En este radicalismo, diluido y lavagnoso habrá muchas cosas, sin duda una parva de molestos y estruendosos bombos y redoblantes alquilados, pero la emoción, el entusiasmo cierto, real por el Lic. Lavagna, no. Simplemente no existe, no pude ser creada de la nada por ningún mago ni artilugio, no tenemos poderes taumatúrgicos ¿O sí?

Cada uno hará lo que pueda en esta elección, pero lo que no se puede es suponer que un milagro celestial nos tocará y convertirá el plomo en oro, o a Lavagna en conductor de masas.

Eso es algo inexistente, como es inexistente la inventada adscripción ideológica que se ha dado en repetir, ese chiste del “centro-progresista”, desconocido en las ciencias políticas.

Somos todos los radicales formalmente socialdemócratas y miembros plenos de la Internacional Socialista, cosa que estamos ocultando, tal vez para lograr algún votito “patticonfuso”.

De ese radicalismo claro, que no fabricaba “ideologías” fantasiosas, de cotillón, es que me despido, sin irme.

Confieso que lo extrañaré, como muchos mas, desde luego, haciendo el compromiso, que tras esta desgraciada e inútil aventura, seguiremos en la brega para sacarlo al Radicalismo de la terapia, adonde, por acto fallido o deliberada información sesgada, la Convención y el Comité Nacional lo han declarado.

Fíjense amigos en esto que les digo que es fácilmente comprobable y es muy grave, como símbolo:

En la Página oficial del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical aparecía un letrero de notable tamaño, con el nombre y el escudo del Partido, la leyenda “¡¡Siempre viva!!

Desde que está el nuevo Presidente, Gerardo Morales, la información “¡¡Siempre viva¡ ha sido deliberadamente eliminada. Morales sabrá la razón de haber sacado ese canto de esperanza y optimismo.

Ahora, en esa página aparece el rostro, triste, de un dirigente peronista…

De aquel Radicalismo radical, con angustia, dolor casi físico, sincero, me despido.

Mas, con optimismo, estoy convencido que esta cosa desaparecerá, como despareció la peste negra medieval de la vieja Europa. Y además, reitero, esto es cartón pintado o globo inflado, lo que prefieran.

Y, cuando desaparezca esta rendición, este miedo, volveremos a tener la gallardía y el coraje de tener candidatos radicales.

No me creo Emilio Zola, ni es esto un “Yo acuso”, ni Dreyfus está en peligro, ni un Barroetaveña con su carta famosa. Soy un radical mas, del interior del país, que le debe al Partido todo, especialmente el estar en sus filas, con entusiasmo, el mismo de cuando firmé como adherente, tengo el orgullo de ser hijo de gallegos inmigrantes, que al llegar desde Galicia a esta República se hicieron radicales y, que de estar vivos, sin duda llorarían por esta declinación deliberada, buscada y ejecutada con frialdad. A todo trance, sin pena y menos, sin gloria alguna

Paraná, 9 de mayo de 2007


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Marzo 2009

“A PROPOSITO DE UNA REFLEXION…OTRA REFLEXION”
A PARTIR DE LO QUE ESCRIBIO ESTER STAROSELSKY
(ver en este blog marzo 2009)

Por Enrique Pereira


¡¡JA!! ¡Pequeño tema!!!

En unos pocos párrafos, muy pocos, ha podido Ester levantar la punta esencial de una alfombra persa ultra tupida y pesada, pese a lo cual seguimos caminando sobre ella como si se notara, aun con los pies descalzos, que hay de todo, y con filosas puntas, debajo de esa alfombra argentina.

Parte de esa indagatoria es nuestra propia represión, en tanto radicales, a hablar en público de los verdaderos horrores que los peronistas han cometido, ante los cuales nuestros yerros partidarios, algunos casi montañosos de grandes, semejan apenas una duna pequeñita de esas que hay en Villa Gesell.

Tenemos los argumentos, le tememos al mote de "gorila" más que a una bazooka apuntándonos al hígado.

Creemos, da la impresión, que "queda feo" reprocharle a López Rega con una historia de torturas, asesinatos, estado de guerra interna, incendios hasta de la bandera, de los templos, de los partidos políticos....

Pero, claro, si recordamos una milésima parte de la responsabilidad de lo que sobrevino, el horror inconmensurable de la dictadura, se evaporaría la posibilidad de hablar con gente delicada y fina como Felipe Sola o el pobrecito, tatuado como un salvaje en el cuello, el muy modesto Francisco de Narvaez.

Es decir que nosotros, que nos enorgullecemos de nuestro pasado (no de nuestro presente) le ¡hacemos la gauchada de no mentar lo que ellos hicieron, desde su inicio, sin olvidarnos de las entregas de Menem, mientras seguimos puteando al Pacto Roca-Runciman y hasta nosotros hablamos mal de Mazzorin...

No se conoce ni se escribe casi nada de los setenta, salvo la parte de las atrocidades de la dictadura, por nuestra culpa. Nosotros lo ocultamos y los peronistas generalmente hacen lo propio, nadie se escupe para que el pollo le caiga en la cabeza, claro. Pero ¿por qué nosotros guardamos silencio, salvo en algunas charlas o disertaciones? Misterio ¿piedad para con los sucesores de los incendiarios? ¿especulación politiquera?

No lo se, piedad seguro que no, pues no la tenemos ni con nostros mismos. Entonces queda una sola cosa. no nos atrevemos a decir lo que es mas que obvio: Perón; Cámpora, López Rega, Menem, Duhalde, Kirchner, son una sola y misma cosa,: partes integrantes de un amorfo bollo policlasista y multi- compuesto, que tiene un matete ideológico, como si fuese un cuerpo de mil caras, que caiga de la manera que caiga queda parado, sea para la izquierda loca o en la faceta del nazismo de mi finado convecino Ottalagano.

El día que asumamos nuestra propia identidad, en su cabalidad total, y nos animenos a hablar claro, es decir, el día que los radicales, sin hacer gorilismo, levantemos la totalidad de la alfombra. la enrollemos y la mandemos al tintorero, describiendo lo que esa costosísima alfombra tapaba, ese día los radicales habremos recuperado esa identidad que hoy solo la tenemos en la parte follklórica: escudito, bandera, marchita, y a veces, muy raras, la inolvidable (hoy olvidable) boina blanca.

Me parece que en esta situación y ante un pueblo ahíto de verdades claras, las mescolanzas impensables, las conversaciones politiqueras entre nosotros, Solá y Margarita Stolbizer, son como un crucigrama en chino. Si a eso le añadimos la reciente locura de Lavagna, peronista, desde cuya candidatura no queda bien hablar de los horrores peronistas, sino de que era un peronista bueno, un lobo feroz reciclado, tal vez empecemos a deshacer el entuerto, en que gracias a nuestras “bizquedades” nos hemos metido por propia voluntad.

Pero claro: estamos llenos de misterios y miserias. ¿Quienes son los beneficiarios del partido? Los sujetos que cobran demenciales sueldos sin ninguno o poco mérito y han sido becados por años con cargos en las sombras, como si no estuviesen mas iluminados que actor de circo en el momento culminante de su acción.

Lo que señala Ester es una verdad grande como una casa. Pero estamos llenos de locos ambiciosos que solamente se preocupan de su propio acomodamiento político que a su vez significa, (aun con un partido chiquito), lograr la independencia económica mientras otros se ven obligados a sacar miles de pesos de largos años de trabajo duro y de tareas difíciles.

Eso trasciende, eso se sabe, se intuye y, como eso lo hacen "los radicales" muchos se espantan, se alejan o se borran. Otros, mas vivos, se van a otros paridos momentáneos para luego hacer una UTE con nosotros mismos y a la vez siguen con las mismas mañas, eso sí, fingiéndose santitos.

El común de los ciudadanos no entiende un carajo. Yo tampoco y me parece que otros muchos tampoco.
Hoy somos como un corcho en el Océano, y estamos metiéndonos en un piélago estrafalario del cual no podremos salir sino con dolor y angustias...

Tal vez los muchachos del interior, de otras provincias, o de la mía, no adviertan estas cosas, pero como salen en los diarios, en la TV y todos tienen este aparatito, que encima miente, tampoco saben para donde agarrar.

Pero en muchos lados, masivamente no nos toman en serio y muy urgentemente eso hay que revertirlo, simplemente con claridades hacia el pasado ajeno y hacia el futuro nuestro.

Un abrazo grande para Ester y todo mi afecto sincero.

Enrique

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