domingo, 7 de marzo de 2010

“FALTA UNA VOZ EN LA NACION ARGENTINA”

Por: Juan Manuel Moure
Convencional Nacional


Aunque nadie lo diga en estos meses, falta una voz en la Nación. Es aquella que todos sin excepción la recibían y respetaban coincidiendo o no con el contenido del concepto.
Esa voz tenía la virtud de la prudencia, el respeto y la firmeza. Nunca se expresó con la crispación propia del tribunero exaltado.
Nunca dejó de lado sus convicciones democráticas, su republicanismo, y menos aún, sus convicciones para el entendimiento y el dialogo, antesalas del posible consenso. Cierto, estamos hablando de Raúl Alfonsín al cumplirse el 31 de marzo el primer año de su desaparición física, un Alfonsín que casi como que nos taladro desde la década del 70, sobre la necesidad de “Los comunes denominadores” que los Argentinos debíamos construir.
La Voz de Alfonsín, desde su radicalismo, tuvo la virtud de alumbrar un camino que iba mucho más allá del largo de nuestras narices, condición básica para entrar en la calificación de estadista.
Si hoy lo tuviéramos, nos estaría afirmando en la urgencia para lograr una mayor calidad institucional, y su fiel observancia. Nos pediría más imaginación y coraje para combatir todas las pobrezas y todas las exclusiones. Seguro que nos convocaría para revisar y ajustar el modelo productivo para alcanzar una mayor integración, un mejor reparto para achicar la vergonzosa brecha social.
Diría, como lo expresó permanentemente que democracia es dialogo, pero diálogo con todos, con todos significa hablar francamente con el gobierno. Nos diría que el diálogo “informal” y fuera de los micrófonos y las cámaras ayuda enormemente a emprolijar y a ordenar mejor las medidas, obvio, sin dejar de reconocer que siempre o muchas veces, las iniciativas deben partir del cuerpo presidencial. Pero a su vez, nos diría que ante alguna ausencia o falta de razonamiento para darle firmeza a las iniciativas, ahí esta siempre el Congreso de la Nación Seguro que nos diría, copiando al Pepe Mujica Presidente de la Republica del Uruguay, “que nos queramos mas, que bajemos el tono y logremos escucharnos mutuamente”, para al menos, que no es poca cosa, plasmar una media docena de “comunes políticas de estado” para un largo tiempo.
Raúl Alfonsín, pensaba así, y estamos ansiosos muchos argentinos de tener ese estilo, esa cultura política.-
“El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya sujetos democráticos, porque solo así pueden sobrevivir a sus gobernantes…”

1 comentario:

Mario dijo...

Todos nos llenamos la boca hablando de democracia y patriotismo... pero no somos un poco hipocritas? porque primero antes de hablar y crear conciencia o lo que se quiera lograr con este documento, no hacemos un examen de conciencia sobre nuestro actuar a lo largo de la vida... y asi nos daremos cuenta que a veces es mejor actuar de buena manera y no abandonar codigos o pedidos de amigos ( a veces nos equivocamos con los amigos, pensamos que lo eran, pero solo estaban al lado de uno por el poder o el dinero), en fin.. a veces antes de llenarse la boca sobre "lo que falta" primero seamos concientes de "lo que somos" y asi nos daremos cuenta que es mejor callar y echarnos a dormir.
Al que le quepa el sayo, que se lo ponga!!!