domingo, 14 de marzo de 2010

“LA REUNION DEL CONSEJO FEDERAL DE LA UCR”

-JORNADAS CON COLOR Y CALOR-
Por Ing. Mario Jaraz

La reunión del Consejo Federal de la Unión Cívica Radical realizada en la ciudad de Córdoba los días jueves 11 y viernes 12 del corriente mes tuvo un desarrollo que cubrió las expectativas de los organizadores y los participantes, aunque adoleció, por falta de tiempo, del debate que las circunstancias nacionales, la situación del Partido y la actuación de los representantes en el Congreso Nacional, especialmente los nuestros, ameritaba.
En la reunión se trataron temas trascendentes y se adoptaron decisiones sumamente importantes que tienen que ver especialmente con el posicionamiento partidario frente a las circunstancias y la búsqueda de solución para los distritos intervenidos, cuestiones que estas suficientemente relatadas en los documentos que se emitieran el finalizar las reuniones.

Pero sin ánimo de criticar, nos retiramos con “apetito” de saber. Con ganas de receptar y exponer opiniones que permitieran juzgar y considerar el momento con más certezas sobre como se manejaría el futuro.

Efectos emocionales

Pese a todo fueron jornadas donde el rojo y blanco que representa nuestra identidad partidaria volvió a conmovernos y la alegría que transmitían los rostros de los presentes al ver que su partido realmente esta vivo y en marcha, cubrían el espacio del calor que hermana a aquellos que vibran y se conmueven por iguales motivaciones.
Todos los informes escuchados, tanto de los dirigentes del orden nacional, como los brindados por los presidentes de los distintos distritos presentes, fueron mostrando una realidad nacional vestida del optimismo que genera la consolidación de un pensamiento capaz de generar el ánimo preciso para las mejores realizaciones: La Unión Cívica Radical, en todo el país vuelve a ser opción cierta de poder.

Los corrillos

Fue en los corrillos que se armaron previo y durante el encuentro donde se generaron las apreciaciones, críticas y comentarios que provocó la actuación partidaria, que involucra a sus representantes, en este tiempo tan especial que está viviendo la República.
Se comentaba con sorpresa lo sucedido en la Cámara de Senadores donde los Legisladores que pocos días antes llenaban los espacios explicando, con un mal disimulado nivel de altivez, las virtudes que le reportaría a la sociedad y la democracia la nueva constitución de las comisiones del cuerpo, se encontraron que un “viraje” efectuado por algunos integrantes del “amontonamiento” opositor, fue suficiente como para patentizar la fragilidad y debilidad del “espacio construido” a través del cual esperaban poder realizar una verdadera oposición constructiva capaz de efectuar las correcciones necesarias para mejorar el funcionamiento de los poderes del Estado.
Con un estado de ánimo totalmente diferente, debían los señores senadores explicar como el recientemente conformado grupo opositor, con impensada rapidez perdía el espacio, el Senado de la Nación se volvía a transformar en funcional del Poder Ejecutivo, y este recuperaba la facultad de imponer sus proyectos.

Los porque tener que explicar

Explicar la situación resultaba más que difícil, incomoda. Tenían que admitir los senadores que no habían valorado suficientemente ni analizado rigurosamente el posible comportamiento de cada integrante.
Seguramente todos los que fueron traicionados supusieron un nivel de compromiso y un convencimiento mayor al que realmente tuvieron aquellos que con tanta facilidad cambiaron de rumbo.
Resulta evidente que fracasó el intento de construir un bloque opositor capaz de mantener una línea de conducta y comportamiento capaz de convertir al conjunto en previsible en sus decisiones.
La impensada ingenuidad con que actuaron, como asimismo la superficialidad con que evaluaron y diseñaron el factible funcionamiento del grupo, tarea realmente difícil debido a su heterogeneidad ideológica y de intereses de los integrantes, demuestran que primaron las ganas, el deseo y el voluntarismo, sobre una acción que debió tener características diferentes.
Todo esto se estuvo conversando en los pasillos entre los más diversos concurrentes al encuentro mientras se estaba realizando la reunión.
Hasta determinado punto resultó indignante tener que admitir que no se tomara en cuenta que, como históricamente ocurrió, en los políticos surgidos del Partido Justicialista y que continúan manteniendo lazos de unión con el mismo, frente a situaciones que pudieran suponer una amenaza de perdida del poder para el partido, la adhesión partidaria siempre es preeminente con relación a cualquier otro tipo de acuerdo formulado.
Son hábiles para utilizar adversarios que potencien sus ambiciones personales, pero no llegan al límite de la ruptura definitiva con la estructura partidaria, por cuanto, por formación y convicción, saben que la subsistencia partidaria precisa indefectiblemente, para justificar su existencia, el manejo del poder.
Esta realidad debió haber sido considerada, lo que hubiera evitado el mal momento vivido, que, como siempre ocurrió, siempre castiga más a la UCR si esta involucrada que a otros partidos.
Resulta evidente que este análisis fue obviado, quizás suponiendo que quienes en principio se habían integrado demostrarían un accionar coherente y acorde a los mandatos recibidos de sus votantes y a sus constantes declamaciones de posturas críticas y opositoras.
Pero, y aún a riesgo de ser considerado “gorila”, calificativo con el cual se identificaba a todo aquel capaz de no compartir ni la ideología, ni la manera de actuar de los peronistas, estoy convencido que era una cuestión que no se podía obviar, y el hacerlo fue una de las causas más importantes del error.
Error que no se puede calificar ni de intencional ni deliberado, pero que, lamentablemente, frente a los hechos debemos admitir y reconocer que el mismo significó un retroceso en el camino diseñado.
Como dato anecdótico es válido puntualizar que durante el transcurso de la reunión del Consejo Federal, ninguna voz de ningún integrante no radical del supuesto bloque opositor mayoritario, salió ni a explicar ni a juzgar la conducta fallida de sus pares.

Refundar el espacio

La gran mayoría de las voces de los radicales participantes de los corrillos de la reunión del Consejo Federal eran coincidentes en el sentido de que no se debía repetir la torpeza efectuada y que especialmente, los radicales necesariamente tenían que poner distancia con la conducta de los demás subgrupos, requiriendo de estos explicaciones públicas que dejen a salvo a aquellos que obraron de buena fe.
Quienes actúan en nombre de la UCR deben obligatoriamente en cada uno de sus actos honrar la ética y el modo de proceder radical, pues ello, y pese a algunas tristes experiencias vividas que muchos daño han producido, es lo que posibilitará el reencuentro con la sociedad y la factibilidad de cumplimiento de nuestros propios planes.
Con miras hacia el futuro se estimaba necesaria la refundación del espacio opositor, poniendo el mejor de los empeños en cuidar la no reiteración de situaciones como la vivida.
La discusión en torno a estos temas fue prácticamente excluyente de otros y siempre se efectuó con el fin de que de la dilucidación correcta de los porque se potenciaran las acciones y actitudes tendientes a continuar mejorando el accionar del Partido y su futuro.

Opinión personal

Creo importante poner énfasis en no catalogar a lo sucedido como una derrota, sino que por el contrario como un hecho que vuelve a demostrar el tipo de conducta que tienen determinados representantes de otros partidos políticos, que así como en esta oportunidad no tuvieron ningún impedimento ni ético ni moral para traicionar a sus colegas, ayer lo hicieron con el pueblo, y mañana pueden volver a hacerlo.
¿O fue radical el político que dijo que “si a la gente en la campaña electoral le digo lo que voy a hacer si soy elegido, no me votan”?
Y a esto debemos repetirlo en toda oportunidad que tengamos.

Paso el encuentro.

A seguir trabajando, con mas dedicación, con más osadía, las mismas convicciones ideológicas y con las ilusiones intactas de volver a recuperar el espacio que nos permita completar la verdadera revolución social que se iniciara con la fundación de la Unión Cívica Radical e intentaran materializar hombres como Irigoyen, Alvear, Illia, Alfonsin y muchos otros que tuvieron la oportunidad de gobernar distintas provincias, pero que siempre fue interrumpida por los movimientos conservadores que nunca tuvieron a la sociedad en su conjunto como motivo de sus luchas por lo que no podían permitir que tuviera exito.

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