lunes, 19 de abril de 2010

“EL DESAFIO DEL MOMENTO”

Escribe: Ing. Mario Jaraz


Lo que estamos viviendo
La política está viviendo un momento muy especial que lamentablemente no es de grandeza, de grandes construcciones, de excelentes debates y de resultados sumamente beneficiosos para la comunidad, sino por el contrario, la política, o para centralizar mejor la idea, el concepto, los señores políticos, están brindando a la sociedad un triste espectáculo cuya temática argumental se sostiene en la incoherencia, la vanidad, la mentira, la especulación con resultados que no pueden ser otros que los que se están obteniendo: leyes sin consenso que en lugar de ser aplicadas para que la voluntad de los legisladores, que dicen representar al pueblo, se vean reflejadas en prácticas inmediatas, sean instrumentos cuya aplicación queda sujeta a vetos, juicios de validez, etc. que demuestran que la actividad parlamentaria que con grandes esfuerzos se esta intentando llevar adelante es sólo una careta que intenta disimular, por parte de los protagonistas, la imposibilidad cierta de cumplir con los objetivos primarios que su investidura requiere.

El debate
No estamos preocupados porque se debate o se discute, sino porque las mínimas y elementales condiciones que hacen de la polémica un elemento útil para la política no son puestas en práctica ni respetadas.
La esencia del debate implica la confrontación de ideas diferentes que se exponen no con el fin exclusivo de lograr la imposición de una sobre las demás, cosa que con sólidas argumentaciones puede darse, sino que el debate también admite la posibilidad de la negociación y el consenso con la condición fundamental de que una vez finalizada la contienda todos tengan la predisposición de llevar adelante y respetar la decisión.
Y esto es lo que no se esta cumpliendo, lo que no se realiza.

La amenaza que no se ve
Hay diversas formas de dañar la república, de perjudicar la democracia y afectar las instituciones y hoy pareciera que, aún cuando ello pueda ser inconciente, se la está propiciando, dejando que se conjuguen las fuerzas del “oscurantismo” que periódicamente nos visitan con la pretensión de demostrar la inviabilidad del sistema adoptado por la mayoría de los argentinos como forma de organización social.
Pareciera que quienes tienen la principal responsabilidad, enceguecidos por una atroz puja por el poder, no están conscientes ni de la circunstancia especial que se esta presentando, ni percibiendo la gravedad de los hechos.
La fragilidad que tiene hoy el sector militar del país, otrora instrumento imprescindible para producir inestabilidad y violación constitucional, aunque no siempre fueran los mentores de los movimientos que llevaron a cabo, pretende ser mirada como señal de seguridad anti-golpe cualquiera sea la situación interna en que se encuentre el país, pero si tomamos en cuenta la realidad con que se esta manejando el poder hoy en la Argentina y el desenfadado proceder con que se pretende implementar una escala de supremacías entre los poderes del Estado, violando los dictados de la Constitución Nacional , que determina funciones específicas para cada uno pero exige el equilibrio como manera de garantizar un funcionamiento legítimo y ordenado, vemos, con el máximo de objetividad posible y con total certeza que la sombra de una articulación de estilo “fascista” se cierne sobre nuestro país.
Es imposible concebir una tarea de construcción del país cuando integrantes de los tres poderes a diario gastan energías denostando las tareas que los otros ejecutan. De cada una de las declaraciones a las que uno accede, sin que resulte relevante puntualizar el grado de agresividad que cada cual maneja, lo que más se trasluce es el desprecio de los hechos, la sospecha sobre la honestidad de las causas y el menoscabo de las intenciones que se enumeran como motorizadoras de las acciones.

Las sensaciones
Este intento de descripción de una realidad que duele, molesta y lastima, intenta provocar en quienes creen en la política para que cierren filan en derredor de principios fundacionales que, aún con errores, fueron los que posibilitaron la reconstrucción del país en torno al respeto por las leyes que permitió el retorno de las conductas generadoras de la voluntad de vivir en sociedad, dado que si se adopta la postura de observar la situación con indiferencia y sorna, desentendiéndose de la responsabilidad de exigir un urgente cambio de comportamientos se estará siendo cómplice del debilitamiento del país y de la profundización de los problemas que lo aquejan.

El desafio para los radicales
Los radicales, si pretendemos honrar nuestro partido, aún siendo parte del presente, debemos tomarlo como un verdadero desafío.
La República requiere que la Unión Cívica Radical marque la diferencia. Se distinga por sobre aquellas fuerzas políticas cuyo único objetivo es la posesión del poder y subordinan a este fin toda su actividad.
Más allá de cualquier circunstancia que pueda ser catalogada como dilatoria los hombres que actúan en nombre del radicalismo tienen que exigir al máximo sus aptitudes con el fin de lograr el ordenamiento del sistema, persuadiendo a todos los circunstanciales actores, sean del Poder Ejecutivo, del Judicial o del Legislativo, sobre las “barbaridades” que engendra la manera en que se está actuando, partiendo de la base de que todos son culpables de la situación. Los oficialistas porque no terminan de asumir que ya no pueden imponer sus deseos como lo hicieran desde que asumió el ex Presidente Néstor Kirchner hasta el mes de diciembre del 2009, momento en que se dio una conformación diferente en el Poder Legislativo y los opositores porque no están dimensionando la realidad de los cambios sucedidos.

El peronismo es...el peronismo
Para el diseño inteligente de muchas acciones es necesario tomar en cuenta que en el Poder Legislativo el Peronismo continúa teniendo mayoría, pese a que apetencias personales o grupales, los hagan presentar como ocupando espacios de diferente ideología, porque todos podemos observar, como lo indica la realidad que lo que está en discusión son cuestiones metodológicas y manejo del poder. Terminada la contienda, todos juntos cantan la marcha que los identifica.
Esta coyuntural división no debe llamar a confusión a quienes verdaderamente pueden presentarse como opositores por pertenecer a distintas concepciones ideológicas y doctrinarias, que arrojan diferentes visiones sobre la república, la democracia y el poder, por lo que deben ser extremadamente cautelosos al momento de pergeñar alianzas, apoyar proyectos o verificar el número de legisladores que permitan tener los votos necesarios para actuar, ya que unas veces la ingenuidad, otras la ansiedad y otras la simple traición, los hicieron padecer, debido a la imprevisible conducta de algunos actores, momentos difíciles que derivan innecesariamente en desprestigio y descrédito.
Debemos aprender que de los “amontonamientos” nunca surgieron decisiones trascendentes y precisas, sino por el contrario incongruencias sin otro valor que el producido al instante de “amontonarse”.
Es preciso que los radicales vean a la situación tan cual es y no como se las quieren hacer ver especialmente desde el grupo justicialista.
No debemos olvidar una frase que se adjudicaba a Perón y que dice más o menos así: “...no hay que preocuparse, los peronistas son como los gatos, cuando parece que se están peleando, la realidad es que se están reproduciendo...”

Hacer radicalismo
El desafío es transparentar totalmente todas y cada una de nuestras acciones, presentar con nombre y apellido, más allá de determinadas conveniencias con quienes se están negociando las acciones y actitudes ya que en el listado de legisladores figuran varios nombres en quienes no se puede ni se debe confiar.
El desafío es seguir construyendo un partido que solidifique su sana ambición de poder, sustentada en una línea de ideas, conductas, métodos y propuestas surgidas de una identidad innegociable.
Un artículo publicado por el Diario Clarín el día domingo 11 de abril ppdo., en página 30, de autoría del Historiador y Politólogo Natalio Botana, concluye diciendo: “…Una democracia sin pasión de poder es una democracia de flojos; pero una democracia sin ideas ni debates es aún peor que la flojera: es, al cabo, una democracia inerte…”
El desafío es también entender el sentido de esta frase y actuar
en consecuencia.

sábado, 10 de abril de 2010

“HABLANDO DE RICARDO ALFONSIN”

Escribe: Ing. Mario Jaraz

El crecimiento positivo de la imagen de Ricardo Alfonsin en el sentir de la sociedad, es una verdad que, como la gran mayoría de los hechos de la vida diaria, encuentra a gente que la alegra y a gente que le produce molestia.
Este “hecho de la vida diaria”, de directa ingerencia en la vida de la Unión Cívica Radical, obliga al inmediato análisis de los porque de las sonrisas y de los porque de los gestos adustos.
Particularmente me resulta sumamente agradable referirme a los porque de las sonrisas ya que, desde mi visión particular, ellas son como un síntoma de la recuperación del respeto de la gente hacia la esencia misma del pensamiento radical.
Los eternos agoreros minimizan el valor de Ricardo argumentando que el mismo debe su posicionamiento a la potenciación del apellido Alfonsin a partir del fallecimiento de su padre, nuestro querido e inolvidable Don Raúl, cuestión innegable, pero siendo objetivos en el razonamiento, debemos admitir, y la historia lo demuestra, que el portar un apellido famoso no es elemento suficiente para adquirir conocimientos, capacidad, prestigio, adhesiones, si a dicha circunstancia no se le agregan condiciones personales especiales que, al tiempo de demostrar la aptitud para honrar un apellido, demuestren la posesión de dones aptos para enriquecer y estructurar una personalidad propia que integre ambas particularidades.
En el caso del correligionario Ricardo Alfonsin hay que admitir que esta dotado de aptitudes que le permiten manejar con total naturalidad dichas circunstancias.
La oratoria del mismo es altamente creíble y tiene la virtud de mostrarlo como un vínculo inseparable entre el ser, la conducta y la doctrina radical.
Esta integridad posibilita el rescate de la importancia de los valores esenciales de la vida en comunidad y la factibilidad de recuperar el sueño de un futuro digno en el cual la libertad, la igualdad de posibilidades y la justicia sean bienes inviolables de cada ciudadano
. Todo en una sociedad a la que el desaliento y la resignación están atacando con total impunidad al compás de teorías que no contemplan al hombre, su problemática y su realización como centro fundamental en los actos del Estado.
El mensaje que está transmitiendo Ricardo Alfonsin, partiendo de una sólida formación principista y radical, no intenta seducir a partir del ofrecimiento de un bienestar inmediato en una república utópica, sino que apela al rescate de la “autoestima” de cada uno para encarar dentro, de las particularidades que surgen de su formación doctrinaria radical, a ocuparse en conjunto a la búsqueda del “bien común” como objetivo primario y fundamental.
Combina la preocupación por la solución de los problemas materiales que acosan a diario a cada ciudadano con el incentivo del desarrollo de las posibilidades integrales de cada uno.
Como dijera un ex -rector de la UBA al referirse a lo que necesariamente deben saber transmitir los docentes, “puede entusiasmar por que transmite entusiasmo”.
Para el radicalismo, en este tiempo de decisiones fundamentales, la presencia de un dirigente con una identidad tan definida, inconfundible en su esencia y previsible en su adhesión incondicional, representa una posibilidad invalorable que debe ser “aprovechada” en todo su potencial.
Con el objeto de no eludir ninguno de los cuestionamientos que sus adversarios le endilgan, es importante referir cuando se refieren a su falta de experiencia en el gestionar gubernamental, que de la lectura de sus mensajes se desprende que no niega esta situación, pero promueve confianza al asegurar la actitud de “pensar antes de gestionar”, tal como lo propone el Dr.Romero en un artículo publicado en un matutino de la ciudad de Buenos Aires, lo que si fuera asumido con más asiduidad por muchos de los que dicen tener “gran experiencia en el gestionar”, seguramente los llevaría a cometer menos errores y la comunidad argentina viviría mucho mejor.
Opino sobre el Dr. Ricardo Alfonsin porque como radical me siento reconfortado por tener un dirigente de su cuantía que revive la vieja e importante característica que tenían nuestros predecesores, “al verlo la gente no tenía dudas, sabía que era radical”.

lunes, 5 de abril de 2010

RICARDO ALFONSIN EN EL CHACO

Publicado por "El Diario Radical"

El diario de todas las líneas
“Yo soy amigo de todos y con todos yo me entiendo, pero vayanlo
sabiendo soy hombre de Leandro Alem”
Año IV – Buenos Aires 5 de Abril 2010 -
forja@fibertel.com.ar – Nº 1376
Director: LAZARO OTTONELLO


Gran expectativa por Ricardo
IMPONEN ELTITULO DE DOCTOR HONORIS CAUSA
POST MORTEM AL EX PRESIDENTE RAUL ALFONSIN
Angel Rozas, líder de la UCR chaqueña, adelantó que el diputado (Ba.A.–UCR) Ricardo Alfonsín, Vice-presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, estará en el Chaco el próximo 15 de mayo.
RESISTENCIA.- Participará a partir de la hora 11 del acto a realizarse en la Universidad del Nordeste mediante el cual se le impondrá el nombre de “Presidente Raúl Alfons al Aula Magna de esa alta casa de estudios.
En esa oportunidad el hijo del ex presidente recibirá el título de Doctor Honoris Causa Post Mortem a Raúl Alfonsín.
También se anunció que el diputado por la provincia de Buenos Aires ofrecerá una conferencia de prensa en el Comité Provincial y luego se trasladará a Presidencia Roque Sáenz Peña, Quitilipi y Machagai

“REFLEXIONANDO PARA GANAR... “

Ing. Mario Jaraz

Al Radicalismo, nacional y provincial, lo están llenando de dudas.
Dudas que provocan un gran daño.
Incredulidad. Desasosiego. Preocupación. Malestar.
A los radicales, que aman su partido, que sueñan con su vuelta al poder, que aspiran que gente que conjugue la “verdadera y única” doctrina que por siempre representó una identidad innegociable para la Unión Cívica Radical, sea la responsable de gobernar el país y las provincias que lo integran, algunas cosas que suceden les producen dudas.
¿Realmente tiene nuestra dirigencia vocación de poder?
¿Deseamos ganar?
¡Demostremos que somos una opción distinta! Que no somos más de lo mismo. Que no aspiramos al cambio de hombres, nombres y formas, sino a un cambio profundo, estructural, revolucionario.
Para hacer simplemente lo mismo, la gente seguramente votará a los originales, en cualquiera de sus versiones.
¿Cuáles son las dudas?
¿Nosotros también les creímos cuando dijeron que los radicales no saben gobernar?
Para ganar no sólo hay que pensarlo, también hay que decirlo y actuar en consecuencia.
¿Creemos que a las próximas elecciones las vamos a ganar sólo porque hoy somos buenos opositores?
Escuchamos que nuestros representantes cuando exponen sus discrepancias con los proyectos del oficialismo dicen:”Tenemos otros proyectos presentados”.
¿Cuáles son los proyectos? ¿De donde surgieron? ¿Quién los redactó? ¿Se refleja en ellos el pensamiento y la doctrina radical?
¿Cómo podemos conocerlos?
Necesitamos conocerlos.
Nuestro contacto permanente con la gente nos presenta la necesidad de saber porque nuestros representantes se oponen y que es lo que proponen.
No estamos planteando una cuestión de desconfianza, sino una gran necesidad. La militancia también convence y suma.
Debemos explicar que, más allá de las inseguridades y las conductas que a cada uno puedan causarle quienes hoy dirigen el país, nuestra oposición no se sustenta en subjetividades que darían sustento a la frase “sabemos hacerlo mejor”, lo que de por si ya sería un buen justificativo, sino en profundas diferencias ideológicas que marcan distintas concepciones sobre la sociedad, sus necesidades y sus soluciones.
Disparidades que podrían acuñar un slogan que diga: “¡Porque pensamos distinto!”
Conducir el gobierno exige convicciones. No podemos negar que ellos las tienen. Demostremos que nosotros también las tenemos.
Sus errores son un daño profundo a la sociedad. Sólo por ello no les ganaremos. Nuestra lucha para atemperar las consecuencias no debe admitir claudicaciones ni subordinarse a negociaciones que no impliquen la certeza de la morigeración de las secuelas. La gente debe ver.
La democracia promueve el diálogo, admite el debate, pero la sociedad no justifica debilidades ni falta de audacia.
Hacia fuera del mundo partidario debemos demostrar coherencia, fluidez, constancia y solidez, tanto intelectual como en la manera de actuar y hacia nuestro interior es preciso tener un accionar honesto, cristalino y exento de misterios.
Frente a las divergencias que domésticamente existen es necesario que la dirigencia adopte una actitud clara y demuestre, con hechos concretos, el respeto que se tiene por la inteligencia de los militantes y adherentes al partido.
Se deben terminar los discursos intencionadamente diseccionados; es necesario que se escuche a la gente.
La mejor manera de disipar las dudas es brindando respuestas a todas y cada una de las preguntas, que nadie se sienta condicionado en plantear sus incertidumbres.
El respeto debe ser superior y mandar sobre los deseos de muchos dirigentes de considerarse absolutos poseedores de las factibilidades representativas y dueños de la voluntad general.
Las luchas intestinas en oportunidades son inevitables y capaces de provocar resquebrajamientos que atentan contra posibilidades de éxitos, especialmente si la dirigencia no tiene la inteligencia de encausarlas y transformarlas en una mera confrontación electoral interna que posibilite determinar coyunturales supremacías pero que evitarán rasgar el delgado espacio que existe entre adversario y enemigo, verdadero padre de derrotas y rupturas.
La habilidad puede determinar espacios para todos, pero la grandeza debe ser el adjetivo que provoquen las conductas.
¿Por qué algunos se empeñan en impedir que figuras “convocantes” sean protagonistas? ¿Celos? ¿Miedos? ¿A qué?
Errores conceptuales. Nadie es más importante que el partido.
Hay que ayudar, no competir y desgastar impulsados por falsos privilegios.
Las dudas se disipan con hechos concretos.
Las ideas se esparcen y germinan cuando hay convicción por compartir y osadía por no decaer.
La identidad otorga fuerzas.
La pertenencia y el convencimiento promueven compromiso y la vocación de poder el ansia por encontrar el camino hacia el tan olvidado “bien común”, emblema de nuestro partido.
¿Solo los radicales podemos?
Los radicales y todos aquellos que quieran entender...
Para honrar al radicalismo y a sus grandes hombres, hay que borrar las dudas si queremos tener la posibilidad de ser.

Termino:
¡Cuidado! Medios de comunicación que opinaban positivamente estan comenzando a publicitar nuestras incoherencias.
¡Prestemos atención! No los ayudemos a que no nos ayuden.


AQUELLA FRASE DE RAÚL

Publicado en "El Diario Radical"

Escribe: LAZARO OTONELLO

EDITORIAL

"No importa lo que digan, es una anécdota de Alfonsín"

Tal vez no sea el momento de recordar la frase. Es posible que repetirla le quite solemnidad a cada discurso de homenaje y coincido que no es el momento de anécdotas cuando estamos frente a la historia. Pero es una frase al Alfonsín y merece la reverencia de aquellos que no nos perdíamos acto de Raúl aún cuando había partes de sus discursos que a fuerza de escucharlos hasta lo teníamos memorizado.

¿Quién no recitó junto al candidato de la UCR el Preámbulo de la Constitución
Nacional con aquella parte donde Raúl ponía un marcado énfasis en su inflexión de voz para decirnos: “… con la Democracia, se come.. con la democracia se educa..con la democracia se vive…”.
Son sabias sus palabras.
Pero hoy, a tantos años de haber dicho la frase en cuestión todavía nos recuerda aquella noche en el estadio de Ferro, en Caballito, en la Capital Federal, cuando la pronunció por primera vez estallando en estruendosa ovación la multitud que rebalsaba el estadio. Era el acto de cierre de campaña del Comité Capital.
Se llegó al estadio con bronca. Durante toda la tarde los medios de información batallaron con un paro de transporte en la ciudad a partir de las 19 hs.. Llegamos a pata pero llegamos. La FATAP jugaba su partido en contra y quiso sabotear el acto.
Y la frase quedó en el anecdotario. Y como decimos, tal vez no pase a la historia si bien después fue parte de ese rezo laico del padre de la democracia.
Y escucharla era un bálsamo de satisfacción. Acaso nadie sabe porqué.. pero lo era.
En este primer aniversario no hubo lugar sino para los declamatorios discursos e hinchados comunicados alfonsinistas. Si viviera Alfonsín tendría una sonrisa si le recordaran aquello que nadie que estuvo en sus discursos proselitista a partir del acto de Ferro, olvidará cuando con el índice de su brazo en alto señalaba un lugar en la platea y reclamaba:

-¡¡Un médico a mi derecha… por favor…!!!

¿Te acordás, ahora…?


“HACE UN ANO NOS QUEDABAMOS HUERFANOS”

Por: Dr. Gustavo Aramburu

La primera sensación de hace un año, fue la de orfandad, la sigo sintiendo, y creo no estar solo en esta sensación, fue palpable en las multitudes de aquellas tristes jornadas y lo es aun hoy. En estas horas vienen recurrentemente a mi memoria imágenes, la Federación de Box, Ferro, el obelisco, la ida en tren a Rosario donde finalizo aquella campaña del 83.
No pude dejar de emocionarme recordando a Raúl en los jardines de la Casa Blanca, respondiéndole a quienes lo abucheaban en el predio de la Rural, a un Capellán en la Iglesia Stella Maris, o recibiendo de manos de Sabato el informe de la Conadep.
Mas allá de los homenajes y frases grandilocuentes que muchos brindaran en estas horas, es bueno destacar algo que dijo , en su homenaje en la Casa Rosada , ante la mismísima pareja presidencial : la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad, la concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden, la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso, han sido maneras de ser y de pensar que echaron raíces a lo largo de generaciones en nuestra historia.
Y que por cierto, constituyen todavía hoy una de las principales rémoras y déficit con las que carga nuestra democracia.
Reitero estos conceptos en su video por los 25 años de la democracia "Los argentinos vivimos momentos complejos y de gran incertidumbre. Es necesario el diálogo para resolver los preocupantes temas institucionales, sociales y económicos que nos agobian"
En esta incertidumbre, se nos fue hace un año Raúl, dejando un mensaje y un ejemplo de toda una vida. No fue un político de ocasión o de encuesta a mano, no fue de slogan vacío y puro marketing, fue un político de convicciones y de lucha de todas las horas. Gracias Raúl, por que fuiste y serás gran parte de nuestra vida, por que nos marcas el rumbo y el derrotero a seguir, por que sos bronce, pero también un recuerdo cercano y emocionante, el que provoca las lagrimas que se me escapan aun un año después a cada rato.

ALFONSÍN, EL HOMBRE PROVIDENCIAL DE LA DEMOCRACIA ARGENTINA

por Diego Barovero y Fernando Blanco Muiño*

En la vida de los pueblos suele ocurrir que aparecen hombres providenciales destinados a ocupar un lugar de relevancia fundamental en la historia de las naciones. Son hombres (o mujeres) cuya vida, prédica, ejemplo y accionar resulta decisiva en determinada circunstancia histórica para guiar a sus compatriotas en momentos cruciales, capaces de inspirarlos y canalizar el espíritu de cambio que anida en los corazones y mentes.
Sin lugar a dudas la figura de Raúl Ricardo Alfonsín corresponde a esta categoría de seres humanos, la de los hombres providenciales.
Porque: ¿Cuál hubiera sido la historia de la República Argentina sin el triunfo de Alfonsín y la Unión Cívica Radical en las elecciones del 30 de octubre de 1983?
Sin ánimo de iniciar un ejercicio de ucronía, debemos sincerarnos y reconocer que seguramente la historia argentina de estos últimos veinticinco años pudo haber sido otra.
Por lo pronto y a mero título de ejemplo, pudo no haber habido juicio a las Juntas Militares y por ende se habría consagrado la impunidad de la represión ilegal, tal como lo planteaban la plataforma y el candidato del PJ Italo Lúder al sostener la legalidad de la ley de facto de autoamnistía.
Pudo no haber sido creada la CONADEP ni haberse investigado acerca de las gravísimas violaciones a los derechos humanos en tiempos de la dictadura militar. Vale señalar que la CONADEP fue un organismo independiente integrado por los más prestigiosos representantes de diversos ámbitos del quehacer nacional y que el justicialismo rechazó participar de ella y de su labor.
Pudo no haberse alcanzado el tratado de paz y amistad con la hermana República de Chile en el conflicto por el canal de Beagle siguiendo el laudo dictado por su santidad Juan Pablo II y ratificado por una abrumador mayoría de la ciudadanía en una consulta popular ejemplar, a la que el peronismo convocó activamente a no votar o votar en contra del instrumento pacificador.
Es probable asimismo que no se hubiese normalizado democráticamente la vida de las univesidades argentinas haciendo realidad los principios históricos de autonomía y cogobierno establecidos por la Reforma Universitaria de 1918.
No vale la pena extenderse más para concluir que la historia del último cuarto de siglo pudo haber sido muy diferente si Alfonsín no hubiera sido el primer presidente de la transición democrática argentina iniciada en 1983.
También por ello, Raúl Alfonsín fue destinatario del reconocimiento de cientos de miles de argentinos que particiaron de sus funerales bajo una persistente lluvia, quizá como el postrer tributo ciudadano a la obra realizada por el hombre de Chascomús.
Le correspondió ser el primer presidente de la democracia renacida en 1983 en gran medida por su prédica positiva, convocante y exenta de revanchismo, pero de profundo sentido libertario. Vale tan sólo mencionar la emoción que provocaba entonces cuando cerraba sus alocuciones públicas (en todos los mitines que organizó desde las más importantes concentraciones urbanas hasta los más recónditos rincones de la vasta geografía nacional) pronunciando el Preámbulo de la Constitución Nacional , por él convertido en rezo laico, santo y seña de la cruzada democratizadora. Y también fue sin duda el artífice indispensable de la consolidación del sistema democrático, no solamente como forma de gobierno sino como modo de vida ya definitiva e inexorablemente incorporado a la cultura argentina.
Todos sabemos y recordamos que se vivieron momentos complicados, harto difíciles durante su mandato, donde debimos aprender a convivir en democracia más allá de las lógicas y esperables diferencias y defenderla de las acechanzas que, en aquellos años fundacionales con mayor ahínco, se hicieron notar.
Vivir en democracia aparece ahora como una situación normal para las generaciones más jóvenes que tienen como algo lógico el normal desenvolvimiento de las instituciones democráticas o el proceso electoral que cada dos años vivimos en nuestro país. Es que han tenido el privilegio de nacer con la democracia felizmente consolidada en la Argentina en gran medida por obra de Alfonsín quien para ellos es como un personaje de los libros de historia. ¡Y vaya si lo es!
Es que Alfonsín, entre sus muchos méritos, supo interpretar mejor que nadie ese anhelo popular, esa pulsión colectiva que clamaba por la democratización de nuestra vida como sociedad.
Hoy, habiendo pasado el tiempo de aquellas jornadas históricas, y tras el más largo período de vigencia de las instituciones republicanas desde comienzos del siglo XX, el pueblo - aún aquellos que disienten con su filosofía y sus principios políticos - lo reconoce con respeto y hasta con gratitud.
Porque Alfonsín conservó hasta el final de su vida terrena esa virtud comunicativa y carismática con la sociedad desde sus días de campaña de 1983 cuando recorrió dos veces el territorio de la república llevando su mensaje democratizador.
Octavio R. Amadeo en "Vidas Argentinas" al referirse a la vejez de una figura consular de nuestra Patria dice: "le fué otorgada la vejez, que es casi un virtud. Y cuando se llega a ella con salud moral y física, con utilidad social, es como una santidad...Fué un gran viejo; la vejez es una dignidad y una virtud. Producir un viejo es un éxito de la naturaleza y una victoria de la raza". El sayo le cabe con creces al insigne Raúl Ricardo Alfonsín, que fue grande sin haber pretendido querer serlo.

*Vicepresidente y Secretario General del Instituto Nacional Yrigoyeneano. Introducción a “RAÚL ALFONSÍN. Juicios más balanceados”. Facultad de Derecho Universidad de Buenos Aires, Cátedra Libre Democracia y Estado de Derecho “Dr. Raúl Alfonsín ”

Strassera cree que no debe recordarse el inicio de la última dictadura.

Nota publicada en el Diario “PERFIL”

El fiscal a cargo del juicio de 1985 a las Juntas Militares, Julio César Strassera, lamentó hoy "el uso político de los derechos humanos", y aseguró que los procesos judiciales contra represores de la última dictadura están demorados porque le "conviene políticamente" al gobierno nacional.
Strassera, además, se mostró en desacuerdo con la decisión del gobierno nacional de decretar feriado el 24 de marzo, porque "no es un día para celebrar nada", al tratarse de un "día trágico".
"El 24 de marzo no es un día para celebrar nada.
No participo ni tomo parte en ningún acto. Es un día trágico, no para decretar feriados, porque ese día empezó un plan criminal", dijo Strassera.
En declaraciones a radio Continental, el ex funcionario expresó que los argentinos "estábamos acostumbrados a los 'golpecitos' como los del '30, pero nunca a un plan criminal como el organizado a partir del 24 de marzo de 1976".
"Me repugna el uso político de los derechos humanos. Lo que hay que celebrar es el juicio (de 1985 contra las Juntas Militares) porque fue el primero en la historia del país, con una decisión política única", destacó. En ese contexto, Strassera aseguró que los actuales procesos judiciales por delitos de lesa humanidad durante el período 1976-1983 se demoran porque al gobierno nacional "políticamente le conviene la prolongación de los juicios, tenerlos y tenerlos y agitar y agitar y no terminarlos. Ya podrían haberlos abreviado y sentenciado".
"Muchos, no vamos a hacer nombres, pero muchos, si hubieran gobernado, no hubiera habido juicio" como el de 1985, afirmó Strassera, quien pidió recordar las "palabras del candidato (peronista en 1983, Italo Argentino) Luder cuando daba por válidas la ley de autoamnistía" que se habían dictado los militares, señaló

“NUNCA MAS A LA ARGENTINA VIRULENTA”

Por: Dr. Gustavo Aramburu

Las conmemoraciones vinculadas al golpe del 24 de marzo de 1976, han sido de un tiempo a esta parte magnificas oportunidades que el Kirchnerismo y sus adlateres han utilizado para la manipulación distorsionada de la historia con la finalidad de justificar algunas de sus conductas políticas.
Echar mano a los horrores del pasado sirve para justificar desde millones en la televisacion del fútbol hasta para demonizar a un productor agropecuario en su reclamo.
El Kirchnerismo autoproclama su calidad de fuerza del bien, y en una lectura maniquea, a la que es afecta, sostiene como valido demonizar las ideas contrarias, haciendo perfectas y absolutas las propias.
Los argentinos llegamos a este nuevo aniversario del golpe, y en las proximidades de su bicentenario, inundados de discursos blindados y virulentos.
Poco parece haberse aprendido de la violencia política, que ha plagado vastos periodos de nuestra historia y que tiene en los 70 su pico más trágico.
Jamás debe banalizarse lo dañino que la violencia, aun la discursiva, es en todo el tejido social.
El peronismo debería ser el primero en apreciar las bondades de la no violencia política ya que no es irresponsable ni ajeno históricamente a las tragedias de los setenta.
El mejor desafío a 34 años del inicio de la dictadura mas sangrienta de nuestra historia es aprender de los dolores vividos, repensar el país, como un lugar común para todos, “La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve “,dijo Martín Luther King y por cierto no son pocos los que padecemos.