jueves, 3 de junio de 2010

“RICARDO ALFONSIN EN FERROCARRIL OESTE – PURO RADICALISMO”

Observó y escribió: Ing. MARIO JARAZ


El acto realizado en el estadio cerrado del Club Ferrocarril Oeste de la ciudad de Buenos Aires, por el sector de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires, que lidera el Dr. Ricardo Alfonsín, significa para la totalidad del partido un momento muy especial, por cuanto, a partir del mismo, seguramente son varias las cuestiones que cambiaran.
Si se desea centrar el acto exclusivamente en el ámbito de las elecciones partidarias que se realizarán el día 6 de junio en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, podemos decir, con total certeza, que el mismo fue un éxito total no sólo por la cantidad de gente que asistió sino especialmente por el impacto emocional que para todos representó la presentación de un hombre como Ricardo Alfonsín que, al conjuro de un discurso de características totalmente diferentes al que se instaló en la política desde el tiempo en el que el pragmatismo materialista reemplazo del centro de la acción de la política la búsqueda de las soluciones de los problemas del hombre, mostró gran personalidad, firmeza y convicciones, más allá de la opinión de algunos que pretenden minimizar su crecimiento diciendo que se debe sólo al hecho de portar un apellido ilustre para la política argentina. .
Ricardo Alfonsin, con un tono de voz y una manera de expresarse que, si bien a los radicales les provoca recuerdos del querido Don Raúl, a partir de su espontaneidad denotan plena autenticidad, conmovió a la concurrencia al sustentar sus expresiones en los principios ideológicos partidarios demostrando que la esencia de los mismos posee aptitudes suficientes como para proveer de alto contenido social a las propuestas que se están generando con el fin de recuperar, a partir de la libertad y la igualdad, la tan denostada dignidad de la gran mayoría de los argentinos.
El acompañamiento y adhesión que los correligionarios de la ciudad de Buenos Aires tuvieron de parte de dirigentes de todo el país, especialmente de algunas figuras de importante ubicación en la actual dirigencia partidaria, como el vicepresidente primero del Comité Nacional Angel Rozas, el presidente del bloque de Senadores Nacionales y ex presidente del partido Gerardo Morales y otros muy significativos, indican que para la vida partidaria existirá un antes y un después de este acto.
Las presencias representaron una toma de posición muy fuerte, al igual que las palabras tuvieron la claridad necesaria como para marcar los rumbos que esta dirigencia pretende adopte el partido que pasan especialmente por continuar trabajando por un partido grande y abierto, pero al mismo respetuoso de alianzas y compromisos formulados que se espera poder consolidar para reforzar la firme vocación que se tiene por acceder al poder.
Aunque se pretenda disimular el cambio de situación o se intente minimizar las consecuencias, resulta evidente que a partir de esta toma de posiciones la realidad de la UCR es diferente y ratificatoria del pensamiento predominante en una gran cantidad de adherentes en el sentido de que la fuerza partidaria no puede estar atada a los vaivenes de la situación o deseos de algunos personajes en particular, sino que su vida debe estar sujeta a la capacidad de generar hombres con las condiciones, identidad y lealtad adecuadas para las mas diversas responsabilidades y la potencia para promover los espacios propicios para desarrollarlas.
Este nuevo escenario que se le presenta a la UCR no debe significar debilitamiento ya que la visualización de diversas líneas de pensamiento deberá ser un acicate que motorice un mayor esfuerzo en la búsqueda de la competitividad y la participación.
Muchas críticas había recibido la UCR por no presentar en elecciones pasadas nombres que al tiempo de impactar susciten expectativas favorables dentro de la sociedad, pero la enumeración de las diversas alternativas válidas que hoy comienzan a moverse dentro del espacio de la política nacional, indican claramente que el proceso de recuperación partidario va llegando a su fin y comienza a perfilarse nuevamente el partido capaz de exigir el espacio perdido por circunstancias que aún la historia no ha juzgado y que la propia conducta partidaria, intransigente y radical, admitió como válida.
Esta nueva realidad, que habla de un “nuevo radicalismo”, que en síntesis solo pretende significar el retorno del “verdadero radicalismo”, llega cargado de una alta dosis de autoestima y humildad que son los caminos precisos para luchar por una presencia preponderantemente protagónica apta para provocar los hechos políticos capaces de transformar una realidad de país incapaz de dar hoy las respuestas que la gente espera para solucionar sus problemas.
También esta nueva realidad del partido genera un gran compromiso para sus actuales dirigentes, que deberán entender que no poseen ningún tipo de margen para desaprovechar una condición halagüeña, la que sin olvidar que en la política la competencia no es un problema sino una virtud y una oportunidad, debe trabajar para revertir determinadas actitudes personalistas, celos y egoísmos que ya demostraron su perversidad y perniciosa acción en tristes ocasiones ya vividas.
Sin el ánimo de ofender a nadie, sin pretender menoscabar espacios legítimamente conseguidos, sin pretender inducir a nadie a que se retire, sin acometer contra la personalidad ni el accionar de alguien en particular, podemos afirmar que si algo ratificó el acto de Ferrocarril Oeste es la existencia de la Unión Cívica Radical y como consecuencia directa que "se puede ser radical" y que como dijera uno de nuestros grandes hombres, “que vale la pena serlo”. Por su historia, por su presente y por su futuro.
Para este “nuevo-viejo radicalismo”, Ricardo Alfonsin es tan importante como lo son Morales, Rozas, Gauna, Sanz, Casella, Noziglia, Rodríguez, etc., como los somos todos nosotros, los militantes, y juntos podemos nuevamente decir con orgullo que aquí estamos.
¿Por qué decimos que la cosas cambiarán?
La observación de la constitución del Comité Nacional que hoy dirige el partido, muestra que no existe homogeneidad de pensamiento entre sus integrantes, lo que indica que la adopción de resoluciones que tengan que ver especialmente con los espacios por los que deberá transitar el partido en este intento por recuperar el poder para el pensamiento radical, social demócrata y progresista y especialmente las alianzas, acuerdos, consensos que se potenciarán, salvo que pretendamos pasar por ingenuos, no podemos dejar de reconocer, a partir de nuestras propias observaciones y de lo que surge de las declaraciones que por los diferentes medios se realizan, son bastante disímiles, así que esperemos…
Que la cordura, la racionalidad, la identidad, la lealtad, y otras virtudes que hacen a la personalidad radical, reinen sobre la UCR.
Mientras tanto, y con el perdón de todos: ¡FUERZA RICARDO Y SUS MUCHACHOS…A NO AFLOJAR, LA LUCHA COMIENZA TODOS LOS DIAS…!”

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