
Yo por eso soy docente, creo que la única posibilidad es no permitir que destruyan el único valor que sólo se mantiene, poco, pero se mantiene.
No hay que permitir a nadie que nos quite el mayor valor como ciudadanía: el derecho a educarnos y y poder ser autónomos de nuestras nececidades diarias y de nuestras ambiciones. Hoy estamos como el tango cambalache: nada es mejor, todo es igual....
Estoy segura que si no permitimos que nos destruyan el derecho a educarnos, pero con dignidad, lo lograremos. Si el pueblo no se da cuenta que los gremialistas con sus medidas, sólo alimentan y contribuyen a apoyar a los destructores de ese gran valor, estamos mal y muy mal porque estamos permitiendo que nuestro pueblo se hunda en la mayor ignorancia y eso nos hace presa fácil de cualquier totalitarista. Estoy de acuerdo que exijan un buen trato e igual, solo digo que pensemos las formas de hacerlo.
No le transfiramos poder a los interesados en destruir lo que todavía nos queda de democracia.
Ester Staroselsky
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