lunes, 1 de junio de 2009

VALE LA PENA RECORDAR – NO MÁS DEMAGOGIA

Dr. CARLOS R. LE DONNE
Interventor U.C.R. - Mendoza


Es de actualidad traer a la memoria de todos los argentinos: dirigentes, empresarios, profesores, maestros, profesionales, trabajadores y también los extranjeros que desde hace más de sesenta y dos años viven en estas tierras, el discurso en el CONGRESO DE LA NACIÓN, leído personalmente el 21 de octubre de 1946, por el General Juan Domingo Perón, que entre otras cosas decía:
...“Nuestro crédito, podemos afirmarlo, es fuerte y sano. Dos países, de gran solvencia, nos adeudan en el momento presente casi ocho mil millones de pesos. En el Banco de Francia tenemos depositados dieciséis toneladas y media de oro. El respaldo de oro de nuestra moneda para circulación fiduciaria es en estos momentos, de 1,44 por cada peso papel, cuando alguno de los países más poderosos de la Tierra tiene sólo de respaldo el 0,02. No debemos un solo centavo al exterior”.....
¿Que pasó con esa riqueza después de sesenta y dos años?­ Hoy tenemos deuda externa e interna, que grava y paraliza nuestro progreso y futuro, sus servicios y amortización impide la distribución y justicia social, las promesas electorales y las ideas de cambio se frustran por la situación de empobrecimiento de gran parte de la Nación.
Los protagonistas de entonces, gremialistas, piqueteros corruptos, mezclado con una dirigencia política irresponsable, nuevamente se sienten con el derecho de marcarnos nuestro destino, sin darse cuenta que fueron los responsables de hacerle perder a muchas generaciones de habitantes las condiciones de vida que hoy todos añoramos.
Un país de pleno empleo, una economía al servicio del hombre y no de
la usura, un Estado protagonistas de los cambios, científicos, tecnológicos, una nación sin desnutrición ni mortandad infantil, con universidades al servicio del desarrollo, educación, cultura, ciencia y formación para todos, sin exclusiones.
Un país preparado para competir con los demás mercados del mundo, con industrias modernas, con el campo plenamente desarrollado produciendo en calidad y cantidad para abastecer las necesidades fluctuantes del universo.
Nos hicieron perder nuestras riquezas en petróleo, gas, energía eléctrica, rutas, ferrocarriles, aerolíneas, bancos etc.-
Perdimos la oportunidad de construir un país ejemplar, sin desigualdades, con poder de decisión, respetado, creído, con bajo índice delictivo, con una población sana física y moralmente, con justicia e igualdad para todos.-
Perdimos al país productor y exportador de sus recursos naturales, energía, combustibles, granos, carnes, como materias primas e industrializados y demás servicios, que sirven para formar un país fuerte, rico y considerado, pero lo más triste de todo esto es que se perdieron las ganas de seguir luchando en política, se desconfía de la política, y nadie cree en nada, se degradó el conocimiento del hombre nacional, se lo sometió paulatinamente a las reglas del mercado, se le impusieron otras formas incompatibles con el del ser nacional.-
Perdimos las joyas de la abuela, las empresas públicas estratégicas, por la ingerencia de intereses espurios que le sirvieron a muchos dirigentes gremiales y empresarios para acrecentar sus activos, olvidándose que eran de todos los argentinos.
Terminaron creando la idea de que lo que maneja el estado no sirve lo hace mal, y consintieron la enajenación grosera, burda y corrupta, llena de interrogantes, traicionando lo que habían sostenido durante toda la existencia de la doctrina que abrazaron y supieron concebir, pasando del Justicialismo al mas crudo poscapitalismo, al servicio otra vez de los monopolios del mundo, olvidándose de servir a la gente que es el objetivo común de todos lo que quieren una patria prospera e independiente. –
Hoy esos mismo protagonistas, cómplices del endeudamiento, de la decadencia, del despilfarro, se dan el lujo de convocar al pueblo para salvarlo, alimentando el ego, caprichos y pretendidos liderazgo que no supieron ejercer cuando la Nación los convocaba para defenderla.-
Hoy nos encontramos en la disyuntiva de salir con esfuerzo, austeridad, honestidad, producción, exportación, ahorro, como lo haría cualquier pueblo responsable que asume su historia y sus compromisos ante las generación futuras.- Con demagogia no se sale de la crisis, basta observar, para eso sirve la historia, a los europeos, japoneses desbastados por las guerras, se unieron para cumplir objetivos comunes, por que existió una voluntad creadora y patriótica, por que tuvieron como meta olvidar el pasado y crear una sociedad más justa y solidaria, basada en el trabajo y no en la especulación individual, egoísta y absurda que sirve para aislarnos y para que los esfuerzos se conviertan en engaños inútiles carentes de sentido y de una pérdida efectiva del tiempo. -
ARGENTINO no se deje engaña más, no se deje arrastrar por el pasado, por los únicos culpables de MAS DE SESENTA AÑOS de decadencia, NO ESTAMOS EN CONDICIONES DE SEGUIR PERDIENDO TIEMPO, levantemos nuestros brazos y construyamos un país MEJOR y JUSTO.-

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