miércoles, 22 de abril de 2009

“DESDE EL MAR” (V)

Ing. Mario Jaraz

CON EL FIN DE QUE LA LECTURA DE LO QUE PRETENDO CONTARLES SOBRE LO VIVIDO EN LA CONVENCIÓN NACIONAL NO LES RESULTE TEDIOSO, SE LOS VOY A PRESENTAR EN VARIAS NOTAS INDIVIDUALES.
NOTA V:

“EL DISCURSO”


Tenemos un gran desafío. Resolver la problemática del mensaje que se transmite a la sociedad,
Es un tema difícil, pero es necesario efectuar aportes, porque junto a muchas otras cosas, debemos aceptar que después del año 1983 nos costo mucho convencer a la sociedad, no supimos llegar a ella, no tuvimos la capacidad de seducirla.
Admitiendo que pese a que los radicales siempre tuvimos grandes oradores, hombres con una gran capacidad en el uso del lenguaje, últimamente nos costó mucho convencer a la sociedad que éramos diferentes, que pensábamos distinto y que habíamos generado otras propuestas.
El dilema debe ser resuelto de la mejor manera posible para no volver a errar.
Una sociedad llena de necesidades, problemas y dudas, de la que formamos parte en su integridad, merece el respeto de que se le explique con honestidad y claridad la verdad de su historia, su presente y su futuro.
La verdad de la historia para romper arquetipos intencionadamente armados con el fin de deformar realidades que ponían en peligro la concreción de las apetencias ilimitadas de poder de fuerzas políticas capaces de mutar permanentemente de formas, con el único fin de asegurar su vigencia y a partir de ella el logro de sus objetivos fatalmente contrapuestos a la búsqueda del bien común.
Esta necesidad que vengo reiterando sobre la mentira-verdad de la historia puede ser verificada al observar como, después de haber denostado desde los dichos y los hechos a los gobiernos del Doctor Illia y del Doctor Alfonsín en aquel tiempo y durante mucho tiempo, con sorpresa observamos y podemos leer hoy que parece ser “que no eran tan malos”.
Mínima concesión que se permiten con el fin de tratar dedemostrar una mentalidad diferente.
Lo dramático es pensar cuantas generaciones se formaron pensando que lo que les enseñaban era la verdad, tan dramático como darnos cuenta que la estrategia utilizada les dio buenos resultados porque frente a la destrucción del adversario, que ellos potenciaron, hoy siguen siendo la primera minoría y el adversario a vencer.
Podríamos seguir citando ejemplos, como la cuestión de los derechos humanos, donde al no tener elementos para contrarrestar la gesta histórica que significó el juicio a las juntas militares, a diario se magnifican acciones que realizan por la simple obligación de cumplir las leyes.
Debemos explicar el presente porque la atención y comprensión del dolor del hoy de la gente no debe significar la búsqueda del favor electoral sino la predisposición positiva de la misma por sumarse a la construcción del futuro y este no debe representar una vulgar utopía sino una apelación a la esperanza de que el mismo es factible y portador de un mundo mejor.
Es preciso que el mensaje partidario transmita a la sociedad, contundentemente, que la vigencia de la ideología del partido es la que promueve las diferencias con la visión de republica y las medidas que adopta el actual poder ejecutivo nacional.
Deberemos ser claros al explicar que nuestras posturas no están motivadas por el simple y vulgar deseo de ocupar espacios que hoy detentan ellos, sino porque deseamos hacer otras cosas.

No pensamos igual que los hombres que conforman el actual gobierno de la Nación. Tenemos la certeza de saber que es lo que debemos hacer ante cada problema y poseemos un proyecto de país que tiene muy pocos puntos de coincidencia con el que propone el Partido Justicialista.
Con inteligencia habrá que diseñar un discurso que explique que si hoy estamos trabajando intensamente por la construcción de un frente de neto corte progresista, no es porque sintamos debilidad frente a la fuerza que hoy gobierna, sino porque estamos totalmente seguros que la construcción del país y la sociedad que aspiramos exige la unión de la mayoría de quienes conjugamos pensamientos similares en lo global, aunque muchas veces presentemos disidencias en particularidades.
Para completar las conjeturas con relación al discurso es preciso que comprendamos un principio que debe transformarse en básico y que no puede ser obviado por ninguna causa: el compromiso de preocuparnos y ocuparnos de los problemas del día a dia de la gente, cualquiera sea el sector social que integre.
Para terminar esta simple reflexión, permítanme contarles mi gran preocupación: Si no acertamos en el mensaje, lo más seguro es que nuevamente suframos una decepción, por lo cual creo importante apelar al máximo de nuestra sabiduría e inteligencia en el diseño del mismo.

¡¡¡ LOS ESTOY CONVOCANDO !!!

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