lunes, 11 de mayo de 2009

“HAY QUE ACTUAR CON OSADIA...COMENZO EL NUEVO TIEMPO”

Ing. Mario Jaraz


Comenzó un nuevo tiempo.
Las listas de candidatos ya están, ya fueron oficializadas.
Más allá de gustos, de enojos, los nombres que las integran son los que deberemos apoyar si, como tratamos de explicar en una nota anterior, somos capaces de entender que los nombres deben ser siempre una coyuntura, que lo importante son las ideas, los principios, los proyectos y, junto a estos, el gran instrumento que es el partido político.
Señalábamos también que había finalizado el tiempo del trabajo individual y comenzaba el tiempo del trabajo colectivo. Trabajo colectivo que se deberá sustentar en la militancia de los convencidos de siempre, en la necesidad de que estos intenten convencer a aquellos que tienen dudas y en lo importante que será para esta tarea "el mensaje".
Para poder encontrar la mejor receta debemos efectuarnos preguntas:
¿Por qué aspiramos que nos voten?
¿Por lo que significamos? ¿Por nuestra historia?
¿Por lo que hicimos?
¿Por los nombres que integran nuestra lista?
¿Por nuestras ideas?
¿Por nuestras propuestas?
En el análisis individual que cada ciudadano realice, es posible que los elementos detallados provoquen una predisposición favorable para con nuestra lista, pero existen otros factores que tendrán una participación fundamental en la toma de la decisión del voto, deberemos saber y saber explicar para que queremos ganar y que pretendemos hacer y lograr.
Importancia significativa y fundamental para el mensaje.
Para materializar el mismo es preciso apelar al conocimiento, a la inteligencia, al producto de los estudios que ya se dispone y a todo aquello capaz de representar un pensamiento convincente que vincule los problemas del presente con la estructuración de un futuro inclusivo que termine con las diferencias existentes en nuestra sociedad.
En lo provincial, existen temas que vienen siendo expuestos insistentemente desde las diferentes tribunas a las que accede gente de nuestro partido como la problemática agropecuaria, la situación del sector de los jubilados provinciales, el mantenimiento del INSSSEP en las esferas de la provincia, las condiciones de la Salud Pública y otros, que al tiempo de continuar ocupando un espacio preponderante, deberán profundizarse especialmente en lo que tiene que ver con las propuestas diferenciales que demuestras nuestra distinta concepción.
A la par de ello, tendremos que comunicar con el énfasis suficiente, nuestra férrea voluntad por liderar desde el Poder Legislativo el diseño de las políticas necesarias para solucionar el grave drama de la educación primaria y secundaria de nuestra provincia y nuestro país, que está provocando una profunda diferencia, de muy difícil solución en el futuro, entre los niños y jóvenes que por condición económica y lugar de residencia, se encuentran incorporados a la educación pública y quienes pueden acceder al sistema de educación privado.
Un partido político como la Unión Cívica Radical rico en la producción de medidas tendientes a lograr una educación de excelente nivel y de las condiciones de acceso a ella por parte de todos en forma igualitaria, no puede ni debe permitir que este tema sea tratado como uno más de los tantos que a diario agobian a los argentinos, por lo que su tratamiento deberá ser bandera, no sólo en el lenguaje del mensaje a transmitir sino en la tarea a desarrollar cuando se este ocupando el cargo por el cual se compite.
La sociedad debe ver hoy, como lo viviera ayer cuando nuestros principios de igualdad eran los vigentes en el país, que cada radical es un emblema en la lucha contra las diferencias, y la educación, a la par del hambre y la falta de una atención preferencial para con una gran parte de la sociedad que se encuentra totalmente desprotegida, son las bases que nutren una diferencia que debemos combatir con total convicción y fortaleza.
Es preciso hacer hincapié, apelando a la historia contemporánea, que el radicalismo, en el papel de oposición, nunca fue protagonista de acciones desestabilizantes, ni mero destructor de iniciativas promovidas por quienes tenían el rol de gobernar, como si lo fueron, especialmente los integrantes del Partido Justicialista, cuando los roles estaban invertidos, y como también podemos enorgullecernos que nunca vimos a la hegemonía como una situación propicia para encontrar las mejores soluciones para la gente, podemos decir que si aspiramos a continuar manteniendo la mayoría en el Poder Legislativo, no es con el fin de debilitar al gobierno, sino para que a través de los controles que constitucionalmente este poder debe realizar y el debate constructivo, contribuir a construir los caminos que lleven al país y a la provincia a una realidad mucho mejor y mas auspiciosa que la que se esta viviendo.
No es la pretensión del presente artículo agotar o enumerar la totalidad de los temas sobre los que se debe trabajar y formar parte de nuestro mensaje de campaña y plan de acción de nuestra labor parlamentaria, solo deseamos marcar algunas cuestiones que entendemos prioritarias y que quienes gobiernan no toman en cuenta, que podríamos resumir diciendo que son todas las que le producen profunda preocupación a la gente.
Además, en esta oportunidad, creemos necesario citar un tema que el ex presidente de la Nación, Néstor Kirschner pretende instalar para poder ganar las próximas elecciones y que ya fuera utilizada reiteradamente en diferentes oportunidades por su partido: el miedo.
Irónicamente podríamos decir que al “gran miedo” lo tienen él y sus adictos.
Resulta, desde desagradable e impolítico hasta perverso y totalmente maligno, plantearle a la sociedad “el miedo”, “nosotros o el caos”.
¿Y su apego a la democracia?
Las candidaturas testimoniales, los ilegales cambios de domicilio, el avieso uso de anuncios de realizaciones espectaculares y el esconder y mentir sobre la verdadera realidad nacional, son una burla demasiado contundente como para que a partir de una exposición realizada con calidad sobre ellas no se consiga que la comunidad nacional adopte un criterio mucho más critico al analizar conductas y sea menos condescendiente con quienes “usan” su voluntad.
Pese a que no es la primera vez que estos señores, que se auto titulan como grandes conductores de pueblos, luego de preparar adecuadamente la situación, plantean el miedo al futuro como inductor del voto, nosotros, los radicales, podemos leer y contar orgullosamente un pequeño párrafo que escribiera Don Moisés Lebensohn explicando su admiración por el presidente norteamericano Roosvelt que “frente a la gran crisis de aquel país creo lo que se denominó el “new deal”, nuevo pacto, el que reorganizó la vida social, cuidó la niñez, abrió perspectivas a la juventud, etc. y que tenía como objetivo fundamental para comenzar a reconstruir el país:
Alejar el miedo a la vida.”
Actitudes que demuestran como un dirigente respeta o no a la gente.
Debemos ser enérgicos en decir que buscamos la calidad institucional porque es lo que nos manda la Constitución Nacional.
Debemos ser rigurosos.
Si a la buena política e inflexibles con la mentira.
Inquebrantables con los ideales e intolerantes con el populismo esclavizador.
Para ganar elecciones hay que ser coherentes con los principios propios e incondicionales defensores de la dignidad de los demás.
Así aprendimos en el radicalismo... y así debemos actuar, a pesar de los errores que seguramente habremos cometido.



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